Día 20

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Un nuevo día se hacia presente y la ojiazul salía del baño con su rostro pálido y sosteniendo un pañuelo amarillo, teñido de rojo por toser sangre.

-Hija, creemos que es mejor que ya no vayas a la escuela y te quedes con nosotros. - exclamó con voz suave la madre de la chica mientras el hombre asentía.

Ella, siempre tan... terca, sólo los ignoro y fue a buscar sus cosas para ir a la escuela.

Lo que menos quería era quedar en casa mientras sus padres hacen lo posible para no llorar a cada momento.
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En la escuela.

Alya le había contado la situación a Nino el cual ahora estaba abrazando a su novia.

Siempre le gustaba ser de apoyo y buscar dar alguna palabra de aliento. No era tan bueno como Marinette, la cual daba buenos consejos que no sabía seguir, pero siempre se esforzaba para ayudar.

Pero en esto, no podía hacer nada, sólo prestar su hombro.

Adrien iba llegando a la escuela, abrazando a una incomoda Marinette de atrás.

Ella ya tenía dos pies izquierdos y caminar con alguien abrazandola, hacía las cosas más difíciles.

Los dos se detuvieron al ver a sus mejores amigos los cuales se separaron.

-¿Qué sucede Alya? - preguntó la azabache, deteniendose mientras su amigo la soltaba.

-Nada.

La siempre tan enérgica y osada Alya, habló con un hilo de voz casi irreconocible antes de darse media vuelta e irse, dejando a Marinette confundida y a Adrien con ciertas sospechas de por que estaba así.

La ojiazul, siempre tan terca, fue en busca de su mejor amiga mientras Adrien miraba a Nino.

-¿Ya lo sabe?

El moreno sólo asintió antes de ir ambos, rumbo al salón de clases.

Por toda la mañana, Alya no le dirigió la palabra a nadie y Adrien se la pasó mirando a Marinette, la cual como siempre discutía por Chloe hasta para ver quien respira más.

Los doctores le dieron un mes de vida pero...

¿Qué le garantizaba que sea un cálculo aproximado y dure menos?

Odiaba tener que pensar en éso pero pronto, le tendría que quitar a Ladybug su miraculous.
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Ésa misma noche.

Chat noir iba rumbo a casa de Marinette para jugar un poco con ella.

Por fuentes de confianza, sabía que ahora Marinette hizo un peluche parecido a ella y como ya tenía el de Chat noir, hora de que los peluches se hagan novios.

Ya quería ver la reacción de su amiga.

Ya era tardé así que al llegar, la encontraría durmiendo como una diosa.

Llegó a su destino y pasó por la ventana la cual el había roto el seguro hace unos días.

Se subió por las escaleras donde estaba la cama de Marinette y se sonrojo al verla dormir.

Definitivamente, dormía como diosa

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Definitivamente, dormía como diosa.

Se acercó a ella de manera cautelosa y sonrió.

¿Qué cosas tendría Marinette en su celular?

Agarró el celular de la azabache y luego la tapó bien mientras ella balbuceaba algo de su gato y su teñido que no le dio importancia.

Miró el celular que tenía en sus manos.

Invadir la privacidad ajena era malo pero los gatos son curiosos.

Sólo debía adivinar la contraseña.

Oprimio el botón de encendido y pasó su dedo, desbloqueando el celular.

¡¿No tenía contraseña?!

Ella era una vergüenza para los adolescentes.

Se puso a husmear todas las cosas personales de ella, sólo encontrando fotos de Adrien, ella con sus amigas, vestidos, sus padres, una foto ahora borrada de Luka, una foto de ella a la cual se agregó bigotes y barba.

-¡Pff!

El héroe se tapó la boca para no reír y miró a la chica que seguía ausente de éste plano astral.

Marinette era adolescente así que había algo que debía tener cosas interesantes.

El historial en el navegador.

Buscó en uno de los tantos navegadores que tenía la chica y todos tenían el historial vacío.

Muy astuta.

Suspiró profundo y dejó el celular en la cama mientras le pinchaba la mejilla a su amiga para que despierte.

-Marinette, Marinette, Marinette, despierta Marinette, vine a que juguemos con tus peluches.
Marinette, Marinette, despierta.

La azabache abrió sus ojos y fulmino a su compañero con la mirada.

-Vamos a jugar con tus juguetes, estoy aburrido. - pidió mientras ella le daba la espalda y cubría su cabeza con su almohada.

-¡Se los presté a Manon, ya lárgate que tengo sueño!

El héroe asintió y se acostó a su lado, sin taparse.

-Princesa... sí fuese tus últimos días ¿qué te gustaría hacer? - preguntó mientras ella ahora abrazaba la almohada que hace un rato tenía sobre su cabeza.

-Dormir.

El chico fruncio el ceño.
No podía creer que ella no era sería con algo como éso.

-Marinette, habló en serio. - exclamó con seriedad y ella suspiro profundo mientras se acostaba boca arriba, como su amigo.

La verdad, fue 100% honesta pero al parecer Chat noir esperaba otra respuesta.

¿Qué diría sí fuese Ladybug la cual sí tiene una reputación que cuidar?

-Supongo que... querría estar con las personas que amo. - respondió, haciendo que él se sienta mal.

Entonces Marinette se declaró a Adrien por que quería pasar sus últimos días con él.

¿Dónde están las mariposas de Hawk Moth para ser akumatizado y viajar en el tiempo, cuando se lo necesita?

Hawk Moth le fallaba como villano.

-¿Marinette? - susurro.

-¿Eh?

La chica nuevamente, se estaba durmiendo.

Su resistencia al tocar una cama era poco y nada.

-¿Qué dirías sí te dijese que quiero robarle su miraculous a Ladybug, para cumplir un deseó mío?

Y con éso, Marinette abrio sus ojos y se sento en la cama, asustada y rogando que éso sea una de las horribles bromas de Chat noir.

Día 20 y Chat noir le hace una pregunta muy inesperada a Marinette.

Continuará...
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¡Hola!

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No se que decir... ¿emh?... ¿tú también me olvidaras?

Espero que les haya gustado el capítulo.

Gracias por su tiempo.

Volveré...

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