Anti Tú

Capítulo XXIV: Extraño.

¡Volví! Sé que he estado ausente 6 meses (pensé que era menos tiempo) pero aquí estoy de nuevo. Decir que quedan 5 capítulos y el Epílogo para que Anti Tú finalice y tengo ganas de escribir el final.
Obvio aclarar que hay cosas que no cumplen con la historia tal cual la conocemos, es más que lógico, pero sí intento que la mayoría coincidan con lo escrito por Rowling. Solo he cambiado, cambio y cambiaré lo que considere oportuno para la lógica de la trama y de mis objetivos, lo demás permanecerá igual para que dentro de lo que cabe, pueda resultar más "creíble".

Tres días habían transcurrido desde su conversación con Lily, y su intento porque esta comprendiera un poco los sentimientos de Severus y el por qué de sus acciones en el pasado.
El menor no sabía de la existencia de aquella conversación y prefería que siguiera siendo así, si se enteraba probablemente se molestaría y le diría que no se tendría que haber metido. También podría ser que le diera las gracias pero aquello lo veía bastante improbable por no decir imposible.

—¡SIRIUS!— la voz de James lo sacó de sus pensamientos y le hizo darse cuenta que aún seguía en pijama cuando ya muchos se encontraban en el Gran Comedor desayunando —tío, te he llamado 3 veces ya.

—¿Qué pasa?— comenzó a desvestirse y a colocarse el uniforme mientras Remus y James lo esperaban sentados en sus respectivas camas.

—Vemos raro a Peter— miró fijamente a Remus, alzando una ceja. Peter era raro, no veía lo llamativo de aquello.

—¿Raro en qué sentido? Yo no he notado nada— los miró terminando de ponerse el uniforme y los zapatos. Le daba demasiada pereza saber que le esperaban 6 horas de clases aburridas, lentas y monótonas que parecían durar una eternidad. Si pudiera meterse en la cama y quedarse ahí toda la mañana, o mejor, meterse en la cama con Severus, lo haría sin dudar.

—Cada vez habla menos con nosotros y algunas noches sale cuando estamos dormidos— James afirmó a lo que decía Remus. No se había percatado de aquello. Quizá porque cuando volvía de estar con el menor se metía directamente en la cama sin mirar que si los otros estaban allí porque daba por hecho que así era.

—Tal vez se está viendo con alguien— se encogió de hombros queriéndole restar importancia.

—¿Peter?— James le miró sonriendo sarcásticamente.

—Puede ser— miró a Remus porque sabía que si dirigía su mirada a James se terminaría riendo.

—Sirius...— el tono algo bajo de Remus le daba a entender que ambos sabían que eso no podía ser. Y no por su físico, lo que sucedía es que Peter era demasiado tímido como para acercarse a las chicas, y demasiado miedoso para acercarse a los chicos. Ellos eran sus únicos amigos.

—Yo que sé, cosas más raras hemos visto— y no se pondría de ejemplo así mismo porque sería delatarse pero después de estar con Severus cuando antes le había hecho la vida imposible constantemente le había hecho ver las cosas de otra perspectiva, o al menos esperar cualquier por muy absurda que pudiera parecer.

James y Remus se miraron unos instante y este último suspiró.

—Había pensado que podríamos hablar con el después de la cena— dijo Remus mientras los miraba aún algo pensativo.

Ambos afirmaron a lo dicho por el castaño, y salieron rumbo al gran comedor. Sabía que si no lo hacían ya aquello podría acabar en toda una mañana de rugidos de estómago sin control. Y tener clases aburrida y hambre a la vez no era una buena combinación.

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Quizá sí podría ser verdad aquello de que algo estaba sucediendo con Peter, y es que durante la cena se excusó nada más terminar y se marchó a la biblioteca a estudiar. O eso dijo. Los tres se miraron sin entender nada.