Gigante en Troya [Fragmento]

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Frente a las puertas de la gran Troya,
me alce como el gigante
poseyendo su grandiosidad
viendo al rededor con arrogancia.

Aquel monstruo solitario e inhumano,
es invadido por la pasión del amor.
se lanza a lo desconocido
para la tranquilidad de su corazón.

Troyanos apuñalan al ser invadidos,
el fenómeno siente contacto humano,
y aquellos pinchazos en sus piernas
lo hacen estremecer.

Hasta los más cuerdos están locos,
porque en el caos subyace el orden.
Troya se muestra como es,
el gigante la encuentra sublime.

El calor de Troya lo desea verano.
Invierno muere.
Otoño no puede envejecer.
Primavera se avergüenza ante esa belleza.

Tememos lo que no entendemos,
pero en el primer contacto
él se acostumbra al aroma
y al latido de ese corazón impetuoso.

No se vive sin magia,
Troya ejerce el mayor poder existente;
inspira amor a gigante
lo hace sentir seguro,
más que en el cálido vientre materno.

Toma esa sencillez como liberación,
vuelve a nacer,
ha llegado a la cúspide del mundo,
se ha jugado la vida para ese momento.

La libertad es cara.
El poder de Troya es mayor que todo,
lo divino llega a su punto máximo,
y primavera comete suicidio.

El gigante sucumbe ante la divinidad,
troyanos pinchan con mayor fuerza,
trepando por su cuerpo entero.
Primavera se desangra sobre gigante.
Troya sigue sublime, con el caos sobre ella.

De: Richard Z. Kruspe
Para: Gwen Horkheimer

El Nuevo Mundo // Richard Z. KruspeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora