Día 19

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Marinette iba a la escuela con su mente algo perdida, recordando lo que pasó ayer.

El maestro Fu estaba borracho así que pudo haber mentido para burlarse un poco de ella.

Un par de manos le taparon los ojos, y sonrió.

-Adivina quien soy.

Ésa persona tenía guantes y por la voz, era obvio que era Adrien, pero...

-Ya basta Chat, no estoy de humor.

La persona de atrás se tenso, haciendo que la azabache ría ligeramente.

¿Cómo es que fue tan tonta para no darse cuenta?

Bueno, Adrien y Chat noir son como dos opuestos, pero mientras más cercana se iba haciendo a Adrien, más iba viendo a Chat noir pero lo negaba por su ciego amor.

-Chat noir, sueltame. - pidió la chica, con una sonrisa.

Como tenía ganas de ver el rostro de Adrien en ése momento.

-¡No! Mi no ser gato negro, mi ser... ¿gato blanco?

La ojiazul dio un pequeño suspiro, burlándose de ella misma.

Rechazo innumerables veces a Adrien, sin darse cuenta y al final, ella fue rechazada dos veces por él.

Tomó las manos del chico, las sacó de su rostro con dificultad, e hizo que la abrace, mientras recargaba su nuca en el pecho de él.

Tenía tantas ganas de decirle toda la verdad, pero ya era muy peligroso con que ella lo sepa.

-Tranquilo Adrien, sólo te estaba gastando una broma. - explicó.

Adrien la miró confundido.

¿Desde cuándo Marinette era tan pegada a Adrien hasta el punto en hacer que la abrace?

"Las mujeres, tienen días en los que son distintas por la visita de Andrés."

Recordó ésas palabras de Plagg que etiqueto como falsas en aquel momento, pero ahora lo hicieron fruncir el ceño.

¿Quién era ése miserable de Andrés que juega con las mujeres una vez al mes y ahora se atrevió tocar a SU Marinette?

A partir de ésa noche, Chat noir dormirá en el balcón de Marinette para que ése desgraciado no se acerque a su amiga.

Marinette sonrió ligeramente.

Ella, era tonta y lo admitía, pero también tenía su lado... travieso, por así decirlo y como tenía sospechas de que a Chat noir últimamente le llamaba la atención Marinette, iba a molestar un poquito a Adrien.

-¿Adrien?

-¿Si?

El chico salió de sus pensamientos.

Luego iba a seguir pensando en cómo comprar un rifle online.

-Sé que el otro día dije que me gustabas pero... fue un error...

El mundo del ojiverde se empezó a derrumbar, tanto como los dientes de ése tal Andrés lo harían cuando lo encuentre.

-Me gusta alguien... no, amo a alguien más y voy a luchar con todo para ser correspondida. - afirmó, soltando a su amigo, para darse media vuelta y hacer un esfuerzo sobrehumano para no reír por el rostro tan yandere que tenía Adrien en ése momento.

Ojalá que no vaya a aparecer un akuma por su culpa.

-Dejame adivinar, es Andrés ¿verdad? - preguntó y los colores se subieron al rostro a Marinette.

Por un momento pensó que hablaba de "ésos" días, pero seguro que era imposible.

Después de todo, sí fuese así, significaría que Adrien confunde a Andrés con una persona y nadie es tan idiota.

-Nopi.

Tocó la nariz del chico, que parecía querer morderle el dedo del mismo enojó.

-Es un secreto. - dijo con una gran sonrisa, antes de ir corriendo a la escuela.

Ésa era una salida inol...

-¡Ah!

Y se tropezó con sus propios pies mientras Adrien se acercaba a ayudarla.
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Con Alya.

La morena estaba de brazos cruzados, en el baño de chicas, y con sus ojos algo rojizos.

Nathaniel, ésa mañana al llegar a la escuela, le dijo algo sumamente importante que casi hace que lo golpe, pero Chloe llegó y afirmó que lo que dijo el chico, era verdad.

Ése era el último mes.

-Tonta Marinette, no puedo creer que no me lo dijo. - exclamó, con la horrible sensación de no poder hacer nada.

Nathaniel sólo lo sabía por que su padre era el doctor que atendió a la ojiazul y el primer día, la vio irse por los pasillos del hospital, con la mirada llena de miedo y lágrimas que se asomaban.

Ya habían pasado tantos días y ella recién se enteraba.

Bien que al inició no le iba a dar mucha importancia, sólo sentiría lástima, pero ahora...

Ahora todo era diferente.
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De regreso con Adrien y Marinette.

El rubio se apuró en atrapar a Marinette, la cual casi cae.

-¿Estás bien? - preguntó y su corazón se aceleró.

De pronto, el rostro de Marinette lucía muy pálido y su respiración se sentía agitada.

Por un momento, por un bello momento, él se había olvidado de ése problema.

Se había olvidado que pronto, por ésos grandes ojos azules, tendría que traicionar a la persona por la que dio tantas veces su vida.

Tendría que enfrentarse a Ladybug, por una vida que para él es mucho más importante que la de ella.

-Sí... es sólo que no desayune por falta de hambre y... creo que me hizo mal.- respondió la azabache, sintiendo dolor en sus brazos ya que el chico, estaba oprimiendo con fuerzas.

¿Ahora qué le pasaba a Adrien?

¿Seguía enojado por decirle que le gusta alguien más?

¡Objetivo de celos logrado!

Pero enserio, éso le estaba doliendo.

-Adrien, me lástimas, sueltame, por favor. - pidió, intentando sonar calma para no alterarlo.

El rubio reaccionó y soltó a la ojiazul que se froto los brazos.

Adrien miró a todos lados y se fue corriendo.

-¡Ya vuelvo, voy a comprar algo para que comas! - gritó y ella se sorprendió.

-¡No, no es necesario, es que estoy a die...

No valía la pena, Adrien se había ido a un kiosco a comprarle algo para que coma.

Ése chico... ¿cómo es que nunca sospecho que era Chat noir?

Sí no fuese tan terca y oía las locas teorías de Alya, en éste momento tendría novio... como Ladybug. 

Marinette suspiro profundo y miró al cielo, del cual caían pequeños copos de nieve.

-Ya van 19 días... el tiempo, se está por terminar...

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¡Hola!

Casi me olvidó que dije que hoy la actualizaba y escribí esto lo más rápido que pude ya que hay mal tiempo y puede cortar la luz en cualquier momento.
Me disculpó si encuentran muchos errores por la escritura rápida.

Espero que les haya gustado el capítulo.

Gracias por su tiempo.

Volveré...

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