YOU HAVE ME // Teen Wolf [01]

20. I came to win

C a p í t u l o   v e i n t e
❝VINE A GANAR❞

ﮫ

Noelle

Ya lo tenía todo completamente calculado, y el plan era el siguiente:

     1.) No mencionar nada sobre el partido de lacrosse durante el día para que Alex lo olvidase.

     2.) En cuanto saliera a correr -a la misma hora en que lo hacía en sus días libres -, tomar el auto y escapar a la escuela para ayudar a Scott.

     3.) Hacerme la desentendida y disculparme por no recordarle sobre ir.

     Alex no había dicho ni una sola palabra sobre el partido en todo el día y hacía ya veinticinco minutos que había salido para correr. Todo iba de acuerdo al plan, así que corrí por las escaleras y salí de casa para luego subir al auto que se encontraba estacionado fuera de la cochera.

     —¿De verdad creíste que lo olvidaría?

     —¡¿Pero qué mier...?! —exclamé saltando del susto después de que Alex se asomara entre la oscuridad desde la parte trasera del vehículo —. ¿Tratas de asesinarme? ¿Qué diablos hacías ahí? —cuestioné un tanto irritada tratando de tranquilizar mi respiración.

     —Esperando por tu pequeño trasero escurridizo —respondió aquello mientras se pasaba con dificultad hacia el asiento de copiloto.

     —¿De verdad esperaste aquí a oscuras como un completo acosador por veinticinco minutos? —pregunté asombrada —. Y por cierto, te agradezco el que me recuerdes que tengo un trasero pequeño -agregué con sarcasmo.

     Cuando logró acomodarse en la parte de adelante, me miró con los brazos cruzados.

     —¿Qué? —pregunté deslindándome.

     —¿No piensas conducir?

     —¿Conducir? ¿A dónde?

     —Al partido de lacrosse...

     —¿Hay un partido esta noche? —me hice la ilusa —. Ni siquiera sabía que te gustara el lacrosse, Alex —comenté en un tono sospechoso.

     —Me fascina el lacrosse, Noelle —dijo en un tono igual al mío.

     —¿En serio?

     —Claro que sí, soy un fan apasionado por el equipo de tu escuela —agregó.

     —¿De verdad? —le miré de forma extrañada —, pues en realidad yo no planeaba ir a algún lado —me encogí de hombros.

     —Oh bueno, entonces supongo que tan solo nos quedaremos aquí estacionados toda la noche —se encogió de hombros de igual forma —. No es como que tengas algo más importante que hacer, ¿cierto? —me miró con una sonrisa burlona.

     Lo estaba odiando en este momento. Sabía que no me dejaría ir sola y ya se estaba haciendo tarde. Le observé por un momento con ojos entrecerrados y luego vi la hora en mi teléfono celular.

     —Así es, Catalina... dos pueden jugar el mismo juego —agregó mientras se ponía el cinturón de seguridad.