<< Compensación por no publicar ningún capítulo de misotras historias, tengo muchísimo trabajo y estuve una época en cama. Recuerden, esta historia estáa la venta en Amazon, tanto en eboock como en tapa blanda>>
Heda estaba imponente como siempre. Aunque un poco decepcionada. Se esperaba una reacción más explosiva, como siempre había hecho. Que la atrajese y la pegase a su cuerpo hasta provocar que su corazón se desbocase. Sin embargo, solo le tendió la mano:
– Ven– Clarke dubitativa le dio la mano, lentamente y con sensualidad la hizo pasar– He pedido algo de cenar.
– Pensaba que iríamos al grano.
Dijo algo aliviada porque eso no fuera así:
– Tenemos toda la noche por delante.
Clarke quedó alucinada por cómo estaba todo decorado. Era diferente a lo que tenía en mente. Cortinas negras, látigos, fustas por todas partes, esposas, cadenas... todo por lo que se le pudiera pasar por su mente. Sin embargo, para tratarse de una sesión bdsm, se encontró con la estancia plagada de velas y una mesa con comida y con champan. Aquello se le antojaba más romántico que excitante. Heda espero a que se sentará y seguidamente, hizo lo mismo en frente de ella, cruzando las piernas de forma sensual:
– ¿Te has traído el collar?
– sí.
– Déjalo encima de la mesa.
Clarke no entendía esa orden ¿Es que no tenía que ponérselo? Aun así, acató la orden que le dio su ama:
– ¿No tengo que ponérmelo?
Heda sonrió, estiró el brazo, apoyado encima de la mesa y puso la palma mirando hacia arriba:
– Dame la mano.
Clarke tragó saliva y temblorosa se la dio. Los ojos de Heda quedaron fijos en ella, con suma suavidad comenzó a acariciarla con el dedo gordo, fijándose en un detalle. No se había quitado el anillo de compromiso. La rubia se percató de ese detalle y rápidamente se lo quitó:
– Lo siento– comenzó a decir ruborizada– a lo mejor te resulta incómodo.
Heda curvó la comisura de sus labios:
– Clarke, solicitan mis servicios solteros, solteras, con parejas e incluso casados y casadas.
– ¿no te sienta mal?
– Ya te dije que esto no se trata solo de sexo –comenzó a explicar– se trata de sumisión. No tiene porque derivar en sexo. La gente quiere que les de lo que sus parejas no. A veces ni lo saben, porque sienten vergüenza de que piensen mal de ellos– sacó el champan de la cubitera y comenzó a servir un poco después de abrirlo– ¿por qué? Por la misma razón que te comenté la otra vez. La sociedad piensa que a un sumiso les gustan que le peguen, que le insulten o que a un amo le gusta pegar– dio un sorbo– en el mundo o universo del bdsm, los principios básicos son, seguro, sensato y consensuado. Velamos por la seguridad física y mental de nuestros sumisos. Por eso existe la palabra de seguridad.
Clarke atendía casi sin pestañear. Heda hablaba con tanta naturalidad y era indudable que se sentía atraída por aquel mundo. Desde la primera vez que vio a su ama:
– ¿En qué consiste la palabra de seguridad?
Heda comenzó a tamborilear los dedos encima la mesa. Eso atrajo la atención de la rubia. Lo cual obligó a Heda dejar de hacerlo. Había manías que Lexa no podía dejar de hacer, ni si quiera cuando se convertía en Heda. Ese era un gesto que solía hacer cuando solía ponerse muy nerviosa. Le estaba costando tener a Clarke en frente y no tocarla, ni besarla, ni olerla, la quería poseer en todo momento:
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Átame (Clexa AU)
FanfictionLa historia va así, por motivo de celebración por esos/as 1,3k seguidoras/es de Wattpad. Decidí que por 2 días, dice ser 48 h tendréis un capítulo del fanfic Clexa de Átame, pasados esas 48 h, será borrado y sustituido por el siguiente. Cuidado, l...