–Pero es mejor que te vayas Matías, dije al levantarme. -Por favor, supliqué.
-Si cambias de opinión aquí te dejo mi número, me da un corto beso en los labios y suelta mi rostro lentamente antes de irse.
Resistí, quería gritarle que se quedara y me envolviera en sus labios. Pero no podía hacerle esto a Sharol, es amigo suyo, no mío.Le timbré varias veces a Sharol, le envié mensajes, pero no tenía respuesta alguna. Quería saber si lo que está a punto de hacer era aceptado por ella. No sabía cuándo tiempo resistiría sin llamar a Matías. Tal vez suene precipitado, y claro que no es amor, es atracción física, es muy guapo y hace mucho tiempo que un hombre no se fija en mí, y no me dice aquellas cosas que dijo Matías. Me sentía diferente cuando lo bese, y algo en mi me decía que estaba mal, pero a veces el deseo puede ser más fuerte que cualquier otra cosa. En este caso, la amistad. Pero no haría nada malo ¿Verdad? Ellos no tienen nada más que una amistad.
Sharol
La casa de mi padre era muy bonita. Y se sentía un ambiente tranquilo y muy familiar.–Bienvenida dice la esposa de mi padre.
–Gracias señora Margot.
Subí a la que sería mi habitación y tenía una hermosa vista. La cual me hizo sentir más tranquila.Apague mi celular, no quería ser molestada por nadie. Y cuando digo nadie, hablo de Jhon, aun sabiendo que no me escribiría. Y aun más de Matías, no quería tener a alguien cerca de él, cerca de mí.
La alberca se veía deliciosa. No podía creer lo linda que era esta casa a comparación de la mía. Me puse un traje de baño y bajé. Me introducir en el agua, mientras dejaba que mis pensamientos se esfumaran. Me sentí viva, libre, me sentía yo.
–¿Necesitas algo hija? Dijo mi padre sacándome de mi estado de relajación.
–No papá, estoy bien. Gracias por preocuparte.
–No hija, no estás bien. Por algo viniste a buscar a tu padre. Ven cuéntame. Dice sentándose en una silla.
Salgo de la alberca y tomo una toalla, me abrigo con ella y me siento a su lado. –Solo quería pasar algo de tiempo contigo.
–Se que odias subirte en un avión, odias alejarte de casa. Quieras o no, odias estar lejos de tu madre.
–Si papá, tú eres el único que realmente me conoce. Pero sabes, he cambiado y lamentable mente tu no estuviste ahí para verlo.
–Lo sé, pero las circunstancias de la vida hicieron que nuestra familia fuera destruida. Lo único bueno es que estas tú y quiero que sepas que me siento muy, pero muy orgulloso de tenerte como hija.
Le di un fuerte abrazo y pude sentir como cada parte de mi ser se unían nuevamente. Eran aquellas palabras que tanto necesitaba.
–Te amo papá.
–Te amo aún más cielo. –Me aparta de él. –Te doy un consejo, lucha siempre porque amas, no importa quien esté en contra. No te gastes tu vida tratando que los demás sean felices, primero se feliz tú.
Le di una sonrisa y lo abrazo fuerte. Jamás quería soltarme de sus brazos y volví a ser como una niña pequeña refugiándose en esos fuertes brazos de su padre.
–Lucha por todo aquello que te haga feliz. Verás que al final todo valdrá la pena.
–Me dices estas cosa como si conocerás todo lo que me ha pasado.
–Todo está reflejado en tus hermosos ojos, mi princesa.
Sonreí. –Espero que puedas estar el día de mi graduación.
–Prometo estar ahí. Dice antes de marcharse.
Sentía que había sido liberada de un gran peso. La mejor manera de estar bien conmigo misma era perdonarme y perdonar.
Y aunque antes no lo entendía el amor es el único que es capaz de transformarte, repararte o arruinarte y yo misma debía tomar la decisión de que quería que él hiciera conmigo.Me quede observando un par de horas el cielo, tratando de entender que seria y quien sería lo mejor para mí.

ESTÁS LEYENDO
Jhon
RomansaJhon el chico que desde hace mucho tiempo me gustaba. Él era ese refugio en el cual quería estar sin importar lo que pasara. Pero tal vez ese gran amor que le tenía se volvería en mi perdición. Él llegó a llenar cada vacío que había en mi sin imagi...