Día 5

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Otro nuevo día se hacía presente y Chloe iba llegando a la escuela con muchos deseos de que Marinette ya esté bien para poder hacer su vida un infierno por diversión.

Realmente no le gustaban los regalos de Marinette, siempre los tiraba a la basura. No es que los guarde en un pequeño cofre que nadie conocía, no, nada de eso, ella se deshacía de los regalos tan patéticos de Marinette.

Los ojos de la rubia se nublaron y los tapó con su mano.

No iba a arruinar su maquillaje por unas lágrimas sin sentido ni valor.

Ella era Chloe Bourgeois, la reina de París y...

Las lágrimas cayeron y ella apretó sus puños con enojó.

-Tonta Marinette, te o...

-¡Sorpresa!

Al llegar a la escuela todo estaba decorado para una fiesta.

¿Era una fiesta para ella?

No, su cumpleaños fue ayer así que no podía ser.

-Felíz cumpleaños atrasado Chloe. - dijo Alya acercándose mientras grababa con un su celular y sonrió con burla. - A poco estás llorando por que tus compañeros te hicieron una fiesta sorpresa. Que nena.

Chloe se limpió las lágrimas y buscó a Adrien con la mirada  (había un payaso en la fiesta y Adrien sería el único que querría uno en una fiesta) para encontrarlo en la mesa de aperitivos.

-¡Adrien! ¡¿Me puedes explicar que es esto?!- se acercó con enojó mientras Nathaniel que estaba a lado de Adrien, se movió asustado.

-Son macarrones, ya que Marinette todavía no se siente bien, su padre nos los dio para tu fiesta. - contestó con alegría y la rubia pudo jurar que si Adrien tenía cola, la iba a estar moviendo a los lados de alegría.

Antes de que pueda reclamar algo, Kim apoyo una mano sobre su hombro.

-Vamos Chloe, ya deja de ser una amargada y celebra. Es tu fiesta de cumpleaños atrasado y no hay clases. - exclamó con alegría por no tener que entregar la tarea que no hizo y la rubia lo empujó molesta.

-¡Ya paren todos, yo odio las fiestas de cumpleaños y los odio a ustedes! - grito antes de acercarse al pastel de cumpleaños que había sobre la mesa y tumbarlo al suelo.

Todos (sobretodo Adrien) se asustaron al ver el gran pastel esparcido en el suelo.

¿Tanto odiaba las fiestas como para llegar a ése punto?

-¡Ya paren con sus niñerias y hagan algo útil con sus patéticas vidas! - grito hecha una furia antes de irse y dejar a todos en un gran silencio.

Quizás ésa no haya sido una buena idea.

-Ya fue suficiente. - susurro Alya antes de ir a buscar a Chloe.

Nino se acercó a su amigo el cual estaba triste por todo lo que paso.

-No te preocupes viejo, no es tu culpa. Nosotros debimos sospechar que algo así podía suceder siendo Chloe la festejada. - lo ánimo como todo buen amigo pero Adrien seguía con la mirada gacha.

No pudo probar ni una rebanada de pastel y ya no podía aplicar la regla de los cinco segundos.
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Chloe iba caminando por las calles de París mientras todos se hacían a un lado al verla tan enojada.

No podía creer que sus compañeros hayan sido tan infantiles como para querer hacerle una fiesta a ella.

Prefería mil veces estudiar a tener que celebrar su cumpleaños con personal a las cuales ni le importaban.

-¡Chloe!

Alguien la tomó del hombro, la hizo dar media vuelta y le dio una fuerte bofetada que la hicieron perder un poco el equilibrio.

-¡Ya tuve suficiente de tus mañas! ¡Todos pusimos de nuestra parte para hacerte una fiesta para celebrar tu cumpleaños y tu lo pagas haciendo uno de tus tontos berrinches de niña mimada y loca! ¡Te dimos una oportunidad de integrarte pero no, la reina de las mimadas no podía pasar un bobo día sin ser ella! - fue Alya quien grito con todas sus fuerzas pero Chloe no dijo nada, sólo se dio media vuelta y se fue con su mejilla algo inflamada por el fuerte golpe.

La morena al verla ir, por un pequeño momento, muy en el fondo, se arrepentia pero no iba a hacer nada.

Alguien debía ponerle un alto a las mañas de Chloe.
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Ésa noche.

Chloe suspiro profundo mientras mandaba un vídeo a todos sus compañeros diciendo que lo lamentaba.

Quizás la odien y les valga un pepino su disculpa pero aún así, por primera vez, se sentía mal por lo que hizo.

Quizás Alya era algo inestable pero tenía razón, si todos le hicieron una fiesta no era sólo para no tener clases, era por que ella les importaba aunque sea un poco.

Algo golpeó su ventana y se levantó de un saltó al ver a la heroína de París saludandola de afuera.

-¡Ladybug! - se dio media vuelta y se maquillo a la velocidad de la luz para luego ir corriendo, abrir las ventanas y sonreír.

-¿Qué te trae por aquí? ¿Otro ataque del mariposon y necesitas mi ayuda? - preguntó mientras la azabache parpadeaba sorprendida.

Ella estaba alrededor de dos horas sólo para pintarse bien los labios y Chloe se pintó los labios, se puso rubor y se puso pestañas falsas en menos de un segundo.

Aún tenía un largo camino que recorrer para ganarle a su eterna rival en el maquillaje.

-No es éso, es que... - le extendió un regalo y Chloe se sobresalto.- me encontré con una chica muy simpatía llamada Marinette la cual me suplico que te traiga su regalo y que me disculpe por ella por no poder dártelo ayer. No hago estás cosas pero como era tan linda, acepté. - dijo con una sonrisa nada humilde mientras Chloe agarraba el regalo y lo abría.

La rubia sonrió y lagrimeo un poco al ver que era un suéter amarillo que tenía una nota que decía "feliz cumpleaños loca".

Ladybug miraba con asombro como por primera vez, Chloe parecía feliz por uno de los regalos de Marinette.

Tenía tantas ganas de reír y decir "¡Ja! En el fondo te importó" pero se contuvo para no revelar su identidad.

-Vaya, ésa tonta no entiende que la odio a ella y a sus regalos sacados de la basura. - dijo la rubia mientras la heroína se iba tras ver como Chloe abrazaba su suéter.

Definitivamente mañana Chloe le iba hacer la vida imposible a Marinette pero la azabache sabría la verdad.

Y así hacen cinco días, Chloe posiblemente será odiada más de lo usual por todos, Marinette se recuperó, Alya se aburrió de Chloe y Adrien tuvo ganas de comer pastel del suelo.

¿Qué les espera ahora?

Continuará...
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¡Hola!

¿Pude hacer que alguien se emocioné un poco en este capítulo o debo poner un poco más de empeño?

Por cierto, al finalizar, me di cuenta de que a éste capítulo lo escribí distintos a los otros por error pero lo dejé así por que hay mucha pereza para corregirlo y dejarlo como los demás.

Espero que les haya gustado el capítulo.

Muchas gracias por su tiempo.

Volveré...

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