Capítulo 1

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Clarke Griffin se encontraba en la intimidad de su despacho. Lugar donde hacía su magia, o al menos era lo que solía hacer en antaño. A pesar de su juventud siempre había sido la primera en su promoción, se había licenciado en Literatura inglesa en la Universidad de Oxford.

Al poco de regresar del Reino Unido publicó su primer libro "Viaje a Venecia" uno de los libros más leídos por el público femenino y en su día fue un gran Bestseller, pero desde Crepúsculo y 50 sombras de Grey parecía que las preferencias literarias se habían transformado.

Los Griffin era una familia muy respetada y tradicional. Imaginaos el pudor que sintió Clarke al leer un libro como el de Erika Leonard Mitchell. No se imaginaba escribir algo como aquello, ni siquiera se atrevía a practicarlo. Como ella, su prometido Bellamy Blake pertenecía a otra de las familias más importantes de todo Portland y era igual de tradicional, para que mentir, todos sus círculos eran igual.

Bellamy era el futuro heredo de Technology Blake, Dedicado al desarrollo de nuevas tecnologías. Si Clarke era conocida en el mundo de la literatura, Bellamy, era uno de los empresarios más reconocidos de la industria, no solo eso, se le considera uno de los hombres más jovenes y atractivos del sector, pues era alto, moreno, complexión musculosa y elegante. Clarke no se quedaba atrás, a pesar de ser un poco más baja que él. Era rubia, ojos azules, su complexión corporal era perfectamente proporcionada, pues poseía curvas peligrosas y explosivas.

Últimamente nuestra querida protagonista estaba sufriendo lo que solían llamar el bloqueo del escritor. Frustrada cerró su portátil y se llevó las manos a su pelo ¿Cómo conectar con el público? Ahora se llevaba el morbo, el Sexo, los adolescentes soñaban con amores imposibles, con hombres lobo y vampiros. Tampoco le inspiraba lo sobrenatural. Suspiró y decidió no obligarse más. Agarró el teléfono que estaba junto al marco de una foto en los que salían los dos al poco de empezar a salir formalmente y llamó a su mejor amiga:

— ¿Qué pasa finolis?

Respondió una voz femenina y llena de vitalidad:

— Raven— dijo entre dientes— ¿puedes dejar de llamarme así? por favor.

— Claro que puedo— contestó su amiga, Clarke sonrió y asintió— pero no quiero.

Nuestra protagonista conoció a Raven en la universidad, ya que compartieron piso. También pertenecía a una familia acomodada. Aunque no solía moverse por los mismos círculos sociales. Si Clarke era aceite, Raven era agua. Enérgica, bromista, un culo inquieto y parecía no conocer la vergüenza:

— Te odio

Dijo Clarke irritada:

— No, me adoras.

— También odio eso.

Raven esbozó una sonora carcajada:

— Dime eminencia de la literatura ¿en qué puedo ayudarte?

— Es temprano y Bellamy me dijo que se iba a quedar hasta tarde en la oficina ¿Te apetece tomar algo?

— Define tomar algo.

— ¿Cómo que defina tomar algo?

Preguntó Clarke ceñuda:

— Para ti tomar algo es ir a tomar tea en el bingo y para mi significa ir al club de moda y beber hasta caer muerta.

— Me has llamado vieja.

Raven soltó una risita:

— Te llamé viejoven.

Clarke achicó los ojos irritada, era cierto, no le gustaba la fiesta nocturna, pero no quería estar en casa, necesitaba despejarse y buscar inspiración. A lo mejor lo encontraba en un lugar donde abundaba el alcohol y las hormonas de jóvenes en busca de apareamiento:

Átame  (Clexa AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora