Átame (Clexa AU)

Capítulo 5

Raven se sorprendió ante aquella petición ¿Cómo iba enseñar de forma teórica el sexo Oral? Solo se le ocurrió una forma y era llevándola a una heladería. La pregunta que se nos pasa por la cabeza es la misma que se le pasó por la de Clarke ¿Qué tiene que ver los helados con el sexo oral? Bueno, cuando se trata de un pene te compras un pirulo y de maravilla, pero ¿una vagina? Raven, tan chula ella pidió dos conos, ella se lo pidió de chocolate, mientras que para Clarke uno de vainilla. La castaña era consciente de que Clarke odiaba el chocolate:

– ¿Qué tengo que hacer con esto?– preguntó Clarke alzando una ceja– no me apetece dulce, sabes que no me gusta mucho.

– Algo tan sencillo como lamer

Contestó entre risas:

– Según tú, un cunnilingus es como comer un helado.

Raven esbozó una carcajada. A veces Clarke se pasaba de fina:

– Pero que finolis eres– dijo encaminándose a una de las mesas que había en la terraza– está claro que no es lo mismo Clarke, un clítoris es una zona algo sensible y hay que pillarle el punto, pero si quieres un consejo, intenta hacer el abecedario en el helado con la lengua.

Clarke se sintió un poco estúpida al hacer lo que recomendaba su amiga. A, B, C... ni quería imaginarse poniendo cara de concentrada mientras hacía las formas con la lengua:

– No, no– paró Raven– estas tensando mucho la lengua, se más delicada.

Clarke suspiró y nuevamente puso lengua al helado. A, B, C... Esta vez Raven asintió más satisfecha al ver que la rubia lo hacía más relajadamente, Clarke frunció el ceño:

– ¿y cómo sabe?

Raven ya sí que no aguantó la risa:

– En eso ya sí que no puedo ayudarte– dijo quitándose las lágrimas de los ojos– pero que inocente eres Clarke.

– ¿Sabe salado? ¿Ha pescado? Joder Raven– dijo Clarke con desesperación– dime algo.

– Clarke– dijo Raven más seria– No lo pienses tanto, si te apetece hacerlo hazlo y disfruta– se encogió de hombros– si no, pues no lo hagas, pero lo que, si te puedo asegurar, el sexo oral es lo más fantástico que te puedan hacer y hacerlo ni se queda atrás ¿Nunca se lo has hecho a Bellamy?

Clarke puso una mueca de asco:

– No, qué asco

Raven alzó las cejas sorprendida:

– ¿Nunca? Si te parece asqueroso hacérselo al hombre con el que llevas dos años prometida ¿Cómo estas tan segura de que te gustará hacérselo a una mujer?

Clarke se ruborizó al recordar a Heda, como había conseguido excitarla, como la había hecho llegar al orgasmo solo con su lengua recorriendo todo su sexo, como sentía su excitación cuando le gemía en su entrepierna. Parecía disfrutar mucho, ella también quería probarlo. Saber que se sentía dar ese placer:

– Bellamy, nunca me había excitado como Heda o como...

En ese instante se quedó en silencio. De nuevo Lexa. Raven no sabía nada de Lexa. La castaña se percató enseguida y curiosa se acercó a su amiga:

– ¿O cómo?

Instó a que siguiera hablando:

– Nada, una larga historia.

Dijo negando con la cabeza algo turbada:

– Aún queda helado Clarke, sabes que no voy a parar hasta sonsacártelo.