Capitulo 4.

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Frunzo el ceño, y en ese momento una sola persona se viene a mi mente, y según Harry, aquella persona no es una buena influencia.

-¿Qué…? –Pregunto, algo incrédula.

-¿Qué? ¿Qué? –Repite Millie, mientras toma su taza de café.

-¿Cómo era el muchacho? –Digo, y al tiempo tomo mi taza de café.

-Espera Heath… -Millie cierra los ojos, y rasca su sien. –Si mal no recuerdo, yo te he visto con ese chico aquella noche que conocimos el boliche…

-¡Sí! –Chillo.

-Entonces si lo conoces idiota –Murmura con obviedad mientras comienza a revolver las cinco cucharadas de azúcar que le echó a su café.

-Pero… Entonces… él me vio contigo…

-Llegamos juntas querida, o sea, supongo que el chico de aseguro te tuvo en su mira hasta que puedo encontrarte sola… -Me guiña el ojo, y a continuación dice: -Esta muy bueno por cierto.

Yo niego con la cabeza.

-Austin no es una buena influencia.

-¿Qué? –Pregunta en un tono chillón mezclado con un poco de reproche.

-Que él no es un buen tipo.

-¿Te gusta?

-Claro que no Millie…

-Bien –Me interrumpe. –Entonces puedo quedármelo… -Ella sonríe.

-Claro que no, no permitiré que él te haga daño.

-Por el amor de Cristo Heather, no eres mi madre…

-Pero soy tu mejor amiga, y de verdad… quiero lo mejor para ti.

Ella suspira.

-Está bien, está bien… No me acercaré a ese tipo –Dice, sin poca convención.

-Júralo Millie –Clavo mi mirada en ella.

-Antes de jurarlo quiero que me digas por qué no es una buena persona…

-En realidad no lo sé –Digo con sinceridad. –Me lo ha dicho Harry, y sabes que Harry no mentiría con algo así, a parte cuando estaba cerca de Austin me sentía extraña… -Vacilo por unos instantes. –Me sentía insegura.

-Está bien Heath… -Alza sus manos hacia arriba con sus diez dedos extendidos. –Lo juro. –Vuelve a beber su café.

Yo le sonrío, y rápidamente cambiamos de tema. Hablamos sobre Harry, y sobre otras cosas que me perdí en esos cuatro días en los cuales dormí como un ángel.

Mientras mantenemos una conversación con Millie, su celular comienza a sonar. Ella atiende rápidamente y luego de algunas expresiones de preocupación, cuelga.

-¿Qué pasa Millie? –Pregunto, algo preocupada debido a su ánimo.

Puedo jurar que su autoestima acaba de baja por completo. Ahora que la observo mejor, lleva unas ojeras muy notables y su cara se ve cansada.

-Debo irme –Niega con la cabeza. –Heath, justo iba a hablarte sobre esto. –Hace una pausa. –Últimamente mi madre ha estado muy descompuesta, con vómitos, jaqueca, mucho dolor en su cuerpo, y realmente no sabemos que tiene, ella dice que ha de ser por algún tipo de virus. Últimamente con Max nos estamos turnando para no dejarla sola, y Max también ha estado muy raro…

-Oh… -Digo con suavidad. –Mill, sabes que estoy aquí para lo que necesites… Pero, ¿Cómo es eso de que Max también ha estado muy raro?

-No lo sé –Ella niega con la cabeza. –Últimamente ha estado mucho tiempo fuera de casa, casi no lo veo, solamente cuando hacemos el cambio para no dejar a mi madre sola, y hay veces que desaparece por días y no da explicaciones…

-Qué raro de su parte –Murmuro mientras acomodo mi cabello detrás de mis orejas.

-Ahora debo irme porque Max tiene que “hacer sus cosas”… -Millie toma sus bolsas y deja un billete de veinte dólares sobre la mesa. Rápidamente se levanta y besa mi frente. –Luego te llamo.

Quise decirle que yo iba a pagar la cuenta, pero realmente Millie ha salido muy apresurada.

Observo el cielo. Ya ha oscurecido. Rápidamente llamo al mozo y me cobra, le dejo los veinte dólares de Millie, y salgo con mis bolsas directo hacia mi casa.

Comienzo a caminar, y unas pequeñas gotas comienzan a caer. Realmente no tengo ganas de esperar un taxi, muy pocas veces tomo taxis ya que también me gusta caminar.

Mientras apresuro mi paso, siento una gran punzada en mi estómago.

-Mierda –Farfullo, desacelerando mí paso. Respiro hondo y vuelvo a caminar.

En ese momento una oleada de calor llega a mí, el aire comienza a faltarme y mis piernas se aflojan de tal manera que no puedo mantenerme de pie. Caigo al piso en el medio de una calle completamente vacía. Mi corazón late con lentitud.

-Por Dios, que me está pasando –Digo a mi misma, y mi visión comienza a ponerse borrosa.

Intento pararme pero no puedo. Otra punzada vuelve a surgir en mi estómago, pero puedo jurar que esta vez el dolor es diez veces mayor.

Chillo como una niña, retorcijándome con mis manos abrazando mi barriga.

-¡Heather! –Grita una voz, que no logro reconocer, ya que lentamente voy perdiendo la audición.

2 |Mi Mundo (Harry Styles)| *SEGUNDA PARTE DE "SECRETOS"*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora