❁Capítulo 23❁

2.2K 358 50
                                    

Los padres y hermanos de Tae habían ido al pueblo que quedaba cerca para comprar comida, ya que habían calculado mal las previsiones. Tae estaba aún dormido en su cama, mientras que JungKook lo miraba atento, necesitaba sentir el calor de Tae a su lado.

Había pasado una semana en donde lo único que habían logrado era tomarse las manos ya que los hermanos de Tae se iban de sus camarotes cuando uno de los mayores se rendía ante el sueño, no les molestaba...del todo.

Poco a poco se adentró en la cama, sintió rápidamente las manos de Tae en su delgada cintura y el ronroneo de este.

—Ya me preguntaba por qué demorabas tanto—le murmuró en el cuello dejando un casto beso—. ¿Amaneciste bien?

—Lamentablemente sí, digo, si amaneciera a mi lado Hyung definitivamente sería mejor.

Tae soltó una risa suave mientras lo llevaba más cerca de su cuerpo. Cada espacio de aire desapareció, estaban muy pegados.

—Estas muy directo, ¿Qué pasó, bebé?

—No me digas bebé.

Se quejó haciendo puchero.

—Está bien, señor Jeon.

—Muy bien señor Kim, ¿Le gustaría besarme en este momento?—el nombrado abrió sus ojos riendo, era una ternura.

—Aún no lavo mis dientes.

JungKook suspiró mientras buscaba algo en el bolsillo de su pantalón de dormir, sabía que estaban allí.

—¿Tic tac?

—Abre la boca Kim TaeHyung, eres muy especial para algunas cosas.

Sintió el sabor dulce, se esparció por su boca llegando a cada rincón, esperó un momento para morderla y deshacerla por completo.

—Ven aquí—lo subió sobre su cuerpo obligando a Jeon agacharse para no chocar su espalda o cabeza contra el camarote sobre ellos.

—Hyung, estás muy directo.

Rió acariciando el cabello de Tae que estaba más largo en frente dejando una capa sobre sus ojos lo cual lo volvía con un aire de misterio.

Tomó el mentón de JungKook para indicarle que ya se podían besar. La evolución de los besos había sido considerable, desde besos torpes con algunas mordidas involuntarias hasta besos llenos de pasión y una notable experiencia de meses.

—Es la última semana aquí, deberían de venir los chicos.

—Sería un desastre—ambos rieron.

JungKook se bajó de Tae para sentarse a su lado, con sus manos entrelazadas sobre el abdomen suave de Tae, era una suave pancita según JungKook.

—Estaba viendo los papales del servicio militar, estoy en edad de ir y pensé que si lo hacía ahora, podría sentirme más libre pronto—Jeon bajó la mirada mordiendo su labio, ese tema dolía.

—Uh...—suspiró pero sacó una suave sonrisa—. Si te vas estará bien, estarás más pronto conmigo aunque es mucho tiempo.

—Jung...

Los labios del menor no le permitieron seguir, él no quería escuchar ese tema nuevamente, era tan doloroso pero era una obligación que debía aceptar.

YoonGi tiró aún mas fuerte la pelota, llegó cerca de donde estaba JiMin así que el menor tuvo que ir corriendo para patearla, al mismo tiempo luchó para que su hermano menor no le quitara la pelota. Mientras que el hermano mayor de YoonGi corría en apoyo del menor de los Park, era una linda salida familiar.

—¡No me avergüences delante de mis papás!—le gritó YoonGi a su novio desde el arco.

Algunos familiares se rieron a carcajadas desde sus bancas mientras que otros sólo sonreían orgullosos.

—¡Min YoonGi!—vió a su cuñado gritarle, no entendió por qué hasta que sintió un pelotazo en la cabeza.

—¡YoonGi no me avergüences frente a mis padres!

Todo el mundo estalló en carcajadas mientras que el chico de cabello color menta corria por la pelota que lo había golpeado hace minutos.

La puso en posición pateandola bastante fuerte, esta llegó nuevamente a donde estaba JiMin quién corrió pateando una sola vez, directo al arco donde estaba el primo de su novio.

—¡Gol!—el grito de celebración hizo reír a Min, vió como JiMin corría con una gran sonrisa.

Cada vez que JiMin reía le dificultaba ver, así que corrió para alcanzarlo en su camino y así evitar que este cayera en algún lugar del césped.

—Te amo, YoonGi—le dijo alegre mientras abrazaba a su novio del cuello.

—Ese gol fue por nuestro próximo matrimonio—bromeó para ver nuevamente la sonrisa del menor.

—¡Hey!, ¡JiMin ya puedes pedirle la mano a mi hijo!

Ese fue un grito del padre de YoonGi, todos miraron al mayor de la familia sorprendidos. Desde que había comenzado la relación sólo había aceptado, nada más que eso y esto impresionaba bastante.

—Entonces, es hora.

Al momento que JiMin pretendió arrodillarse YoonGi comenzó a reír sin parar.

—No encuentro el chiste—sus mejillas se habían puesto rojas.

—No puedes pedirme matrimonio cuando yo soy el que te da en las noches.

Odiaba a YoonGi, como un demonio.

𝐦𝐨𝐧𝐞𝐝𝐚𝐬 𝐝𝐞 𝐜𝐡𝐨𝐜𝐨𝐥𝐚𝐭𝐞 。˚༷ᮀ。˚༷ 𝐭𝐚𝐞𝐤𝐨𝐨𝐤Donde viven las historias. Descúbrelo ahora