Día 9

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Un nuevo día se hacía presente y la ojiazul tachó otro día de su calendario antes de mirar a un espejo y ver algo de ojeras en ella.

Ése día sería la propuesta y no podía andar desanimada.
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Marinette llamó a Adrien a un lugar donde puedan hablar a solas y el chico la siguió con una sonrisa.

-¿Qué necesitas Marinette? - preguntó mientras ella se veía algo tímida.

Era ahora o nunca.

La chica tomó una gran bocanada de aire y soltó con los ojos cerrados.

-¡Por favor, ten una cita conmigo!

Adrien se sorprendió por la... bueno, ordenó más que petición, pero sonrió.

-Claro ¿por qué no? ¿Mañana te parece bien? - le preguntó y la chica lo miró con decisión.

-¡Si no vas a aceptar entonces quiero decirte que te am... ¿qué? ¿Acercabas de aceptar? - preguntó incrédula y Adrien asintió.

-Si, mi padre me dijo que si tu me invitabas a algún lugar, que cancele mi agenda y acepté ir contigo. - explicó sin darle mucha importancia al asunto y la mirada de Marinette se iluminó.

"¡Gracias Gabriel, eres el mejor futuro suegro del mundo!"

-¡Claro! Mañana será nuestra primer C-I-T-A oficial. - resaltó la palabra "cita" con alegría.

No podía creer que estaba tan alterada por algo tan sencillo.

-¿A dónde vamos a ir si puedo saber? - preguntó Adrien con una sonrisa que hizo a Marinette estremecer y reprimir un grito de alegría.

-Mañana al anochecer, habrá una lluvia de estrella fugaces ¿qué tal si vamos a ésa colina que está a media hora de aquí?
La Torre Eiffel va a estar llena al igual que otros lugares así que ése es el mejor lugar... además te quiero decir algo muy importante. - lo explicó todo fríamente calculado y el chico asintió mientras se daba media vuelta para irse.

-Entonces mañana las iremos a buscar con Nino.

-Si, las espera... ¡Espera! ¿Qué?

¿Oyó mal o Adrien dijo con Nino y las buscaremos?

No, no había manera, seguro era una confusión de ella por la emoción.

-Acabo de invitar a Nino y Alya para que sea más divertido. - dijo el chico mostrando su celular y Marinette pudo jurar que una parte de ella fue arrastrada por el viento invernal.

-P-pero... yo quería estar a solas contigo. - susurro con tristeza y algo de ganas de llorar.

No era justo que cuando al fín se atrevía a invitar a Adrien a una cita, él quiera que sea una salida en grupo.

El rubio se acercó y le acarició la mejilla, provocando que ella se sonroje.

-Es que todos juntos será más divertido. Quiero salir con mis mejores amigos. - explicó con una gran sonrisa mientras Marinette sonreía con debilidad.

-Está bien, entonces una cita en grupo será. - se resignó mientras Adrien se iba y ella se refregaba los párpados con sus manos.

¿Por qué sus ojos ardían?

Ella estaba feliz de que Adrien esté feliz así que no debía estar triste.

-Vamos Marinette... no seas tonta. Él aceptó y éso es lo único que importa, no es como si te le declarases cuando te estás por ir, éso si sería muy triste...

La voz de la azabache se cortó mientras empezaba a llorar.

Al fín reunió valor y por primera vez quiso ser directa pero el destino de alguna manera le ponía las cosas difícil.

Siempre sonreía, siempre ayudaba a los demás, aceptó ser la amiga de una de las personas más molestas del mundo, aceptó ser la heroína de París siendo una chica torpe y... ésa era la primera vez que se sentía así.

¿Por qué?

-¿Por qué lloras idiota? Él aceptó así que no veo el problema.

La azabache se volteó y vio a Chloe de brazos cruzados.

Ahora era Chloe quien la veía llorando a ella.

-¿Por qué Adrien no me toma enserio? ¿Por qué no se da cuenta que me gusta? ¿Por qué sólo puedo ser su amiga? - preguntó mientras Chloe gruñia molesta.

-¡Ash! Vaya que eres una tonta. Si Adrien no hace más que verte como una amiga, nadie más que tu tiene el poder para cambiar éso. Mañana te declaras y si él te rechaza, yo me haré cargo de golpearlo en su debido momento ¿Feliz? - finalizó mientras Marinette que seguía llorando, sonrió.

La rubia volvió a dar un suspiro molesto.

-Si le dices a alguien de esto, date por muerta pequeñuela.

Extendió sus brazos a los costados con su rostro sonrojado y Marinette se acercó a ella para abrazarla.

Chloe tenía cara de ascó mientras le daba palmaditas a la espalda de Marinette la cual había dejado de llorar.

¿Por qué se tenía que hacer cargo de una bipolar que no le caía bien?

Mientras las dos rivales se abrazaban, cierto chico pelirrojo las veía de lejos con una sonrisa antes de darse media vuelta e irse.
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Con Alya y Nino.

Nino le contó a su novia sobre que aceptó ir a una cita grupal con Adrien y Marinette y como que Alya no se lo tomó muy bien.

-¡¿Qué hiciste que?!

-¡Lo siento, lo siento, lo siento! ¡Yo no sabía que Marinette quería tener una cita a solas con Adrien!

-¡¿Por qué otro motivo la tímida Marinette le pediría una cita?! ¡Ven aquí mocoso que te voy a disciplinar a golpes!

Nino corría a toda velocidad mientras se cubría la cabeza y Alya lo perseguía de atrás con una chancla en cada mano.

Está vez, la culpa era de Nino por no pedirle su opinión y por no distinguir lo obvio.

Y así, el noveno día se hace presente y Marinette tendrá una cita con Adrien para ver la lluvia de estrellas... junto con Alya y Nino.

¿Adrien aceptará sus sentimientos?

¿Nino será perdonado?

¿Por qué Nathaniel vigila a Chloe?

Pronto, lo sabremos.
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¡Hola!

Vaya, está historia tiene más color gris de lo que había planeado en un inició pero me gusta.

Espero que les haya gustado el capítulo.

Gracias por su tiempo.

Volveré...

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