Capitulo 14.

1.6K 81 8
                                    

Los días pasaron… lentamente. Y cuando digo lentamente, es lentamente. Mi vida igual; mi madre, Harry, Millie, mis abuelos, Clarissa y Max. Nada de nuevo.

Por suerte, Clari, se encuentra muy bien. Ella sigue internada. Todavía no ha empezado con las quimioterapias, pero ella ya se ha rapado por completo. No pasa nada, claro que no. Clarissa, a pesar de su edad aunque aún no es tan grande, se ve estupenda. Es una mujer con un cutis perfecto, y un cuerpo envidiable. Millie le ha comprado unos pañuelos para su cabeza. Son todos muy bonitos, y a Clari les quedan perfectos.

Últimamente nos han dejado entrar a mi madre y a mí y algunos amigos más de Clari, así que ella ha tenido muy buena compañía. Clarissa se ve igual que siempre. En realidad demuestra que es mucho más fuerte que esa mierda de cáncer, y aunque sus hijos ya estén grandes, aún no es el tiempo de dejarlos solos.

Debo recalcar, que Max ha estado muy raro. Su madre aún no lo ha notado, pero Millie y yo nos hemos dado cuenta de muchas cosas que aún no nos cierran. He llegado a pensar cosas ilógicas, que no he compartido con nadie por temor a que me traten de loca, así que mejor me las guardo para mi sola. Millie me ha contado que ha llevado a su casa amistades extrañas, las cuales desde un principio no le han caído bien. Yo no conozco “esas amistades extrañas”, y si las llego a conocer será en algún momento que nos topemos en la casa de Millie.

Por suerte, ya hace varios días que no hemos vuelto a pelear con Harry, al contrario estamos más unidos que nunca. Nos las pasamos de mi casa a su casa, de su casa al shopping, del shopping a mi casa de nuevo y así todo el tiempo sin despegarnos ni un segundo. Puedo jurar que si estuviera con otro chico me cansaría tan rápido… pero con Harry no me canso ni un segundo, y espero que él tampoco. Clari ya ha conocido a Harry, y privadamente me ha dicho que le ha caído muy bien, y que es muy lindo. Mientras nos encontrábamos nosotras tres solas; Clari, Mill y yo, Clarissa me ha preguntado si Harry no tiene un amigo así de guapo como él para Millie. Nunca en mi vida había visto tan roja a Mill… no puedo negar que una persona se vino a mi mente: Ryan. Es un tío muy guapo, y realmente parece muy bueno. Sé que a Millie le gustará, y si se llega a enterar que es un vampiro… creo que morirá en el instante.

Como Max está muy poco tiempo en el hospital, aún no se ha topado con Harry. No sé qué pasará en el momento que eso llegue  a suceder… capaz que nada… pero digo en el sentido de que en algunos momentos de nuestras vidas Max y yo nos hemos sentidos muy atraídos, aunque en realidad no siento nada por él ni tampoco ha pasado nada, pero no puedo negar que cuando lo veo me siento algo atraída, él es un tipo muy lindo... y bueno, Harry sentirá que yo me siento atraída por Max y se aseguro habrá una pequeña peleíta. Aunque vuelvo a replicar, no siento nada por Max, solo me atrae, como atraería a cualquier mujer.

-Buenos días princesa… -se oye la dulce voz de mi madre, mientras entra a mi habitación con un pastel en sus manos.

Ojeo la hora que se encuentra en mi mesita de noche. He dormido hasta las una de la tarde.

-Mamá –digo mientras me incorporo un poco más.

Acabo de despertarme y mi voz se oye algo suave aún.

Ella toma asiento a mi lado y con una dulce sonrisa dice:

-Feliz cumpleaños cariño…

Me da un tierno beso y enciende dos velas: una lleva en número uno y la otra el número ocho. Mi cumpleaños número dieciocho.

Yo sonrío.

-Gracias mamá… Ni siquiera me había acordado que era mi cumpleaños.

-Siempre te olvidas de tu propio cumpleaños. No entiendo como una persona puede olvidarse de su cumpleaños.

-Supongo que no es algo que realmente me importe… -digo con sinceridad.

Nunca me ha llamado la atención fiestas de cumpleaños ni nada de esas cosas. Desde muy pequeña. Hemos estados hablando con mi madre sobre mi padre. Recuerdo que ella me había dicho que él la dejó cuando yo estaba en su vientre, pero no fue así. Yo he tenido un sueño donde lo veía que se despedía de mi madre y de mí. Darla me ha dicho que ella suponía que yo no me acordaría por eso me dijo que la dejó desde que yo estaba en su vientre. La edad exacta que yo tenía era de tres años, más o menos. No tengo ningún recuerdo de él, ninguno. Solamente fue ese sueño, el cual no volví a tener. Supongo que la ausencia de mi padre es uno de los motivos por los cuales no me gusta festejar mi cumpleaños, aunque tengo a la mejor mamá del mundo.

-Pero a mí si me importa, así que vamos, sopla las velitas y pide un deseo.

Yo miro a mi madre con una cara obvia. Estoy grande para pedir deseos. Sé que eso no existe. Toda mi vida, desde que tuve conciencia de que mi padre se fue, he pedido para que vuelva y cuide de mi madre y de mí, en especial mi madre. Desde que él la dejó, ella no volvió a estar con ningún hombre, y cuando digo ninguno es ninguno. Por lo que tengo entendido ella ha tenido muchos pretendientes, pero supuestamente quería enfocarse en “la crianza de su única hija”. Una excusa muy idiota. Está en todo su derecho de volver a rehacer su vida, es una mujer joven, y muy bonita… tiene una personalidad encantadora y realmente se merece a alguien que la respete y cuide de ella.

-Bien –digo rendida, mientras ella las enciende.

Pido el deseo. Cierro los ojos y apago las velitas.

El mismo deseo que vengo pidiendo todas mis fiestas de cumpleaños… desde que era pequeña.

2 |Mi Mundo (Harry Styles)| *SEGUNDA PARTE DE "SECRETOS"*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora