...
Le seguí a paso lento, tenia mucha curiosidad pero seguía dándole vueltas a todo. Faruk tendrá que contarme que relación tiene con ese tal Eric, aunque yo ya tenga una idea formulada.
- Faruk, espera - sujeto su brazo haciendo que se gire y centré su atención en mi - Necesito hablar de esto ahora, no puedo seguir esperando más - asiente confundido.
- ¿Hablar de qué amor? - sonríe, y acaricia mi rostro. Siento que lo mejor sería dejar las cosas como están, pero no pienso seguir así.
- De Eric - digo seriamente, su expresión cambia. Besa mi frente y sujeta mi mano.
- Ya te dije que yo no tengo nada ver - dice esta vez serio.
- Pues el comisario no piensa lo mismo - le fulminé con la mirada.
- ¿Qué te dijo? - preguntó tranquilo, seguía sin entender aquella reacción, estaba actuando de una manera muy normal, restándole importancia a todo.
- ¡Faruk! - grité agobiada - Perdona, no se si debería llamarte Eric - solté encarándole - ¿Cuándo pensabas decírmelo?
- Amal, tranquilízate ¿Quieres? - acercó su mano a mi, pero la aparté enfadada. ¡¿Que me tranquilice?! No sabe que ahora mismo estoy de todo menos tranquila.
- Faruk, me dijiste que me habías contado todo tu pasado y ahora me tengo que enterar por otra persona. Tu no sabes lo que me duele esto - las lágrimas no tardan en aparecer, él sigue mirándome con tranquilidad. Deberas que no entiendo su reacción, esta muy tranquilo.
- Amal, déjame explicarte - pidió esta vez algo más serio. Levanté mi mirada y sentí más ganas de llorar. El nudo que se me había formado en la garganta no era normal, mis pies flaqueaban y mi cabeza daba vueltas. Estaba realmente dolida.
- No sé si quiero volver a escuchar nada más que salga de tu boca - dije aunque realmente si quería escuchar su explicación, mi orgullo no me dejaba.
- Mira Amal, enfádate si quieres, ya estoy harto de ir detrás de ti y además no me des la opción de explicarte las cosas. Enfádate, estas en tu derecho, pero no esperes que yo no me enfade también - soltó algo enfadado y se fue a nuestra habitación. El sentimiento de culpa no tardó en llegar a mi, me había comportado como una niña de tres años.
Tiene razón, tengo que dejar que se exprese, que se explique. Escuchar su versión de la historia, pero la impotencia me consumió hasta el punto de solo querer echarle en cara lo dolida que me siento. Estoy ya harta de los dolores de cabeza, de las discusiones y de los dramas ¿Acaso no podemos ser una pareja normal, sin disgustos cada dos por tres? Creo que la respuesta a esta pregunta es clara, ¡No!
Bajo las escaleras hacia la cocina y al llegar me encuentro todo decorado con globos, encima de la mesa se encuentra una tarta, leo lo que pone y entonces recuerdo que es mi cumpleaños. Olvidé que hoy oficialmente ya podía decir que soy mayor de edad. Pero al momento, volví a sentir ese sentimiento de culpa, que me carcomía. Joder, ¿Por qué siempre tengo que destrozarlo todo?
Las ansias de zamparme esa tarta hicieron que pasara mi dedo por ella y sacara un buen pedazo de nata. No podía celebrar esto sola y menos sabiendo que estamos peleados, miré hacia las escaleras y me armé de valor tirando todo mi orgullo por los suelos. Las subí tan rápido como las bajé, y al llegar a la puerta piqué, aunque no recibí respuesta.
- ¿Puedo? - dije asomando mi cabeza dentro. Faruk se encontraba en la ventana, fumando. Asintió y vi como tiraba el cigarrito.
Se sentó sobre la cama y yo me acerqué a él, hasta quedar enfrente.
- Amor, siento mi comportamiento tan infantil - me siento sobre la moqueta y él me sonríe.
- Te vas a resfriar - advierte con un amago de sonrisa.
- Lo sé, pero ahora mismo solo quiero que me cuentes todo, ¿Te parece? - sujeta mi mano y esta vez si sonríe del todo. Sus dos manos se colocan en mi cintura y me eleva - ¿Qué haces? - pregunto curiosa.
- No quiero que mi mujer se resfríe - sonrío ante su respuesta y me coloca sobre su regazo - Amal, que sepas que no te conté lo que te voy a explicar ahora, porque no creí que seria algo relevante en nuestras vidas - empezó - Bueno... Sí, sí me llamo Eric, aunque supongo que eso es cosa del pasado. Este fue el nombre que mi madre me puso, con el cual me bautizaron y el que tuve hasta que cumplí mi mayoría de edad. Mis padres son españoles, ateos y por ello tenía ese nombre. Nada más dejé mi casa, y Redwan me adoptó, entré en contacto con el islam; me causaba mucha curiosidad, ¿Por qué me cuidaban y querían sin recibir nada a cambio? Ellos me dieron la infancia que nunca tuve, me enseñaron lo que era el amor de la familia y sobre todo me hicieron muy feliz. Así que la curiosidad crecía en mi, me hacia muchas preguntas, tenía la necesidad de saberlo todo - una sonrisa se escapa de mis labios - Está claro que me costó mucho ser un buen musulmán, ya que con apenas dieciséis años, lo único que quería era salir de fiesta - su mirada se enfocó en mi y me dedicó una de sus preciosas sonrisas - Entonces me puse Faruk, para empezar de verdad una nueva vida y ser una persona diferente - me volvió a sonreír.
- ¿Qué pasa que sonríes tanto? - pregunto divertida.
- Saqué el nombre de una serie turca que no paraba de ver mi madre - dijo riendo - Era el protagonista de la serie y todas las chicas se morían por él, de echo cuando decía que me llamaba así, las chicas me decían, ''Ay pero si te llamas como el turco de la tele'', ligaba mucho - añadió mientras ríe y yo algo molesta pego con ganas en su abdomen.
- No me interesa si ligabas o no - dramatizo intentando aguantarme la risa.
- A ti también te encantó el nombre y lo sabes - me intenté levantar, pero me sujetó fuertemente del cuerpo - Aceptalo, soy tu perdición - niego intentando no partirme de la risa, aunque no me aguanté mucho y acabé riéndome como una loca.
- Te quiero - me abracé más a su cuerpo y respiré hondo aliviada.
- Feliz cumpleaños princesa - sus labios se posaron sobre mi pómulo derecho, dejando un casto beso.
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¡Mis fieles! Esta semana me he tomado unas ''vacaciones'' y me fui de escapada por allí, así que no he tenido tiempo de escribir. Sorry hbibas. Recordad que siempre os compenso, aunque creo que esta historia está apunto de darnos un final.
pd: Ya somos más de 100 seguidoras y la historia ha llegado a los 4k. Gracias a todas y bienvenidas a la familia.
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INTERESES© - muslima_letters [Completa] [Editando]
Romance«No dejes nunca de luchar, esta vida no esta echa para cobardes» La vida de Amal, cambia de una día para otro, todo le iba mal, pero las cosas empeoraron cuando la enfermedad de su padre lleva a su hermano a meterse en líos de mafias, pero... ¿Puede...