2 |Mi Mundo (Harry Styles)| *SEGUNDA PARTE DE "SECRETOS"*

Capitulo 36: *MARATÓN 2/2*

Debo hacer algo.

Una muchacha entra por la puerta y se para frente al gran espejo. Se queda mirando y acomoda su bonito cabello. Definitivamente no es un vampiro.

Lleva un vestido acampanado, de color coral pastel, con un delicado y delgado cinto en su pequeña cintura. Lo acompaña con unos hermosos zapatos de plataforma, del mismo color que el cinto. Se ve muy bonita, más con su largo cabello dorado.

-Oye –murmuro, tratando de caerle bien desde un principio.

Tengo un plan en mente y necesito la ayuda de esta muchacha.

 Mi única ayuda.

-¿Si? –pregunta ella, con una tímida sonrisa.

-¿Qué eres? –digo con una extraña duda.

Enseguida entiende mi pregunta.

-Hada –sonríe. –Por cierto, me llamo Donna.

-Un gusto Donna, me llamo Heather… -vacilo por unos instantes -¿Eres ese tipo de hadas, como lo son en los cuentos?

Ella larga una pequeña risada.

Parece de alrededor de dieciocho años.

-No exactamente, pero si puedo hacer algo por ti, lo haré con mucho gusto. Me caes muy bien. –sonríe.

Le sonrío con alivio.

-Sinceramente te lo agradezco… Realmente necesito tu ayuda.

Me acerco un poco más a ella y le digo lo que necesito que haga. Sin ninguna oposición, ella acepta con gusto. Una vez que terminamos con ello, vuelve a observarse al espejo.

-Me queda bonito –dice, observando cómo le queda mi ropa.

-Sinceramente te lo agradezco Donna. Pensé que me dirías que estaba loca, y bla, bla, bla.

-No soy ese tipo de hadas, Heather–sonríe. –Si quieres puedo hacer algo con tu cabello para que quedes más irreconocible… pero solo dudará unas horas.

-¿Qué harás? –pregunto, mientras termino de calzarme sus zapatos.

-Tú solo mira.

Donna quita un cabello de su cabeza, y lo apoya en la mía. Sonríe, y apoya las palmas de sus pálidas manos en mis cabellos. Lentamente estos, comienzan a tomar el mismo tono rubio, que ella posee.

Quedo completamente asombrada.

-Oh por Dios. –digo anonadada.

Ella sonríe, y antes de salir del baño, murmura:

-No fue nada, y por cierto… el rubio te queda muy bonito.

Donna se marcha, y yo me quedo con su vestido, zapatos, y color de cabello.

-¡Gracias! –chillo, mientras la puerta del baño se cierra. -Bien Heather. Debemos seguir con la siguiente parte.

La segunda parte es encontrar a los demás. ¿Cómo lo haré? Fácil. Buscando. No puedo quedarme aquí encerrada en un baño. Gracias a la ayuda de Donna, las cosas me resultaran más fáciles.

Antes de salir, suelto mi cabello, y lo acomodo un poco. Creo que estoy muy distinta a lo que estaba hace unos segundos. De todos esos colores oscuros, pase a un color pastel, y cabello rubio.

Me meto en medio de la multitud, y rápidamente recuerdo lo que dijo Niall. Él, aclaró que Harry, Louis y Liam, se encontraban en el piso cuatro. Las cosas comienzan a facilitarse… un poco.

Intento visualizar un ascensor, hasta que lo encuentro. Rápidamente me dirijo hasta el mismo, y entro con tres chicas más.

Ellas comienzan a hablar sobre los vampiros más sexys que han visto en la noche.

Yo me encuentro a un costado con mi cabeza gacha. Una vez que las puertas del ascenso se abren, rápidamente salgo, y puedo jurar que aquí hay más gente que en el piso uno.

Creí que esto sería fácil.

Comienzo a buscar intentando visualizar completamente todo.

-¡Guarda! –grita un chico, y en ese momento me doy cuenta de que le he pisado el pie.

-¡Oh! ¡Lo siento! –chillo, y me freno a pedirle disculpas.

Cuando el alza su mirada, mi corazón se frena.

-Aguarda –dice con una sonrisa. –Yo te conozco… -me señala con su dedo índice.

Parece ebrio. No sé si a la sangre le pondrán alcohol, o algo, pero él parece, o mejor dicho, está erbio.

-Me estas confundiendo, porque yo a ti no te conozco.

En ese instante me toma de la cintura y me presiona con fuerzas hacia su cuerpo.

-Heather –susurra a mi oído. –Que bien te queda el rubio. Mejor que a mí.

-Suéltame Austin –digo, empujándolo, pero él comienza a presionarme cada vez más fuerte.

-Estás loca –larga una pequeña carcajada. -¿Sabes quién te está buscando?

Clavo mi mirada en sus claros ojos celestes.

-No me jodas –murmuro empujándolo.

Austin me presiona con más fuerzas.

-Austin me estás lastimando –digo, con un poco de dolor.

-¿Sabías que Peter era muy cercano a mi?

Mi corazón comienza a latir con más fuerzas.

-Austin por favor, suéltame. –digo, casi rogando.

-¿Qué pasa? ¿Ahora no está tu príncipe para rescatarte? Por cierto, lo he visto por aquí, hace menos de cinco minutos. Creo que te andaba buscando, se lo veía muy preocupado. Pobre –aquella última palabra la dijo con una falsa carcajada.

-No sé qué mierda quieres de mí, yo no he hecho nada, ni a ti, ni a nadie…

Me da una sacudida, y enseguida noto ira en sus ojos.

Debo mantener la calma y debo impedir que le miedo me invada.

-Queremos venganza… -sonríe irónicamente. –Y esto está resultando más fácil de lo que crees. Mike estaba seguro de que esto pasaría. Ethan ya le ha informado que estabas aquí, pero al muy idiota le han salido mal las cosas, porque lograste escaparte, es una pena que yo te haya reconocido –toma un mechón de mi pelo. –Esto te ha ayudado muy poco cariño.

Sin darme tiempo a reaccionar, saca un paño de su bolsillo, y lo presiona en mi nariz. Mi visión se vuelve completamente borrosa, la música cada vez se oye menos, y enseguida noto que ya nos encontramos exentos de toda aquella multitud.

***

Abro mis ojos al sentir como un líquido pega en mi cara.

Acaban de tirarme agua.

-Bienvenida... –susurra una voz masculina, mientras lentamente abro mis ojos. Solamente veo todo borroso. –Es un placer volver a vernos, mi querida Heather.