Jhon el chico que desde hace mucho tiempo me gustaba.
Él era ese refugio en el cual quería estar sin importar lo que pasara.
Pero tal vez ese gran amor que le tenía se volvería en mi perdición.
Él llegó a llenar cada vacío que había en mi sin imagi...
-Mamá digo al entrar a su habitación, con pasos cortos y un poco nerviosa. Mis manos ya amenazaban con temblar.
- ¿Dime? dice al quitarse los lentes y poner su mirada fija en mí.
- ¿Que tal te párese Jhon? Digo al sentarme de en su cama.
-Pues no me interesa para ti. Para ser sincera es demasiado guapo ¿No crees? ¿Como se fijó en ti? No creo que salga solo contigo, solo diré que tengas cuidado Sharol, eres muy ingenua.
No puedo creer que mi madre pienso eso. Cada palabra que salió de su boca fue como un puñado, más que en mi autoestima, en mi alma. Me dolía que pensara que soy tan poco, y que él no estaría conmigo por interés. En el fondo de mi solo pensaba que diría cosas buenas.
Respire profundo, era la primera mentira que le decía.
-Me dejas ir con Charlot a una finca con sus padres este fin de semana ¿Sí? Digo con la voz entre cortada.
- ¿Charlot? ¿La hija de los Gilbert?
-Si mamá, mi mejor amiga, quiere que pase este fin de semana con ella, no quiere aburrirse.
-Está bien, igual voy a estar en la fiscalía averiguando cosas de tu hermano. Ha avanzado su caso, y eso me tiene muy...
-Descansa mamá, si en dos años no han encontrado nada menos ahora ¿No crees? Odiaba la sombra que mi hermano dejo en nosotros, cuando se fue solo dejo oscuridad en mi hogar, y lamentablemente nadie da luz en esta casa.
-No empieces Sharol, vete mejor antes que llegue tu padre. Dice mi madre casi echándome de su habitación
7:00pm Empaque dos mudas de ropa mi traje de baño y me fui antes que llegara mi padre. Me fui caminando con pasos cortos, dejando que viento moviera mi cabello, sentía paz, porque Jhon me la da.
-Lo lograste, dijo al verme. Me envolvió en sus labios, algo que me hizo sentir más segura. Le sonreí de vuelta, abrió la puerta de su auto, le di una sonrisa y subí.
10:00pm Al llegar, estaba haciendo mucho frío. Me quede perpleja al ver lo grande que era.
-Aquí se podría mudar mi vecindario, y aun quedaría espacio para nosotros. Dije antes de entrar.
-No creas, agradezco que solo estemos tu y yo. Me cubrió con su brazos, haciéndome sentir cálida. - Estos días te haré la mujer más feliz del mundo.
-Estoy segura de eso. Entramos y deje mis cosas en la sala principal, que daba al frente de la cocina. Apague mi teléfono, no quería que nada interrumpiera mi felicidad. Además, no daba muy bien la señal. Observo a Jhon desde el sofá, quien estaba preparando la cena. El ambiente estaba muy frio, la calefacción ayudo a que me calentara un poco. Estaba agradecida con la vida al tener a alguien como Jhon cerca de mí.
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Estaba deseando tener esa espalda en mis manos. Pero debía controlarme. Solo admiraba su belleza, tanto física como internamente. Me sirvió la cena y nos sentamos en una pequeña mesa que estaba en la cocina.
-Te quedo delicioso, dije al comer el ultimo bocado.
-Mañana te toca a ti linda. Dijo mientras sonreía.
Ya eran casi las 12am, mis ojos empezaban a pesarme un poco.
- ¿Dormiremos juntos? Pregunte mirándolo de una manera provocativa.
-No. dice mientras se muerde él labio inferior. -No creo que sea muy conveniente que durmamos juntos. Aparto su mirada de mí y llevo los platos a la cocina.
Me volvía loca cada parte de él. Me dejo poco después en su recamara. Se despidió con un beso en la frente. -Descansa pequeña. Quedé algo decepcionada, pensé que dormiríamos juntos, como lo hicimos en la despedida de verano. No quería tenerlo lejos de mí, no ahora que lo puedo tener tan cerca.
Recorrí cada rincón de esa habitación, abrí su closet y tomé una de sus camisas. Todavía llevaba su perfume, me di una ducha caliente y me puse su camisa. Quería dormir con algo de él cerca de mí, para poder sentir su presencia. Me acosté, pero esa cama quedaba muy grande para mí, no me podía quedar dormida. Sentía que algo o alguien me faltaba; así que decidí levantar e ir a buscar a Jhon. Esto era más fuerte que yo, no me dio tiempo de pensar nada. Solo estaba ahí, perdida en el pasillo, entre tantas habitaciones buscando el aroma de su piel.
-Me perdí, dije cuando lo vi deambulando por la casa. Alargue mis pasos hacia cualquier parte, ahora quería estar lejos de él.
- ¿Segura? Dice mientras me sigue.
Mi corazón empezó a palpitar más fuerte cuando empecé a sentir su aroma, y sus paso siguiéndome. Me detuve, y estábamos en la cocina.
- ¿Qué haces con mi camisa? Dice mirándome de arriba hasta abajo.
-Me queda mejor a mí. Dije mirándolo fijamente. Pero no era una mirada cualquiera, era una mirada diferente. Una mirada de deseo, pasión. Ganas de tenerlo cerca de mí.
Me toma de la cintura, me miro por unos segundos, como si fuera algo irreal. Jugueteo con nuestros labios, estaba tan cerca, que podía sentir su aliento mentolado en mí. Me miró fijamente, como si tratara de pedir permiso para besarme. Abrí levemente mis labios y me beso.
Me toma de los muslos, haciendo que enrede mis piernas en su cadera, fue un instinto. No dejaba de besarme, pasaba de mis labios a mi cuello, haciendo que me llenara de deseo. Que me sintiera tan llena y a la vez vacía, con ganas de que me hiciera suya. Pero se apartó de mí. Dejándome así, con este deseo que solo él podía apagar o volverlo más intenso.
Lo mire fijamente llena de dudas, no quería que se apartara, lo quería a él. Hoy más que nunca. Y en este momento no hay espacios para inseguridades, ni arrepentimiento.
