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Los días pasaban y cada vez notaba más mi desgana, mis antojos. Empecé a sentirme una carga y tuve que pedir un préstamo a los padres de Nour para poder alquilar un piso -pequeño- donde estar más tranquila. Además Amira ha conseguido hacerme un hueco en el negocio de su padre y estoy allí ayudando con las cuentas. El único inconveniente es que no puedo usar el velo.
Trabajo de ocho de la mañana hasta las dos de la tarde. Me entretengo mucho y la verdad es que el dinero que gano me llega de sobras para mis gastos.
En cuanto a mi família, pues supongo que las cosas se han quedado como estaban. De vez en cuando voy a verles, y aunque sigo sintiendo un gran rechazo por su parte -me hago la tonta, la que no entiende- y voy de todos modos.
El tema con Faruk se ha quedado en nada, no hemos hablado ni apenas le he podido ver. Estoy segura que ha estas alturas no debo ni de importarle y estoy más segura aún de que no me buscará para hablar las cosas.
Estoy teniendo un debate mental muy tenso y es que después de confirmar mi embarazo -haciéndome varios tests y pruebas- he estado pensando en contactar con él y darle la notícia. No quiero que se haga responsable del bebé, pero creo que es injusto que no sepa de su existencia. Al fin y al cabo es su hijo y tiene que saberlo. Estoy entre dos; ho dejar las cosas como están y no decirle nada o contactar con él -de algún modo- y que sepa de mi embarazo. No sé que hacer y hasta que no lo tenga claro no haré nada.
—Buenos días— saludaba a aquel joven de tez morena y rasgos árabes, iba muy elegante
—Buenas— su voz sonaba amistosa y la sonrisa que me dedica es tan dulce como sincera.
—¿En que puedo ayudarle?— pregunto levantándome de la silla.
—No se preocupe— contestó encaminandose hacia las escaleras que llevaban al siguiente piso.
Volví a sentarme y mientras hacia cuentas, vi la puerta volverse a abrir. En ese momento mis ojos casi salen de sus órbitas.
—Amal— su voz sonaba dura, gruesa, y sin sentimiento. Un escalofrío me recorre por completo.
—¿Qué haces tú aquí?— pregunto fijándome en su aspecto. Faruk lucia como si hubiera salido de un casting de modelos, tan guapo como siempre.
—He venido ha hablar contigo ya que tu no te has dignado ha hacerlo— dió varios pasos hasta llegar a mí.
—Siento decirte que no, no quiero hablar contigo— mi voz firme hacia que mis palabras sonaran reales, aunque dentro de mi me estaba maldiciendo por no darle la oportunidad de hablarme.
—¿A no?— preguntó irónico —Me importa una mierda si quieres hablar o no conmigo— hizo una pausa y pude ver una de las venas de su frente incharse
—Me vas a escuchar— dijo agarrándome del brazo y apretando con fuerza.Gemí del dolor.
—Sueltame me haces daño— susurré.
Apretó con más fuerza.
—¡Faruk! Por Dios me haces daño— intenté deshacerme de su agarre pero era imposible.
—Sueltala— la voz familiar pedía en un tono suave pero serio —¡Qué la sueltes!— esta vez ordenó enfurecido.
—¿Quién es este?— una sonrisa burlona se dibujó en su rostro —¿Tu folla-amigo?— su sonrisa se ensanchó —No, espera déjame pensar— hizo una pausa —Ya sé— volvió a sonreír socarrón —¿Es tu jefe barra amante?— dejó de sonreír fulminando al joven que había detrás de mí.
Planté mi vista sobre la tercera persona y reconocí al joven del traje de esta mañana.
—Debo pedirle que se vaya, o tendré que llamar a seguridad.
—Llame usted a quien quiera, pero aquí donde la ve, esta señorita es mi mujer y tengo que hablar con ella— la mirada del hombre se posa sobre la mia, esperando una afirmación por mi parte.
—Esta todo bien señor— digo yo volviendo mi vista hacia Faruk, que ahora luce victorioso.
—¿Segura?— vuelve a intentar.
—Sí, no se preocupe.
El hombre desaparece por la puerta principal y mi mirada cae el suelo avergonzada.
—Ya te puedes ir, creo que has echo suficiente por hoy— digo decepcionada.
—Ya te he dicho que tengo que hablar contigo— insiste.
—¿Sabes? Ya has echo suficiente, me acabas de ridiculizar y de veras no me apetece discutir más contigo— suelto su mano de mi brazo y camino hasta mi sitio, donde reposo mi cabeza sobre mis manos, sollozando.
Tristeza, vergüenza, amargura... Todo se encuentra dentro de mí, haciendo que mi llanto sea cada vez más descontrolado.
***
Acabo de trabajar, agotada, abatida, después de una larga jornada de trabajo y el percance con Faruk. Recogí mis cosas y me coloque el velo para luego dirigirme a casa -que quedaba muy cerca y podía llegar perfectamente a pié-.
Abrí la puerta principal y justo cuando di el primer paso:
—Hola— el joven de esta mañana me saludaba.
—Hola— saludé algo incómoda, la verdad es que después de lo que pasó, me daba hasta vergüenza mirarle a la cara.
—¿Te vas ya?— preguntaba con bastante evidencia.
—Sí— intenté esbozar una sonrisa, para esconder mi incomodidad.
—¿Te llevo?— pregunta él —Bueno tampoco quiero causarte problemas con tu marido— levantó una ceja a la vez que escondía las ganas que tenia de sonreír.
—Mi mama dice que no hable con desconocidos— vacilo imitando la voz de una niña de siete años.
Su carcajada se hace sonora.
—Tal vez si nos presentamos dejaremos de ser desconocidos— asiento con la cabeza, rodando los ojos —Bilal, encantado— extiende su mano.
—Amal, encantada— sacudo su mano con fuerza intentando no reír.
—¿Pretendes romperme el brazo, o qué?— se quejó bromista.
—Algo así— reí —Bueno Bilal, nos veremos por aquí. Debería irme a casa ya— intenté despedirme.
—Esta bien— él —¿Estás segura de que no quieres que te lleve?— volvió a intentar.
Sonreí y me negué.
—No te preocupes, vivo cerca, gracias.
—Venga pues, cuídate— dijo él antes de dirigirse por el mismo camino que yo.
Saqué mis auriculares y me puse algo de música. Seguía caminando hacia casa.
—¿Me estas persiguiendo?— pregunta Bilal que se encuentra a apenas unos pasos.
—¿Perdona?— intenté sonar molesta, aunque no estaba para nada molesta.
—¡Señores esta mujer es una lunática, me esta acosando!— exclamaba él señalandome y haciendo que la gente me mirara con mala cara.
—¡¿Estas loco?!— esta vez si estoy molesta, aunque no puedo reprimir las ganas que tengo de reirme.
...
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¡MIS FIELES!
❤intentaré subiros el capítulo 28 antes del sábado y el sábado subir el 29. Hasta entonces, a morirse de la intriga jajajaj❤Multimedia: canción que escucha Amal y canción que me recuerda a mis hbibas, S&F.
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INTERESES© - muslima_letters [Completa] [Editando]
Romance«No dejes nunca de luchar, esta vida no esta echa para cobardes» La vida de Amal, cambia de una día para otro, todo le iba mal, pero las cosas empeoraron cuando la enfermedad de su padre lleva a su hermano a meterse en líos de mafias, pero... ¿Puede...