Capitulo 11.

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-Creo que lo mejor será que hables con Harry. –dice Darla mientras da una pequeña palmadita a mi rodilla. –No te olvides que afuera hay muchos niños que buscan el cariño de un padre y una madre…

-¿Hablas de adoptar? –pregunto rascando mi sien.

Ella asiente.

Esa idea nunca se me cruzó por la cabeza, siendo una de las opciones más obvias. Es una buena idea, estaría encantada pero esto no es sólo decisión mía. Yo creo que aún seguimos adelantándonos sobre este tema. Harry tiene que poner su opinión. Si fuese por mí no lo pensaría dos veces. Aunque, ¿Qué más lindo que sentir una vida dentro tuyo? Sentir aquellas pequeñas pataditas dentro de ti. Es una de las cosas más bellas.

-Bueno cariño, aún tienes toda una eternidad –sonríe. –Tiempo al tiempo.

Suspiro.

-Tienes razón, yo sólo… Sólo quiero tener mi propia familia.

-Y créeme, la tendrás.

En el momento que mi madre termina su oración, comienza a sonar el teléfono fijo de casa. Ambas miramos el reloj que se encuentra en mi mesa de noche. Son casi las nueve de la mañana. Nuestras miradas se encuentran, y nos preguntamos quien podría ser a estas horas.

-Yo voy –murmura Darla, mientras se apresura a contestar.

Sin más nada que hacer, bajo tras ella. Mi madre atiende.

-¿Hola? –dice, frunciendo el ceño.

En unos pocos segundos, su rostro se vuelve completamente preocupante. Luego de una rápida charla con simples: “si” “claro” “bien”, ella cuelga.

-¿Mamá quien era? –pregunto, al ver su rostro.

-Heath… -hace una breve pausa. –Acaba de llamar la mucama de Millie, para comunicarme que Clarissa acaba de ser internada con urgencia.

-¡¿Qué?! –pregunto alzando mis cejas. –Pe… Pero que le ha pasado…

-No lo sé –me interrumpe negando con la cabeza. –Nadie sabe, solamente están seguros de que es algo grave…

-Mamá, vayamos de inmediato… ¿Millie? ¿Dónde está ella? ¿Cómo se encuentra?

-Cariño –murmura manteniendo la calma. –No nos pongamos nerviosas, tranquilas. No sé nada, absolutamente nada de Millie.

-Mamá tenemos que ir al hospital ahora mismo –digo con nerviosismo. –Millie necesita la figura de un adulto, y esa eres tú.

Sin pensarlo dos veces, Darla toma las llaves del coche y salimos rumbo al hospital. Es un trayecto sumamente rápido. Puedo jurar que nunca llegué tan pronto a un lugar.

Bajamos y entramos con rapidez. Nos aproximamos hasta una enfermera para preguntarle sobre la mamá de Millie. Mi madre comienza a darle los datos a la mujer, mientras ella intenta encontrarla.

Mis ojos comienzan a visualizar todo el sitio, hasta que mi mirada se encuentra con ella.

-¡Millie! –chillo como una niña corriendo hasta ella.

Ella me abraza con fuerzas, como si hubiese necesitada de ello hace tiempo.

Luego de unos segundos, Mill me suelta con delicadeza.

-Heath… -musita, mientras sopla su nariz. –Nunca pasé por algo así –dice negando con la cabeza.

En ese momento, mi madre se acerca hasta nosotras. Rápidamente extiende sus brazos para que Millie vaya con ella. Mi madre la abraza con tanta preocupación por ella, en verdad la quiere como su fuse una hija más. Darla comienza a acariciar su cabello, y da unos cuantos besos a su cabeza.

-¿Qué ha pasado? –pregunta Darla, con una voz sumamente suave y comprensiva.

-En realidad no lo sé –dice Millie mientras vuelve a soplar su nariz. –Estábamos solas en casa mirando televisión, cuando de repente comenzó a respirar con dificultad, ni siquiera podía hablarme… no sabía qué hacer, Max no estaba en casa solo éramos nosotras. De inmediato tomé el teléfono y llamé a emergencias… Puedo jurar que aquellos cinco minutos que se tomaron para llegar hasta mi casa fueron los peores cinco minutos de mi puta vida.

Al escuchar la manera en la que lo relata realmente no la ha pasado nada bien. Millie es muy fuerte, y muy poca veces, casi nunca, demuestra cuando realmente se siente para la mierda.

Sus ojos verdes están completamente asustados, perdidos… Millie de verdad necesita a alguien.

-¡Mill! –chilla una voz masculina por detrás de nosotras.

-¡Max! –dice ella mientras corre hasta él.

Max la abraza con fuerzas y le da un tierno beso.

-¿Mamá? –pregunta Max, con suma preocupación.

-Aún no sabemos nada… -dice ella, mientras lleva sus manos a sus bolsillos.

-Disculpen –balbucea Max, mientras saluda con un beso a mi madre y a mí.

-Tranquilo cariño –dice mi madre.

Sin contar a Clarissa, Max y Millie están completamente solos. Los padres de Clarissa fallecieron hace tiempo atrás, y Clari es hija única. Y bueno, por parte de su padre no saben absolutamente nada, y creo que tampoco le pedirían ayuda.

Un doctor se acerca hasta nosotros con una cara no muy contenta.

-¿Algún mayor de edad, o pariente que esté con la paciente?

-Yo –se apresura en contestar Max. –Es mi madre.

-Necesito hablar con usted señor –murmura él, mientras comienza a caminar hacia otro lado.

Max le sigue el paso.

-Cualquier cosa que necesites dime cariño –le grita suavemente mi madre, a Max.

Millie y yo tomamos asiento al lado de una mujer anciana.

-Iré en busca de algo para que beban –dice mi madre, mientras besa la frente de cada una.

Millie apoya sus codos sobre sus rodillas, y agacha su cabeza. En ese instante Max se acerca a nosotras. Puedo observar como sus ojos contienen las lágrimas.

-¿Qué pasa? –pregunta Millie mientras se levanta de su asiento.

Él niega con la cabeza, como si no fuese a creer lo que le ha dicho el doctor.

-¡Max que pasa! –chilla Millie con su tono de voz más elevado.

-Mamá… -hace una pausa y abraza a Millie. –Tenemos que ser fuertes.

-Max por favor…

-Mamá tiene cáncer de pulmón y no le queda mucho tiempo de vida.

2 |Mi Mundo (Harry Styles)| *SEGUNDA PARTE DE "SECRETOS"*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora