Día 3

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Las clases se suspendieron por mal tiempo y cierta azabache que no dio atención al día anterior, estaba parada afuera de la escuela mientras la gran ventisca de viento se hacía presente y ella no sabía adónde ir.

Sus padres salieron junto con ella y tomaron caminos distintos por lo que su casa estaba sola y a ella se le olvidó traer su llave.

-¡Tonta yo! - se grito a si misma mientras corría ya que la lluvia se estaba haciendo presente.

Correr en una tormenta era peligroso y lo era aún más por que estaba anunciando granizo que seguro no tardaría mucho en hacerse presente.

La azabache corría sin rumbo fijó, buscando donde ocultarse pero todos los negocios estaban cerrados.

-¡Rayos, rayos, rayos! - iba gritando hasta que se detuvo y se tiró en el suelo ya que un pedazo de chapa acababa de pasar volando.

Éso era horrible, su suerte no podía ser peor.

Y como si el destino la odiase, un gran estruendo y un resplandor de luz cegador se hizo presente.

La ahora pálida y asustada chica estaba comenzando a lágrimas mientras su corazón palpitaba a mil por hora por el rayo que acababa de contemplar.

Quería correr antes que empeore pero no sabía donde y del mismo miedo, su cuerpo no le respondía.

-Idiota.

Alguien la tomó de la mano y ella se volteó asustada pero no pudo reaccionar a tiempo ya que la metieron adentro de un auto.
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En la mansión Agreste.

Adrien estaba en su habitación, jugando al metegol con Plagg el cual le iba ganando.

-Ya rindete niño, acepta que soy mejor y comprame los 100 kilos de queso que prometiste.- dijo el kwami y el rubio gruño.

No sólo le doleria a su billetera sino que se metería en problemas con Nathalie así que no debía perder, después de todo, 359 goles más y empataban.

El celular del chico sonó haciendo que Plagg se asusté, el rubio aproveché para anotar un punto y el kwami lo acuse de tramposo mientras atendía el celular.

358 más y empatan, falta uno menos que antes.

-¿Hol...

"-¡Adrien!"

Oyó el grito de su amiga de su infancia y casi tumba el celular.

Suspiró profundo y lo puso en la otra oreja.

"Adiós oído izquierdo, te voy a extrañar."

-¿Qué sucede Chloe?

"-Nada importante, sólo te quería decir que yo, la gran y bondadosa Chloe Bourgeois, reina de París, acaba de hacer algo bueno. "

Tras oír éso el chico se sorprendió pero sonrió.

-Que bien, ¿qué fue lo que hiciste? - preguntó con clara curiosidad de que habrá hecho su amiga ahora.

"-Verás, cuando venía a casa, mi chofer vio a un alma en pena en la lluvia y como soy bondadosa la metí a mi auto a la fuerza y ahora la tengo encerrada en mi habitación. "

-¡No! Chloe, éso es un delito llamado secuestro. - dijo claramente asustado por la locura que hizo ahora la rubia.

"-No te preocupes, era broma.
Verás, a la persona que encontré fue a la panadera, la torpe no tenía donde quedarse y como reina de París, la acogi como mi sobordinada."

El rubio suspiro aliviado, al menos Chloe no cometió ningún delito... aún.

-¿Cómo está Marinette?

"-Asustada. Ya que casi le cae un rayo."

El chico palidecio y una descarga electrónica le recorrió el cuerpo.

-¡¿Qué?! ¡Voy para haya!

"-¡No, espera, no vengas que está llovien..."

Cortó la llamada y miró a su kwami el cual suspiro profundo.

-Sólo diré que detesto el agua.
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Con Chloe y Marinette.

La azabache estaba con las mejillas sonrojadas mientras su rival estaba burlándose de ella.

-¡Jajajajajajajajaja! ¡Esto... esto es oro puro! ¡Jajajajajajajaja! Al menos ahora si tienes estilo ¡Jajajajaja!

Marinette tomó un baño y como era de esperarse, al no tener ropa, Chloe le prestó la suya por lo que ahora estaba vestida como Chloe.

Un nuevo nivel de humillación se agregó a los records personales de Marinette.

-¡Como sea! Quiero darte las g... gra... gracias por ayudarme.

La rubia dejó de reír y fruncio el ceño.

¿Tan difícil era darle las gracias de forma normal?

-¡Marinette!

Un grito llamó la atención de las dos chicas para ver como Adrien se metía por la ventana... ¡¿Por la ventana?!

-¡¿Estas bien?! ¡¿No te pasó nada?! ¡¿Qué haces Chloe?! ¡Llama a un doctor que se nos va!

Las dos chicas se miraron entre si por un momento y sacudieron la cabeza.

Era mejor no preguntar cómo se metió por la ventana si estaban en el pisó ¿30? Ni ellas lo sabían.

La peliazul sonrió y negó con la cabeza para que su amigo se calme.

-Calma Adrien, estoy bien. Chloe me ayu... ayud...

-¿Ayudó? - preguntó una fastidiada Chloe, por la situación.

-Éso mismo. - respondió la azabache mientras el chico suspiraba aliviado.

"Un momento ¡¿Me acabo de meter por la ventana apenas me detransfore?! ¡Rayos! Espero que no se hayan dado cuenta. "

Y se dio cuenta de lo que acababa de hacer por la preocupación.

Definitivamente no se lo diría a Ladybug y sobornaria a Plagg para que no hablé.

Adrien notó algo diferente en Marinette y la miró detalladamente.

¿Ésas ropas eran de...

El rubio se llevó una mano a su boca para aguantarse la risa pero le fue inútil y empezó a reír como nunca antes.

-¡Jajajajajajaja! Lo siento... no me quiero reí... ¡Jajajajaja!

La azabache nuevamente se sonrojo y puso otro nivel de humillación a su lista.

Día tres y Adrien estuvo muy preocupado por Marinette.

¿Qué tan preocupado estará más adelante?

Continuará...
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¡Hola!

Van cuatro capítulos y se me hace que van más pero en verdad no llegue ni a la mitad ¡Yei!

Espero que les haya gustado el capítulo.

Gracias por su tiempo.

Volveré...

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