Jhon

Capitulo 21

Lían cierra la puerta y yo me quedé ahí observando mientras mi padres se echan la culpa de lo sucedido. Me quedo llorando al pie de su habitación, creo que pasaron horas mientras me quede esperando su regreso, después llega un oficial.

-¿Residencia de Lían Wilson? Pregunta cuando abren la puerta.

-Si, ¿Que hizo? dice mi madre.

Me quedé sin respirar apenas vi a ese oficial, sabía que algo malo había sucedido. Es como si tu cuerpo se detuviera por un instante.

-Lían ha sufrido un accidente. Fue arroyado, y lamento decirle que no se pudo hacer nada para salvarlo, cuando la ambulancia llego el ya no tenía pulso.

Mi madre inmediatamente de desmaya.

Era apenas una adolescente, y entendía bien lo que estaba pasando. Pero no podía asimilarlo, quería estar con mi hermano. Subí a su habitación, tomé una de sus cuchillas y comencé a cortarme las muñecas.

Fin del flashback

Al recordar todo esto tomé una cuchilla de mi baño y empecé a cortarme. Todos los momentos vividos con Lian pasaban por mi mente, y cuando sentía menos fuerzas, mis ojos se iban cerrando lentamente pude ver a Jhon, y las cosas que habíamos vividos juntos.

Veía como la sangre bajaba por mi mano y ya no sentía esa satisfacción de antes, ahora sentía que el dolor se impregnaba más en mi piel, al igual que en mi alma. Esto no me hacía sentir mejor, mi cuerpo se fue desvaneciendo poco a poco.

-Linda, ¡Sharol! No, por favor no - ¡Ayúdenme! Decía Tom mientras me acercaba a mí.

Fueron las últimas palabras que escuche antes de haber perdido el sentido.

Abrí mis ojos, los cuales los sentía pesados. Alguien me tomaba de la mano. - ¿Jhon? Pregunte antes de mirar.

-No linda, soy yo, Tom.

- ¿Qué hago aquí? Digo al mirar a mi alrededor. Mis manos estaban vendadas.

-Esta vez... Estuviste a punto de morir, dice Tom acariciando mi cabello.

-Perdón digo al empezar a llorar -Yo no quise esto. Y estoy juzgando a Jhon sin el tener la culpa, perdón. Perdón por todo.

-Tranquila nena. Su proceso sigue y probablemente salga pronto. No lo sé, aun falta, pero no quiero que te preocupes por eso.

Me sentía muy mal. Me hice mucho daño y en realidad esta vez estaba arrepentida. Como pude permitirme hacerme esto, dañarme a mí misma de tal modo.

-Quiero verlo dije al intentar levantarme de cama. Pero mi cuerpo parecía pesarme.

-Linda, no te puedes ir, te van a mandar a una clínica de reposo, dice Tom.

- ¿Que? Yo no me puedo ir a ninguna parte. Necesito hablar con Jhon. ¡No entiendes! Lo necesito.

-Cálmate, no puedes salir de aquí. Y él no podrá venir. Debes entenderlo.

-Necesito hablar con él. Entiéndeme, Tom por favor haz algo, tú siempre me ayudas no me dejes esta vez por favor...

-No puedo hacer nada esta vez Sharol. Lo siento. Lo siento mucho linda.

-Señorita en 10 minutos vienen por usted para llevarla a la clínica de reposo. Sus padres han dado la aprobación. Dice una enfermera.

- ¿Y ellos no vinieron a verme? Pregunte al ver que entro sola.

-No, lo siento. Dice al salir.

-Ya ves cuanto les importo.
No entiendo por qué sigo viva digo al empezar a llorar. -Lo he perdido todo, todo lo que me importa.

-Cariño, mírame no digas eso. Tal vez están ocupados, continúan en el proceso de Lian, debes entender no es fácil.

-Siempre está la muerte de mi hermano por encima de mí, y odio aun no poder acostumbrarme a eso.

Llegaron por mí. Y en él camino solo pensaba en Jhon. En su sonrisa aquella que me daba la fuerza de seguir adelante. Aquella persona que me enseñó a creer en el amor. Y aunque no lo tenga junto a mí en este momento lo llevo marcado en mi alma, en mi corazón, aquel que solo le pertenecerá a él. Me sentía mal... Mal por no darle la oportunidad de que me explicara como sucedió todo. Mal de dejarlo ahí solo, pero sé que él me entiende. Y me esperara al igual que yo. Lamentaba no haberle dicho cuanto lo amaba, y dejarme llevar por lo que sentí en el momento.

Llegue a ese sitio. Era apartado de todo, era un sitio frío. Y se sentía una soledad inmensa, aunque habían demasiadas chicas, sus rostros mostraban lo mal que estaban.

-Ven, esta es tu habitación dice un enfermera.

- ¿Cuánto tiempo estaré aquí? Pregunté mientras caminamos por el pasillo.

-No lo sé, cuando te sientas mejor.

Sonreí irónicamente. Tal vez eso nunca pasara.

Mi habitación era pequeña. Solo había una cama y una pequeña ventana, donde entraban los rayos del sol.

-Espero que estos días te sirvan, dice la enfermera a marcharse.

Me sentía más sola que nunca. Y era mi culpa al estar ahí, en esa habitación sin poder hablar con nadie me tenían apartada como si le hiciera daño a alguien. Y era así, me hacía daño a mí misma.

Ojalá estos días me sirvan de verdad.