La noche había sido una tortura para My, sus lágrimas se reflejaron como diamantes al contraste de la luz de la luna.
Finalmente el sol se alzaba alto, poco a poco iluminandose aquella cueva acondicionada en donde una chica dormia.
-Grr...
Las plumas de las colas de un gran dragón blanco le hacían cosquillas en el rostro a la vez que ronroneos tiernos y unos cuantos empujones con las patas se unían al intento por despertarla.
-Nubosa... ¿Qué sucede?
-Graw...
Nubosa realizaba movimientos ansiosos, vueltas en círculo, trotes ligeros hacia atrás, parecía un caballo que quería ser montado; La castaña se levantó sin ánimo y la montó, las filosas garras retractiles del dragón aparecieron para tomar impulso y salir expulsadas a gran velocidad. My dio un grito asustada, aferrandose al plumaje del dragón.
Dieron varios giros en el aire, caídas en picada, vuelos de cabeza, hasta que todo se volvió calma otra vez; El cabello de la castaña era parecido a un nido de pájaros y una vez tranquilas, acaricio a su amiga.
-Nubosa, agradezco que intentes levantarme el ánimo... Pero la noticia me afectó demasiado...
El dragón soltó un suspiro, volando apasiblemente sintiendo como su jinete se recostaba en su cuerpo, el viento era fresco y la mañana muy bella; Ambas regresaron a su cueva acondicionada, entraron y en ese momento llaman a la entrada.
-Oh no...
-Aquí es donde te escondias...
-Hipo, ¿Qué haces aquí? Enserio me estoy cansando de decirlo...
-Pues no hables, sólo escucha...
Chimuelo estaba detrás del jinete pero como ninguno de los dos dragones quería tener nada que ver con aquellos dos humano indecisos, Nubosa corrió hacía él y ambos iniciaron con jugueteos para alejarse gradualmente. My soltó un suspiro de molestia y entro seguida del castaño.
-Vaya, te lo montaste bien, una simple cueva por fuera y por dentro un gran refugio...
-No vienes aquí para hablar de mi casa, ¿Cierto?
-Tranquila, si no hubiera sido por tus maniobras aéreas no estaría aquí en primer lugar...
-...♡ Música ♡
Hipo se cruzó de brazos mirándola, la mujer había dejado de prestarle atención a la vez que tomaba asiento en la cama y miraba al suelo. El cataño suspiro y eso bastó para llamar la atencion de ella nuevamente.
-¿Cómo estas?
-¿A que viene esa pregunta?
-No te vi muy bien desde que te enteraste de la noticia de mi... De nuestro padre...
-Ah, te refieres a eso...
-¿Hasta cuando seguirás fingiendo, My?
-¿Disculpa?
Hipo camino con paso decidido en su dirección, deteniendose frente a ella, abriendo su ropa por la parte del cuello y tomando entre su mano aquel collar que aún colgaba de su cuello, aquel collar azul en forma de corazón. Al ver la acción, My intentó alejarlo pero sin lastimar al preciado objeto, cosa que falló.
-¡Su-suelta! No me toques...
-"Suelta, no me toques", si claro, si tanto es tu odio por mi, ¿Porque aún conservas esto?
-No es asunto tuyo, de-déjame tranquila...
-Ahí vas otra vez, niegas todo pero tu rostro, tu cuerpo y esto de aquí, me dan la razón...
-Si estas pensando que aún te quiero, e-eres un idiota...
El castaño la soltó mostrando un poco de molestia, en eso, paso a quitar su camisa, acto que llevo a My a sonrojarse y retroceder en la cama sin dejar de mirarlo.
-¡¿Que estas haciendo?!
-Me aprovecharé de tu vulnerabilidad, te haré el amor aquí y ahora... Después de todo, sólo somos tú y yo...
-¡¿Qué?! ¡No, no, no!
Sin escucharla, Hipo la tomo por los pies y la jalo hacia él, quedando acostada en la cama y él por encima. Sujeto sus muñecas al ver que aún se resistía, ella lo miraba con el ceño fruncido y tenía toda la cara roja.
-Aaww, el sonrojo de tu rostro te resta valentía, como siempre...
-Hi-Hipo, no lo hagas...
-Admite que aún me amas, no me lastimes, mi promesa sigue en tu cuello, el recuerdo de nuestra primera muestra de amor... Y tú continúas negandolo...
Hipo abría las ropas de My, ansioso por verla desnuda como la primera vez, ansioso por unirse una vez más después de tantos años... Eran el uno para el otro, siempre fue así y ellos lo sabían. Logró retirar la ropa estorbosa, finalmente estaba desnuda ante él y sus manos no esperaron más para acariciar sus curvas; Por supuesto el tambien se desnudo por completo. Esta vez, My logró detener sus manos, sabía que ya era tarde pero las cosas debían hacerse bien por encima de todo, por encima de su deseo y de su amor por él.
-E-Espera Hipo, estas casado, recuerda que tienes una hija...
-Mi matrimonio con Astrid no importa, siempre supe que era tuyo, que te pertenecía...
-Eso no es tan fácil, las cosas deben ser como hasta ahora...
-¡No!
-¿Eh?
-¡Me niego a seguir escuchando lo mismo una y otra vez! ¿Acaso no ves que muero por ti? Que mi corazón en pedazos sólo se restaura si estas conmigo...
-Hipo...
-Lo siento My, hemos llegado hasta aquí, mi amor por tí es insaciable, siempre quiero más de tí, eres mi adicción pero es porque te amo...
-Y-Yo...
-Este era uno de los deseos de nuestro padre, sólo quería que fueramos felices juntos, eres mía My... Lamento decírtelo...
Sin esperar más, el castaño se posicionó para entrar en ella, aquel orificio era tan estrecho como la primera vez, eso lo hizo sentir feliz ya que ella se reservó para él todos estos años. My sujetaba los brazos del hombre, sus piernas temblaban pero se mantenían abiertas para él; Llegó a sentir un poco de dolor, nada que no soportará.
Eran una pareja unida por el deseo acumulado por el paso de los años, ambos se abrazaban, pegándose más a ellos, sus respiraciones apasionadas sólo eran silenciadas por sus besos y entre tanto movimiento, aquel collar se movía con ellos.
Hipo estaba fascinado por verla desnuda a flor de piel y en plena luz del día, ahora estaba completamente seguro de que ella aún lo amaba, pues el collar lo notó la última vez que se vieron.Finalmente habían terminado, aunque el castaño no quería hacerlo es algo que el cuerpo pide tarde o temprano. Aún así, ambos quedaron acostados en la cama, abrazados, jadeantes, ellos sabían que algo más saldría de esto.
My tomó asiento en la cama y empezó a vestirse, Hipo se preocupó por lo que acercándose a ella, para vestirse de igual forma, esperaba una respuesta ante lo sucedido.
-Te amo, Hipo... Siempre será así, pero esto no debió haber pasado...
-My, otra vez no, por favor no...
-Hipo escuchame, si puedes vivir sabiendo que te amo, ¿Verdad? Pero yo no podría sobrevivir si Astrid llegará a lastimar a mi hijo...
Antes de que la desesperación del castaño apareciera, My se acercó a él para calmarlo, besando sus labios y tomando el costado de su rostro con ambas manos, manteniendo el contacto visual.
-Él es mi único recuerdo de tí, lo protego, lo amo, lo cuido porque es nuestro hijo, porque fue lo único que me dejaste después de todo... Porque si no pude tenerte todos estos años, al menos daría mi vida por mi hijo...
-My, las cosas no son diferentes, quédate conmigo, vivamos juntos aquí en Berk...
-No me atrevería, mejor regresa con nosotros a nuestro nido de dragones, ahí seríamos felices...
-...
-¿Hipo? ¿Qué dices?
-No puedo dejar la tribu, soy el sucesor de mi padre My, es mi deber como líder...
-Entiendo... No te preocupes...
La castaña sonrió y salió corriendo de la cueva una vez vestida, Hipo intento ir tras ella, vistiendose rápidamente pero cuando llegó, Nubosa lo hizo también y My desaparecio montando a su dragón. Hipo suspiro y en eso llegó Chimuelo que lo miraba con la cabeza inclinada y una cara bastante tierna. Mientras tanto.
-Nubosa, basta de juegos, dime que encontraste algo...
-Graww...
-Bien, es definitivo, encontremos a nuestros hijos y volvamos a casa...
Gracias a las rondas solitarias que a Nubosa le encantaba dar, encontró un campamento oculto del cual cabe la posibilidad de que pertenezca a sus hijos, sin más volaron hacia allá a toda velocidad.
Al llegar, justo frente a ellos se encontraban las figuras reconocibles de sus hijos, por otro lado, Sinan y Diurna no podían creer lo que veían, sabían que estaban en problemas. My bajo del dragón y ambas caminaron a ellos con autoridad.
-Mamá, ¿Cómo me encontraste?
-¿Creiste que podrías esconderte de nosotras por siempre?
-No, no es eso, es sólo que no logramos volver a casa y...
-¿Porque salieron del nido en primer lugar? No tienen idea de lo angustiadas que estábamos por ustedes, creí haber sido clara contigo Sinan, NO-SALGAS-DEL-NIDO... No es tan dificil de comprender...
-Lo sentimos, enserio, pero pasaron tantas cosas mamá...
-Ya me contarás de camino a casa, vamos ya...
My tomó la mano de su hijo y lo jaló con ella pero el chico se soltó de manera inmediata y ambos se miraron con molestia.
-No me quiero ir...
-¿Qué has dicho?
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Cómo Entrenar a Tu Dragón: El Legítimo Heredero.
Hayran KurguHan pasado años desdé que Hipo y My supieron algo de ellos, ahora su hijo tiene 14 años y ya es jinete de dragones. El más atrevido, arriesgado y estupendo jinete de dragones, quiza lo heredo de sus padres. Un mal día, Sinan y Diurna, terminan por...