El Nuevo Mundo // Richard Z. Kruspe

Caminos distintos

Ella quita aquel trozo de tela de la boca de Richard.

—Gwen, trata de matarme, eso hace.

—¿Qué? —dice Christoph acercándose con una sonrisa mientras la chica comienza a quitar las correas de las manos y los pies de Richard.

¿Realmente Schneider pudo someter a Kruspe con tanta facilidad para atarlo a la camilla? Alguien debió ayudarlo ¿no?

—Es en serio Gwen, trata de dañarme.

La chica está demasiado abrumada como para pensar en lo que ambos le dicen.

—Por supuesto que no. Es absurdo considerarlo así. Richard yo nunca te dañaría, estabas muy alterado, comenzabas a dañarte golpeándote contra la pared ¿lo recuerdas? Debía estabilizarlo Gwen, por eso lo traje aquí, su habitación está llena de personas. ¿Cómo podía controlarlo ahí?

—¿Por qué lo ataste? —pregunta Gwen mientras Richard baja de la camilla y se posiciona detrás de la chica, temblando.

—¿En verdad consideras lo que te ha dicho? Está bien, no te culpo. Lo até porque no dejaba de golpearse y golpearme, me mordió —Christoph le muestra una herida en su brazo, está fresca, claramente es una mordida. Schneider sangra—. Jamás le haría daño a un paciente, no estudié para eso.

Richard está abrumado, cuando tiene un episodio violento de alucinaciones, olvida lo que hace.

—Perdone doctor Schneider. Yo no puedo recordar lo que ha pasado —dice Richard apenado, sin embargo hay una vibra rara en Christoph, no le agrada del todo.

—Richard ¿quieres salir al patio? — ella se gira para decirlo, él asiente con una sonrisa— por favor ve primero ¿quieres? Hablaré con el doctor, espera fuera de tu habitación.

El chico se marcha, dando una sonrisa a Gwen. En cuanto sale, la chica habla, sin embargo Richard es queda frente la puerta cerrada, escuchando.

—Lamento mi forma de llegar. Estoy muy alterada, creí que le estabas haciendo algo, ya no sé ni en quien confiar.

—No te preocupes Gwen, con esos gritos yo hubiera hecho lo mismo. Pero dime ¿qué ocurrió? Tus ojos están hinchados y el color rojo opaca el verde natural de ellos.

Gwen sabe que Schneider es buena persona, comenzaba a dudarlo hasta que Richard se disculpó con él.

—Fue Till. Él creía que yo iba a llegar tarde a casa, no fue así. Me engaña con mi mejor amiga desde hace 5 años. Salí de mi apartamento. Estoy tan enfadada Chris.

Richard se siente mal por la chica, pero sonríe por él. Eso explica porque ahora dejó de ver también el ente de Schneider, antes lo veía, ahora ya no. Aquella señora que acompaña a Gwen se hizo más fuerte, se liberó de Till, finalmente.

—Yo lo lamento tanto Gwen. No entiendo como él podría hacerte esto, a ti —ella suelta una risita.

—Deberías verla a ella, lo entenderías —ella ve la expresión de Schneider, él no lo comprende—. Claro, eso no ha bajado mi autoestima, sé como trabajar en ella.

Christoph sonríe.

—Será mejor que me vaya con Richard.

El chico comienza a correr lejos de la puerta.

—Espera, ¿tienes dónde pasar la noche? Supongo que no vas a querer regresar ahí.

—No —menciona con una sonrisa triste—, pero no creo encontrar dificultades para quedarme en algún hotel mientras encuentro un departamento.