...
Bajamos las escaleras y para mi sorpresa la fiesta no sería en la mansión de los padres de Faruk sino en una sala a las afueras de la ciudad. Una limusina nos esperaba en la entrada y nos llevó hasta donde sería la fiesta.
Al llegar todos se fijaron en nosotros. Faruk vestía con un jabador' de color blanco y detalles en dorado. Todas empezaron a gritar, cantar y bailar sin vergüenza alguna. Me di cuenta de que la gente que había allí era muy moderna, y que la fiesta sería mixta, cosa nueva para mí, ya que solíamos separar a los hombres y a las mujeres.
Entramos dentro y me sentaron en el trono. No podía controlar mis nervios, el vestido pesaba mucho y las miradas caían sobre mi. Había quienes cuchicheaban, otros que grababan y hacían fotos y algunos que simplemente miraban. Presentes había demasiada gente, para mi gusto, ¿Era necesario que hubiera tanta gente en una henna? ¿No podía ser algo más íntimo? Al parecer no.
- Tranquila - me susurró Faruk al notar mis nervios.
- No podía haber sido más íntimo, no - me quejé alargando la "o" del último no.
Amira y Nour se sentaron cada una a un lado, donde se les había puesto unos tronos individuales preciosos. Vale, que todo era precioso y muy lujoso, pero si hubiera menos gente, como que mejor.
Se acercó una chica, que sería la que me haría la henna.
- Preciosa, ¿Puedo hacerte una pregunta? - asentí con la cabeza y sonriendo, ya que no me salían las palabras - ¿Tienes pensado algún diseño que te agrade, lo quieres más sencillo o el color de la henna que quieres utilizar...?.
- Em... Quiero un diseño amazig bastante lleno.
- Aha... Entiendo, ¿Algún color en especial? - cuestionó.
- El que te parezca - contesté restandole importancia.
La chica se puso a hacerme la henna y me entretení tanto viendo como lo hacía, que se me olvidó donde estaba. Amira y Nour bailaban Reggada, mientras unas mujeres mayores tocaban instrumentos tradicionales.
- Hijo - se dirigió la madre de Faruk a su hijo captando por completo mi atención - Te tenemos que poner un poco de henna en la palma de la mano, es simplemente por tradición y se supone que trae suerte - le informó, miré la cara de Faruk y le noté asqueado.
- ¿No te hace gracia, verdad? - pregunté con un amago de sonrisa.
- No lo sabes tu bien - contestó por primera vez en su vida sin ser borde.
Vi a mi madre y mi hermano, se acercaron y les saludé. Aunque a Faruk no le hizo mucha gracia que mi hermano estuviera allí, por suerte mantuvieron las distancias y no salió nadie herido.
***
Al fin terminó la fiesta y vaya que si lo pasé mal. Enserio chicas, no me gusta nada ser el centro de atención.
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INTERESES© - muslima_letters [Completa] [Editando]
Romance«No dejes nunca de luchar, esta vida no esta echa para cobardes» La vida de Amal, cambia de una día para otro, todo le iba mal, pero las cosas empeoraron cuando la enfermedad de su padre lleva a su hermano a meterse en líos de mafias, pero... ¿Puede...