-Insisto en que todo es extraño, papá, tú jamás lloras por desconocidos...
-Aila, se podría decir que no somos desconocidos, él ha estado investigando sobre mi...
-Señor Hipo, no puedo contener mi emoción... ¡Yey!
-Ya somos dos... Emm... ¿Cual es tu nombre jovencito?
-Soy Sinan, Sinan Griffenson...
Fue ahí donde Hipo no pudo soportar más, eso confirmaba al cien porciento que ese chico era su hijo, hijo de él y de su amada My, el mismo que su madre está buscando desesperadamente y ahora esta en sus manos. Hipo camino hacia Chimuelo y lo montó mirando a los chicos... Ejem... A sus hijos.
-Aila, tengo que hacer algunas cosas, por favor invita a tu "amigo" a la tribu... Sólo no lo acerques a la casa, sabes como es tu mamá con los extraños...
Aila notó como acentuaba aquella palabra, cruzó los brazos y levantó una ceja, relacionando sus palabras con los celos paternales, algo que no espero que tuviera su padre. Hipo sonrió a manera de despedida, Chimuelo imitó la acción y salieron volando de ahí a gran velocidad.
Sinan se despedía agitando la mano eufórico.
-Vamos Sinan...
-¡No puedo creer que tu padre sea Hipo Abadejo!
-Si, yo tampoco...
-¡Enserio! ¡No sabes que suerte tienes, el héroe de todo el Archipiélago es tu padre!
-¡¿Suerte?! ¡¿Como te atreves a decirlo?! ¡¿Crees que es suerte tener un padre cuya sombra es tan grande que todos esperan que seas como él?!
-Aila...
-¡Si te gusta esa clase de presión social pues te lo regaló! ¡Yo no quiero vivir a su sombra! Al fin y al cabo ambos demostraron una especie rara de afecto...
-Aila, Aila...
-¡No me toques! ¡Déjame en paz!
-De ningún modo, ven aquí...
Sinan se puso frente a ella y la abrazo fuertemente para después besar su frente y soltar un suspiro; Por otra parte, Aila no hacía más que mirar el suelo.
-Lamento si mi entusiasmo te molesto, lo siento en verdad...
-...
-Por un segundo me olvidé de todo lo que me contaste cuando te conocí, lamento ser egoísta... O un idiota como de seguro lo estas pensando ahora...
-Sinan...
-Lo que importa es que vamos a estar juntos...
-¿Eh?
Aila se separó un poco, sin romper el abrazo del chico, para mirarlo a la cara con sorpresa y un ligero sonrojo en sus mejillas. Sinan sonrió de una manera radiante, su sonrisa transmitía confianza y eso logró hacer que Aila sonriera un poco.
-Primero tengo que pedir permiso a tu padre, obviamente me dirá que si ya que soy un encanto...
-Hahaha...
-¿Eh? ¿Que es tan gracioso? Estoy hablando enserio...
-Hahaha, lo se...
Aila lo abrazo por el cuello y beso sus labios, acto que fue completamente correspondido por el chico que la tomaba por la cintura, al ser el primer beso "oficial", ambos estaban sonrojados pero felices. Al separarse, tomaron sus manos y caminaron felices rumbo a la tribu, después de tomar sus cosas, les tomaría algo de tiempo regresar y de eso estaban más que conscientes.
-Que desconsiderado es mi padre, al menos nos hubiera acercado a la tribu...
-Dijo que tenía cosas que hacer...
-Siempre dice lo mismo...
-Bueno... Eso si no lo se, hehe...
Aila sonrió pero al ver que Sinan no lo hizo y en lugar de eso, su expresión reflejaba preocupación, fue cuando se preocupó, abrazo su brazo mientras caminaban y eso llamó su atención.
-Sinan, ¿Todo bien?
-Estoy preocupado por Diurna, desde que nos separamos no he sabido nada de ella...
-Descuida, esperemos que este bien... Es más, buscaremos a mi padre y le pediremos ayuda, tal vez tenga una idea de como detener lo que te está pasando...
-Si, tal vez, gracias...En el cielo alrededor de la tribu...
El castaño volaba a gran velocidad, hacían maniobras peligrosas y llenas de adrenalina, Chimuelo arrojaba plasma que estallaba cual fuego artificial, parecido a una especie de celebración.
-¡Estoy tan feliz, Chimuelo! ¡Es mi hijo, mi pequeño heredero!
De pronto los movimientos de Chimuelo se detuvieron. Hipo sintio como un jalón repentino debido al freno instantáneo del dragón, acaricio la cabeza de su amigo lentamente a lo que Chimuelo gruñia leve.
-¿Fue algo que dije, amigo? Oye, eso del heredero no lo decía porque me olvidaré de Aila, ella también es mi hija pero obviamente su hermano mayor tendrá el poder primero...
-Grr...
-¿Chimuelo?
En ese momento Chimuelo movió la cabeza en negación de una manera desesperada como si algo que estuviera viendo no le gustará, fue ahí cuando Hipo también decidió hechar un vistazo y lo que vio lo impresionó. En el bosque que rodea la tribu, bastante cerca debo decir, un dragón negro caminaba lentamente, como acechando el lugar.
-¿Dleint?
-Grraw...
-Tranquilo Chimuelo, no sabemos si es él y si lo es... Espero que no venga a luchar ahora que es un adulto, ¿Crees que venga por el territorio, amigo?
Sin pensarlo dos veces, Chimuelo se arrojó en picada, su velocidad fue tal que Hipo soltó el nombre de su amigo en un grito lleno de preocupación, al estar cerca, lanzó una advertencia de plasma que hizo al dragón retroceder y ponerse a la defensiva en cuanto vio cómo aterrizaban frente a él.
-Tranquilo amigo, tranquilo, ¿En que habíamos quedado, Chimuelo?
Al mirar al frente y prestar atención, ambos se sorprenden aún más, pues resultó ser un Furia Nocturna hembra, Chimuelo lo supo por el aroma que desprendía e Hipo porque tenía rasgos muy finos en el rostro, alas y cuerpo. La impresión fue tanta en Chimuelo que inconscientemente avanzaba hacia ella, su carácter cambió de manera drástica, de ser un dragón dominante y territorial, a ser uno tranquilo y bastante curioso.
-Con calma, amigo...
Susurraba el castaño al ver como la hembra comenzaba a retroceder al sentirlo dentro de su espacio personal. Entonces paso algo que Hipo jamás hubiera imaginado; Chimuelo hacía sonidos tiernos, ronroneos y uno que otro movimiento extraño, asentía con la cabeza y abría un poco las alas... Fue ahí donde la hembra inclinó la cabeza prestando su total atención y respondía con timidez al llamado del dragón macho.
-Bien amigo, continúa Chimuelo...
Hipo bajo por la parte trasera del dragón, sin ser visto por la hembra, y corrió a esconderse entre los matorrales y los árboles cercanos, su plan era atrapar a la hembra con ayuda de una red, pero no mal piensen, dentro de la impresión del castaño en el fondo sabía que era uno de los hijos entre Nubosa y Chimuelo, por lo que sería mala idea dejarlo rondar por la aldea y que Astrid lo encontrase... Pero no todo iba de acuerdo al plan, los dragones se habían olvidado de él.
-Chimuelo, Chimuelo, no olvides el plan...
Pero Chimuelo estaba encantado con aquella desconocida, fue entonces que lo recordó, Chimuelo se comportaba exactamente como en el primer celo de Nubosa, la hembra estaba disponible y fue por eso que se quedó al ver como un macho se interesó en ella. Por suerte, Hipo logró arrojar la red sobre ella pero un disparo directo la pulverizó antes de que tocara el suelo, el actor intelectual fue Chimuelo. Gracias a eso la hembra salió volando rápidamente, soltando una especie de chillido corto, tal vez del miedo.
-¡Alto ahí Casanova!
Hipo corrió y saltó sobre su dragón antes de que la siguiera, deteniendo el vuelo al quitar el seguro que mantenía la prótesis de la cola del dragón abierta. Chimuelo agitó la cabeza un poco molesto y soltó un gruñido, el castaño se cruzó de brazos y suspiro, con la explicación de su jinete, el dragón se calmó y fue cuando decidieron salir tras ellas.
La hembra voló por encima de la tribu, llamando la atención de una persona que miraba el cielo en su búsqueda.
-Deben estar entrenando, esos dos nunca se dan por vencidos...
La sorpresa fue tanta cuando detrás de la hembra, pasó otro Furia Nocturna con un hombre encima que le daba ánimos a su dragón... No podía creerlo, su corazón dolió y temió lo peor.
-Dos... Furia Nocturna... My esta cerca... No... Por favor no...
-¡Astrid! Que bueno que te encuentro, necesito que me des la opinión en algo importante...
-¡Ahora no, Patapez!
Al ver como la rubia se apresuraba a salir de ahí, Patapez inclinó la cabeza un poco sin entender que ocurría. En eso, Brutacio y Bruthilda aparecen rascando sus cabezas.
-¿Sabes que le pasa a Astrid, Patapez?
-Tenía la misma cara que se nos pone a nosotros cuando se nos escapan los jabalíes...
-O cuando no tenemos suficiente lodo para luchar...
-O cuando a Brutacio se le pierde la Gallina...
-O cuando...
-Lo siento, no se que es lo que tiene, a mi también me sorprendió...
-Si, tiene la misma cara que cuando vio a My por primera vez...
-O cuando se enteró que andaba con Hipo...
-O cuando...
Patapez los miró con una ceja arriba y soltó un suspiro, los gemelos continuaban hablando mientras se iban razón por la que el rubio ya no se enteró de nada... Aunque en el fondo sabía que ellos tenían razón y eso le preocupaba, no quería que Astrid se enterara y todo saliera mal tan pronto.
-Espero que estes avanzando con tus decisiones, Hipo, me temo que Astrid está por descubrirte...
Mientras tanto, los chicos habían logrado llegar a los límites de la tribu.
-Bien, bienvenido Sinan, iré a casa por algunas cosas que tal vez te puedan servir, no tardaré...
-¿Que hago mientras tanto?
-Porque no conoces un poco el lugar, de hecho, creo que me gustará presentarte al abuelo Bocón...
-Muy bien, te esperare aquí...
Aila sonrió y salió corriendo rumbo a casa, las palabras de su padre resonaban con fuerza en su cabeza por lo que tendría que ser precavida con su madre. Sinan soltó un suspiro pero apenas dio un paso, unas garras lo toman por ambos brazos sorpresivamente y lo elevan al cielo, al ver, se trataba de Nubosa y su madre.
-¡¿Mamá?!
-Así es hijo, vamos a casa...
-No mamá, ni lo pienses...
Contra su seguridad, Sinan empezó a moverse desesperado, intentando soltarse y a pesar de que su madre le decía que no, el chico no hacía caso por lo que tuvieron que hacer un aterrizaje forzoso en un claro del bosque. Sinan cayó al suelo y dio unas cuantas vueltas por el aterrizaje, levantándose rápidamente para encarar a su madre.
-¿Porque no entiendes que no, es no?
-Lo mismo debería decirte, madre...
-Sinan, no quiero molestarme contigo... Por favor, vamonos a casa...
-Mamá, no puedo irme, ahora menos que antes... Yo... He conocido a mi héroe...
-¿Tu héroe?
-He conocido a Hipo Abadejo, mamá, el mejor jinete de dragones de todo el mundo...
Al escuchar tal cosa, My se mareó y bajo del dragón con una mano en su frente y una angustia en el rostro que preocupó a su hijo. Sinan se acercó y ayudó a que su madre se sentara en el suelo. Nubosa también mostró preocupación y caminaba alrededor de su jinete.
-Mamá, ¿Estas bien?
-No Sinan, no estoy bien... Hijo, no quiero que te acerques a ese hombre...
-¿Eh?
-Ese hombre no es tan genial como lo crees, no tienes permitido verlo...
-¿Porque me estás diciendo eso, mamá? Acaso... ¡¿Acaso quieres arrebatarme mis sueños también?! ¡¿No te basta con mi libertad?!
-¡No discutiré también por esto, Sinan! ¡Soy tu madre, entiéndelo de una vez!
-¡No! ¡¿Porque siempre me haces esto?! ¡¿Porque no quieres que le hable?!
-¡Porque no y punto!
-¡Eso no es una respuesta, mamá! ¡¿Porque?!
-...
Al ver las lágrimas de su hijo ante la decisión de tener que enfrentarse a ella solo por querer conocer a alguien sin saber nada de esa persona, solo por querer tener un sueño... Por buscar la paternidad por su propia cuenta; My sintió que su corazón se partía, permaneció en el suelo con ambas manos en el pecho, mirando al suelo mientras su único hijo, su tesoro, su orgullo, no paraba de gritar que quería una razón verdadera. Ella también comenzó a llorar.
-¡¡¿¿PORQUE??!!
-...
-¡Mamá si no piensas decir nada, entonces déjame tranquilo!
-¡Hipo Abadejo es tu padre!
-¿Eh?
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Cómo Entrenar a Tu Dragón: El Legítimo Heredero.
FanfictionHan pasado años desdé que Hipo y My supieron algo de ellos, ahora su hijo tiene 14 años y ya es jinete de dragones. El más atrevido, arriesgado y estupendo jinete de dragones, quiza lo heredo de sus padres. Un mal día, Sinan y Diurna, terminan por...