CAPÍTULO 26 «editado»

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Sus manos acariciaban mi cabello con dulcura, y mientras su aroma inundaba la habitación, yo intentaba que no se diera cuenta de que estaba despierta.

Sus labios empezaron a repartir besos sobre mi rostro y una risita se escapó de mis labios.

Mmm...— gemí intentando sonar quejica. Pero creo que solo conseguí hacerle saber lo mucho que me estaba gustando su tacto.

—Sabía que no estabas dormida— su voz ronca me eriza todo el vello de mi cuerpo y su risa hace que desee ser yo el motivo de ella. —Despierta— vuelve a intentar aunque esta vez no logro parar mi incontrolada risa, al notar sus dedos sobre mi barriga, haciéndome sentir cosquillas.

—Para— suplico sin parar de reír.

Sus cosquillas pasan de ser graciosas y empiezo a sentir dolor.

—¡Para!— esta vez deja de tocarme. Le sonrío para hacerle saber que estoy bien y borre esa cara de preocupación.

Sonrió de vuelta y deja caer todo su peso sobre la cama.

—Buenos días— susurra sin borrar aquella dulce sonrisa.

—Te veo muy feliz— me inclino quedando muy cerca de él, observando sus perfectas pestañas.

—Lo estoy— voltea a mirarme y vuelve a centrar su mirada en el techo —¿Sabes? Has conseguido que mi vida de un cambio de trescientos sesenta grados— su vista se vuelve a posar sobre mi y sonríe inconscientemente —Has conseguido que ese Faruk frío, controlador y triste se convierta en éste hombre que lucha día sí y día también por sólo lograr ver una de tus sonrisas— respira hondo.

»—Jamás pensé que llegaría a alcanzar la felicidad, a querer a alguien, a enamorarme. Jamás pensé que dejaría todo ese mierda mundo en el que estaba metido y mucho menos jamás pensé que mi corazón llegará a pertenecer a alguien— una sonrisa se dibuja en mis labios, le miro y no puedo evitar fijarme en el brillo de sus ojos —Amal, has sido lo mejor que me ha pasado en esta vida y sobretodo me haces muy feliz— una lágrima de emoción amenaza con salir y cuando mi mente viaja al momento en el que pensé que Faruk había muerto, cae sin más.

Alhamdulilah' (Gracias a Allah)— susurro en ese momento y me abrazo a él —Te quiero mucho— le sonrío y siento como me apreta más a su cuerpo.

El tiempo se para y en ese momento sólo puedo pensar en una cosa: Él.

Las horas se vuelven minutos, los minutos segundos, y los segundos pequeños instantes que disfruto al máximo. Este hombre consigue parar todo mi mundo y ponerlo patas arriba con tan sólo su presencia.

***

Me sonrisa se ensancha, al escuchar su propuesta.

—Y ¿Qué me dices?— pregunta entusiasmado y ruedo los ojos al cielo.

—No sé Faruk, no quiero volver a pasarlo mal— digo recordando mi aborto, aquella horrible situación en la que me vi, sin él.

—Como quieras, solo piénsalo— me guiña un ojo y se va dejándome con todo el dilema.

La primera vez que quedé embarazada fue un accidente, el mejor accidente de mi vida. Me sentí muy feliz, estaba llena y esperaba a ese bebé como si de una bendición se tratase. Pero ahora... Después del aborto, no estoy muy segura. Tengo miedo, mucho miedo. Miedo de que, por culpa de mi poco control hacia mis emociones, acabe con la vida de un pequeño. Miedo a volver a perder aquello que jamás tuve y emocionarme esperando algo que nunca llega.

Ay Diosito— susurro agobiada, cogiendo mi móvil.

Observo la pantalla de bloqueo llena de mensajes, abro el móvil presionando sobre la huella y entro en mis mensajes.

INTERESES© - muslima_letters [Completa] [Editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora