2 |Mi Mundo (Harry Styles)| *SEGUNDA PARTE DE "SECRETOS"*

Capitulo 38: *MARATÓN 2/4*

Al despertar, me doy cuenta de que apenas he dormido unos cortos minutos.

Me paro, y comienzo a husmear las cajas para ver si puedo rescatar algo que me sirva.

-Heather… -susurra una voz detrás de la puerta.

Rápidamente me tiro sobre el colchón, y quedo completamente nula.

La puerta se abre.

Ethan comienza a bajar las escaleras con dos sacos de sangre.

-Toma –dice, estrechándome aquellos sacos. –Sé que también comes comida de humanos, pero por el momento es lo único que tenemos.

Le quito aquellos sacos de su mano como si estuviera muerta del hambre, cuando ni siquiera tengo apetito.

-¿Dónde estoy? –es lo único que consigo decir.

Observo su mirada, es completamente inescrutable.

-Lo único que te diré es que no estás en la ciudad de Londres.

-¿Qué? –digo frunciendo el ceño. –Pe… pero entonces, ¿Adonde me han traído?

Él sube las escaleras, y antes de volver a cerrar aquella puerta dice:

-Heather, yo solo obedezco órdenes.

La puerta vuelve a cerrarse.

-¡Maldita sea! –chillo como una niña.

Estoy a punto de llorar, pero no quiero hacerlo. Quiero demostrarte a Mike, y a todos ellos que soy más fuerte de lo que ellos imaginan.

Pongo los sacos bajó el colchón, y me recuesto en el mismo. En ese instante observo como una rata sale de entre medio de todas aquellas cajas. En ese instante me levanto con una velocidad increíble, y subo algunos escalones. No tengo nada contra ellas, pero realmente son detestables y me provocan mucho asco.

La rata se escabulle en un agujero que se encuentra al fondo de la habitación. Froto mis manos en mi cara y vuelvo recostarme en el colchón.

La puerta vuelve a abrirse.

Esta vez, el que baja es Mike.

-¿Cómo la estas pasando en tu primer día? –murmura con una irónica risada, mientras bajas las escaleras.

Me encuentro dándole la espalda.

No respondo.

-Lo único que digo, es que si intentas escapar, quiero que sepas que aquí afuera hay tres muchachos, y que estarán al pendiente de ti todo el tiempo que yo desee. También, quiero contarte que estamos a unos kilómetros de Londres. En fin, no tengo que darte tantas explicaciones. Mañana le avisaré a tu madre, de la situación en la que te encuentras.

Sigo sin responder.

-¿Por qué no respondes? ¿Acaso te comieron la lengua los ratones? –él ríe. -¡Vamos! ¡Di algo!

Ni siquiera gasto un poco de saliva en él.

-Muy bien. Si no hablas por tu cuenta…

Lentamente se acerca hasta mi, y se para delante mío. En ese instante da una fuerte patada a mi abdomen.

Muerdo con fuerzas mi labio y no respondo.

Mike vuelve a patear, pero esta vez patea con más fuerza.

-¡Que mierda quieres que te diga! –chillo con fuerzas mientras me levanto del colchón, y rápidamente caigo de rodillas y escupo una gran cantidad de sangre.

-Solo quería comprobar que estabas despierta –murmura riendo, y rápidamente vuelve a subir las escaleras.

Siento una fuerte punzada en mi abdomen. Cierro los ojos y muerdo mi labio con fuerzas.

Busco un saco de sangre, y lo bebo lentamente. Aquel dolor se esfuma más rápido de lo que creía.

Al beber aquella sangre, me siento completamente ebria, y lentamente vuelvo a caer en un profundo sueño.