Estos cambios fueron buenos y otros no tan buenos, como por ejemplo estar a tiempo en el hogar, la señorita Peregrine se ha vuelto muy controladora en ese sentido, pero lo bueno es que ya estamos acostumbrados y lo estamos llevando bastante bien.
-Nerea me ayudas con esto? -Me pregunto Enoch quien tenía unos frascos en sus manos-.
-Claro -Dije sonriente y ambos subimos a su habitación-.
Deje el frasco arriba de la mesa y busque las pinzas que iba a necesitar.
-Ten -Les di las pinzas-.
-Gracias -Dijo mirando atentamente sus muñecos-.
Me quede sentada a su lado y mire cómo le ponía el corazón a su muñeco, sonreí cuando esté comenzó a moverse.
-Esto es espectacular -Dije mirando asombrada sus muñecos pelear-.
-Esto no es nada a lo que hacía antes -Dijo e hizo una sonrisa de costado-.
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-Oh no puede ser -Dije con una gran sonrisa y él me miro confuso- fui la primera -Me miraba aún más confuso- te he hecho sonrier -Dijo victoriosa y él pareció sonrojarse un poco-.
-Tampoco es para tanto, solo es una tonta sonrisa -Dijo él intentando sonar serio-.
-Pero yo la causé -Dije sin borrar mi sonrisa- y no es tonta, es...bonita -Dije con la voz algo baja y corrí un mechón de pelo hacia atrás de mi oreja-.
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-La tuya también es bonita -Lo mire sonroja y sorprendida- creo que tenemos que seguir -Se dió cuenta de lo que dijo y volvió su semblante serio-.
No dije absolutamente nada, no entendí el por qué era tan cambiante de repente pero por lo menos iba progresando un poco con él, me gusta y quiero ir demostrandoselo de apoco, hacerle saber que lo quiero.
***
-Nerea necesito que le des agua a mis plantas -Dijo Fiona a lo que asentí e hice una pequeña nube y la moví para que soltará el agua en las plantas de Fiona-.
-Estan preciosas -Ella se sonroja- has hecho un buen trabajo.
-Espero que a los demás les gusten -Dijo ella a lo que asentí- eso es todo -Me detuve- gracias por tu ayuda.
-Cuando quieras -Dije y camine para entrar a la casa otra vez-.
-Nerea...-Me detuve al oír ese susurro- vuelve a casa.
-Voy a entrar -Dije susurrando-.
-No...a tu verdadera casa, con tus verdaderos padres.
-Nerea estás bien? -Claire tomo mi mano-.
-Sí linda -Dije algo preocupada- iré con la señorita Peregrine -Dije y entre casi corriendo a la casa-.
La encontré dándole a los gemelos un peluche partido a la mitad, era una mitad para cada uno.
-Señorita Peregrine, tiene un momento? -Pregunte y ella asintió-.
-Vayan a jugar con los demás -Dije ella y los gemelos salieron corriendo- que sucede Nerea?
-Algo extraño me está sucediendo -Dije y ella me miro confusa- escucho susurros en mi mente que hablan de mis padres y de mi casa.
-Y cuando comenzó todo?
-Cuando cayó la bomba al día siguiente -Dije- y acabo de escuchar hace unos minutos que decían algo de mis verdaderos padres, y que tenía que regresar a mi casa.
-Antes de que vinieras aquí, sucedió algo con ellos?
-No, ellos solo me dijeron que me fuera de casa por que no podían cuidarme, solo eso -Me encogí de hombros-.
-Extraño -Dijo ella pensativa- bien, si vuelves a oír esos susurros otra vez anotalos en una hoja y luego ven conmigo, yo intentaré buscar una solución -Dijo guiñándome un ojo-.
-Gracias Señorita Peregrine -La abrace y ella a mí-.
-Por cierto has visto a Víctor? -Negué- que extraño debería de estar ayudando a Bronwyn con su tarea diaria.
-Sí lo veo, le diré que lo estaba buscando -Ella asiente y subí a mi habitación-.
De pronto siento un mareo y un recuerdo borró apareció en mi mente.
-Estas bien? -Me pregunto Horace-.
-Que sucede? -Pregunto Enoch saliendo de su habitación-.
-Solo fue un mareo, es todo -Dije sonriendo algo débil y entre a mi habitación-.
Me senté en mi cama y cerré un momento mis ojos pero los abrí cuando escuché a Enoch hablar.
-Que te sucede? -Me pregunto- Horace me dijo que casi te caes.
-Solo un mareo, es todo -Me encogí de hombros-.
-Y por qué a fuera te detuviste de pronto y parecias pérdida?
-Me estabas observando? -Alce una ceja confusa-.
-Estaba viendo a todos, solo eso, ahora responde -Se cruzó los brazos y me miro con seriedad-.
-Si te digo, prometes no decirle a nadie? -Él asiente- desde que sucedió aquello sobre la bomba, he oído susurros en mi mente, que hablaban de mis padres y de mi casa, cuando me viste a fuera estaba oyendo un susurro. Decía que mis padres no eran realmente mis padres y que tenía que regresar a mi verdadera casa -Lo mire-.
-Has hablado con la señorita Peregrine? -Asentí- bien no tengo la solución para eso, pero creo tienes que quedarte tranquila hasta que la señorita Peregrine busque alguna solución.
-Así es, gracias por escucharme Enoch -Sonreí un poco-.
