Capitulo 43.

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Todos, inclusive yo, quedamos completamente atónicos.

-¿Disculpa? –pregunta Mike, mientras lo mira con rareza.

-¡Ahora! –grita Max, y en ese instante, sin darle la oportunidad a nadie de reaccionar, Ethan se abalanza hacia Mike, tumbando su cuerpo sobre él, impidiéndole el movimiento. -¡Vete! ¡Corre Heather! ¡Corre como nunca! –continúa mientras rápidamente se tira sobre Austin.

En ese instante, sin pensarlo ni un segundo más, corro, corro con todas mis fuerzas. Logro salir del sótano por primera vez luego de días. Observo una gran ventana, y de inmediato noto que el cielo está oscuro. No tengo la menor idea del día y de la hora en la que es.

Sin pensar en una puerta, abro la ventana, que es lo primero que veo, y salgo de allí. Desde afuera de la casa puedo oír fuertes gritos, pero si quiero seguir con vida debo salir de aquí.

Me encuentro metida en un lugar lleno de árboles y extraños caminos. Pareciera a propósito, como si quisieran ocultar la casa. Sin más tiempo que perder, comienzo a correr con la velocidad de un vampiro. Sin importar que las ramas de los árboles, o los distintos tipos de plantas y arbustos me lastimasen mientras paso con velocidad cerca de ellos, sigo mi camino, sin mirar atrás, sin permitir que aquel diminuto dolor me pare. Solamente sigo.

Luego de unos minutos, sé que estoy a kilómetros y kilómetros de la casa. Sé que les será difícil encontrarme, pero no puedo quedarme aquí. De inmediato debo encontrar algún tipo de carretera, necesito ubicarme, ni siquiera sé donde me encuentro.

Observo el cielo. Se encuentra una medialuna acompañada por algunas estrellas pequeñas, las cuales van siendo tapadas por oscuras nubes.

Acelero el paso, y de repente consigo escuchar un suave motor de algún vehículo. Me asomo con mucha precisión, dejando que mi audición me guie hasta aquel sonido.

Lo logro. Sonrío. Sonrío con alivio, después de todo este maldito tiempo, consigo que mis labios formen una sonrisa.

Ante mis ojos se encuentra una larga carretera. El vehículo pasa enfrente de mí, a una velocidad increíble. Camino, camino con velocidad alejándome cada vez más y más. Luego de algunos torpes pasos, me encuentro con un gran cartel el cual dice algo sobre hoteles. Rápidamente lo ojeo intentando buscar un dato mínimo de donde me encuentro.

Enseguida lo veo.

Estoy en Brookwood. Aproximadamente unos 42km de Londres. Suspiro de alivio, al obtener una pista más. Si fuese humano, no sería capaz de caminar hasta Londres. En estos momentos estaría haciendo “dedo” para que alguien me cargara y me alcanzara hasta mi ciudad. Pero soy vampira, y eso es una cualidad muy importante a la hora de transportarse.

Gracias a pequeños carteles, los cuales te guían de una ciudad a otra, consigo ver el de Londres. Tomo aquel camino y comienzo a correr. Corro sin importarme lo cansada que me sienta, sin importar todo lo que he pasado en ese tiempo, solo quiero llegar a mi hogar, necesito estar con mi familia, necesito estar con Harry.

Solo pienso en todo aquello… pero a veces la sed de vampiro se vuelve muy fuerte, algo imposible de controlar.

Intento pensar en otras cosas, quiero quitar el hambre de mi cabeza, pero no puedo. Una fuerte y dura puntada se estremece en mi estómago. Gimo de dolor, mientras presiono mis manos donde siento aquel dolor.

Escucho el sonido de un carro. En estos momentos estoy inconsciente. No puedo razonar. Solo necesito beber un poco de sangre, solo necesito un poco…

Me asomo más a la carretera, tratando de que aquella persona me observe y frene.

El auto lentamente baja la velocidad hasta que frena justo al lado mío. Baja la ventanilla del acompañante y enseguida noto que maneja un muchacho, el cual parece muy joven.

-Hey… -dice con una voz alegre. -¿Vas para Londres?

Una puntada pega en mi estómago violentamente.

Lo disimulo con tranquilidad.

-Si… ¿Podrías alcanzarme? Es que…

-Sube –murmura sin darme tiempo a terminar mi oración.

Consigo subir a su coche, y enseguida lo pone en marcha. Mi respiración comienza aumentar de una forma muy agitada.

-¿Y cómo llegaste hasta aquí…? –pregunta desviando su mirada hacia mí. -¿Te encuentras bien?

-¿Podrías parar un rato el coche? Es que… estoy un poco mareada.

-Por supuesto. –y en ese momento frena el coche a un lado del barranco.

Nuestras miradas se chocan, y quedan completamente nulas. Enfocadas una en otra.

-¿Llevas colonia? –pregunto, tratando de sonar lo más tranquila posible.

Él sonríe.

-Si… ¿Por?

-¿Puedo olerla?

El muchacho estira su cuello, pero sin darle tiempo a reaccionar, con un simple movimiento me encuentro en su regazo. Estoy segura que él tiene otra cosa en mente, pero yo solo quiero comer, lo necesito.

-Cierra los ojos –susurro a su oído.

Él, relaja su cuerpo, y enseguida mis labios se posan en su cuello. Con mucha suavidad, clavo mis colmillos, y comienzo a beber su sangre. Gime. Se debilita por completo, pero siente placer en el momento que lo hago.

Los segundos pasan y sé que debo parar… pero en estos momentos me siento insaciable.

No puedo, ni quiero parar.

2 |Mi Mundo (Harry Styles)| *SEGUNDA PARTE DE "SECRETOS"*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora