Astrid había enloquecido finalmente, cegada por el odio y la venganza, decidió terminar con la vida de Sinan, con la vida de aquel chico golpeado y maltratado por ella misma. Levantó su hacha pero el sonido del metal chocando entre si atrajo la mirada de todos, una espada reluciente logró interponerse a tiempo y la persona salvadora pateo a la rubia, alejandola lo suficiente de ellos. Sinan sonrió un poco.
-Mamá...
-¡Sinan!
My lo abrazo, cosa que lastimó al chico, su rostro un poco deformado por los golpes era una pena, inmediatamente su madre paso a curar sus heridas con un medicamento que traía para emergencias.
-Tenías... Razón... Mamá...
-Tranquilo hijo, todo está bien, ya nada importa, nos iremos a casa y todo volverá a ser como antes...
-Eso si piensas que saldrás viva de esta, My...
-Astrid...
-Fueron tantos años en los que te perdone todo, o al menos eso intentaba, pero ahora estas aquí y todo terminará...
-Claro que si, no creías que después de lo que acabas de hacerle a mi hijo te dejaría tranquila, ¿Cierto?
-Lo se, es una pena que no logré terminar con su miserable vida...
-¡Escucha Astrid! ¡Deja tranquilo a mi hijo, si tienes algo que aclarar que sea conmigo y que sea ahora!
-¡Justamente es lo que quiero!
-¡No pienso perdonarte por esto!
-¡¿Quién quiere tu perdón?!
El sonido de las armas chocando entre si era demasiado intenso, las mujeres se movían con agilidad y mientras una tiraba a matar, la otra sólo podía defenderse para no salir herida.
Durante la pelea, una chica logró llegar al lugar guiada por los gritos que dio Diurna; No podía creer lo que veía, Tormenta sujetando a Diurna, Sinan en un muy mal estado y al fondo, aquella mujer que tanto ama su padre... Y una mujer rubia que se parecía mucho a su madre, aunque en el fondo sabía que lo era y su manera de comportarse tan diferente a como era, enserio le aterrorizaba.
-¡Sinan! Ay no... Dime... Dime que no fue mi madre quien te hizo esto...
-Aila... Tienes que... Detener esto...
Con ayuda de su hermana, Sinan logró incorporarse manteniendo sus ojos en la feroz batalla, su cuerpo aún le dolía pero ya no tanto gracias a la medicina.
-Se mataran... Entre ellas...
-Descuida, haré lo que pueda, iniciando por liberar a Diurna...
Al ver la sonrisa que su hermana le dedicaba y mucho antes de que se alejara, el chico tomó su mano, algo que la sorprendió y sus rostros se encontraron.
-¿No estas molesta conmigo?
-¿Porque debería? Eres mi hermano, nunca irrumpiria en tu forma de pensar... Aunque me consideres poca cosa...
Ahí estaba de nuevo, aquella sonrisa tan radiante que transmitía calma, sin rencor, sin odio, sólo la sonrisa más pura y sincera que existe. Sinan la soltó y miro al suelo cerrando los ojos.
-¿Donde aprendiste a sonreír así?
-Tú me enseñaste, tal vez lo olvidaste, pero desde que te conocí he visto esta sonrisa...
Aquellas palabras lo sorprendieron pero cuando quiso mirarla, ella ya estaba de camino hacia los dragones. Un suspiro y sonrió un poco, su corazón se sintió aliviado por un segundo, al dirigir la mirada hacia el frente... Algo lo congeló por completo.
Su corazón se aceleró de poco en poco, balbuceaba en tono bajo, sus palabras se ahogaban por el miedo, extendió un brazo hacia la batalla y tras su desesperación finalmente salieron las palabras.
-¡¡MAMÁAAA!!
Aila detuvo sus pasos y claramente pudo ver como la madre de Sinan sería atravesada por su madre. En el instante de desesperación, Hipo aparece y corre para empujar a My, siendo él, el que recibiera una herida en la espalda no tan profunda.
Ambos rodaron un poco por el suelo, quedando Hipo arriba de My con una sonrisa.
-Hipo...
-¿Porque siempre recibo heridas por salvarte?
Decía en un tono gracioso, la herida no le dolía demasiado por lo que se pudo poner de pie, ayudando a My quien se veía preocupada por el castaño.
-Hipo, ¿Porque lo hiciste? Tu espalda...
-No es nada comparado con el dolor que hubiera sentido si te perdia, My...
Hipo tomó sus manos y beso los labios de la mujer que más amaba; Sinan y Aila volvieron a respirar cayendo acostados en el suelo recuperándose del mal sabor de boca. Por otro lado, Astrid no se veía feliz, levantó su hacha nuevamente contra ellos; Hipo tuvo que dejar lo que estaba haciendo para abrazar a My y poder protegerla.
-¡Chimuelo!
Chimuelo apareció justo a tiempo y con la cabeza lanzó lejos a la rubia, quien soltó el hacha y los miro aún molesta. Mientras tanto, Aila corrió para hacer que Tormenta soltara a Diurna, algo que consiguió fácilmente y la Nadder voló hacia su jinete para hacerle cara a Chimuelo y proteger a su jinete. El Furia Nocturna no se dejaba intimidar para nada, se mantenía alerta mirando mal a ese par.
Diurna corrió hacia Sinan con Aila en su lomo, llegó hasta donde el chico para lamerlo desesperada; Sinan sólo reía mientras la abrazaba hasta que vio su cara.
-Ay Diurna, ¿Que fue lo que te hicieron?
Se lamentaba el chico, abrazo la cabeza de su amiga con cariño y tristeza, le quedarían marcas de por vida. Aila los veía apenada por lo sucedido, después de todo era su madre quien hacia daño.
-¡Ya basta, Astrid!
Esa voz era la de Hipo, todos prestaron atención nuevamente a lo que sucedía entre los adultos.
Hipo estaba molesto, mantenía a My tras su brazo extendido.
-Es suficiente, tienes que detener esto ahora...
-¿Crees que me voy a rendir así de fácil, Hipo? No pienso renunciar a nada sólo para que ella sea feliz...
-Astrid...
My dio un paso hacia delante pero el castaño la regreso, la miraba con autoridad y una ceja arriba.
-Yo me encargo, My, ella no entenderá si no soy yo quien la rechaza... Al menos es lo que quiero creer...
Su voz era firme pero no estaba alterada, al contrario, estaba tranquilo... Bastante tranquilo. Los dragones se apartaron y sedieron el paso a los jinetes que caminaron hasta estar cara a cara. Ambos se miraban mal, molestos, con el ceño fruncido y con sus dragones alertas merodeando a sus espaldas.
-Yo no quería herirte, Astrid, esa jamás fue mi intención, pero sabía que sufririas por mi culpa...
-...
Sus rostros se relajaban poco a poco, Astrid miraba a un costado y el castaño la miraba a ella. Sinan se puso de pie, apoyándose en su dragón y con su hermana a su lado, todos atentos a lo que sucedía pero sin enterarse de nada. My también estaba atenta, aunque más preocupada por Hipo y por Chimuelo.
-No eres la única que fue herida por mi culpa, My sufrio porque la abandoné, mi hijo también siente odio hacia mi y mi pequeña Aila, enterarse de que ya no amo a su madre no fue tan bueno para ella...
Hipo se atrevió atrevió mirar atrás, sus ojos verdes se concentraron en sus hijos, después miro a Astrid nuevamente y forzó una sonrisa.
-Parece que es lo único que puedo hacer bien...
-Hipo, yo te perdono todo, a tí... Pero por favor no vuelvas a ver a My, yo te entregó todo si te deshaces de ella y de su hijo ahora...
-Astrid, parece que habló en otro idioma, ¿Porque no lo entiendes? Entiende de una vez que la personas que ya no amo eres tú, eres tú quien ya no tendrá una relación conmigo y eres tú a quien finalmente olvidé...
-No... Hipo... No puedes hacerme esto... ¡No puedes!
-Escucha Astrid, te agradezco por todo lo que vivimos, enserio, pero ahora es tiempo de cambiar página y continuar...
-Pero yo te amo Hipo, aún te amo, por favor...
-Lo siento...
Al ver que era más difícil de lo que creía, el castaño suspiro y tomó la mano de My para caminar hacia sus hijos; Astrid cayó de rodillas al suelo, fue ahí cuando My se zafo del agarre de Hipo para acercarse a la rubia.
-Astrid, independientemente de todo lo que has hecho, yo no te odio... Continúa con tu vida y vivamos todos juntos en la tribu, ¿Que dices?
My extendió su mano con una sonrisa pero la rubia la sostuvo firmemente por la muñeca. Hipo se preparó para correr nuevamente hacia ellas.
-¡Tormenta!
La Nadder lanzó espinas hacia My, Hipo alcanzó a jalar a My y la separó de Astrid para cubrirla con su cuerpo, protegiendola una vez más sin dudarlo. Aunque el ataque se vio frustrado por alguien que desvío las espinas con una gran ráfaga de aire y lanzó un grito de amenaza.
-¡Nubosa!
Gritaron los chicos al fondo, suspirando aliviados. Efectivamente, Nubosa bajo colocándose frente a la pareja, mantenía las alas abiertas y miraba a Astrid con molestia.
-Suficiente, Astrid, si no piensas hacer las paces... No me dejas otra más que exiliarte de Berk...
-No te atreverias...
El castaño apareció detrás del ala de Nubosa, igualmente miraba mal a Astrid, estaba cansado de todo y de que nada saliera bien.
-Astrid, te exilió de Berk, no tienes nada aquí y jamás podrás regresar...
-¿Qué? ¡Esto no...!
-¡Mamá, basta!
Aila corrió hacia su madre, Nubosa bajo las alas y Chimuelo se acercó a ella. My camino para abrazar a Hipo mientras Diurna se acercaba con Sinan en su lomo; Todos atentos a lo que sucedería. Astrid parecía sorprendida por la intervención de su hija.
-Aila...
-Mamá, papá ya habló, por favor veté y no empeores las cosas...
-Hija... Hija tú no entiendes, tu padre ha...
-Ha elegido a My, lo se mamá... Pero no puedo creer que yo sea más madura que tú para entender estas cosas, además, se ve que ella es buena y que enserio ama a mi papá, ¿Porque tú no puedes entenderlo?
Astrid fruncio el ceño y camino a Tormenta para montarla y extender una mano hacia Aila; Al ver tal cosa Hipo quiso interferir, no estaba seguro de eso, pero My lo detuvo.
-No lo hagas, es su decisión...
Ahora todos estaban preocupados por la decisión de Aila.
-Lo siento mamá, me quedaré con papá, este es mi hogar y estoy segura que en ningún otro lugar estaré mejor que con él...
Astrid fruncio el ceño y se elevó en los aires, después miró al resto y volvió a su hija. Hipo le mantenía la misma mirada.
-Volveré por ti...
Finalmente Astrid desapareció de ahí rápidamente. Aila se despidió haciendo movimientos con la mano pero su rostro estaba triste y las lágrimas caían, era su madre después de todo. My fue la primera en acercarse, tocó su hombro y cuando la chica giró, corrió para abrazar a My quien tenía los brazos abiertos y de igual manera la abrazo.
-Tranquila, todo estará bien ahora...
Hipo miró a Sinan con una sonrisa radiante, parecida a la que Aila siempre hacía, pero el chico no estaba del todo convencido, no porque no quisiera a su padre, si no por la charla que tuvieron antes de que todo esto sucediese. El castaño suspiro, obviamente su hijo no estaba listo para aceptar que él era su padre después de todo; Quizo alejarse y unas palabras lo detuvieron.
-¿Que has dicho?
-Lo siento... Si no hubiera sido por mi, nada de esto hubiera pasado... Sé que tal vez te decepcione, y que tal vez lo hice otras veces anteriores a esta, lamentó no ser como tú a mi edad...
Hipo sonrió y se acercó para acariciar su cabeza y revolver un poco el cabello de su hijo. Esta vez su sonrisa era más paterna, llena de cariño; Sinan estaba sorprendido por lo que hizo.
-No digas esas cosas, si no hubiera sido por ti, nunca se hubiera arreglado todo este asunto, nunca hubiera visto a tu madre de nuevo y jamás te hubiera conocido... Y eso es algo con lo que nunca hubiera podido vivir...
Al ver la sorpresa en él, Hipo detuvo sus cariños para concentrarse en My y en Aila quienes ahora hablaban, ambas se veían contentas. Sinan también se concentró en ellas y su padre continuó hablando.
-¿Sabes que es lo bueno de que no seas como yo? Que puedes ser tú mismo, y eso es mucho más genial que ser como alguien a quien admiras, ¿No lo crees?
Sinan sonrió ante esas palabras y fue cuando su madre y su hermana se acercaron a ellos.
-Bien, es hora de empezar de nuevo, después de todo ahora somos una familia numerosa...
Todos rieron ante el comentario tan positivo de Aila, pero sabían que tenía razón.§ Tres años después §
Todo marchaba de maravilla en Berk.
My fue recibida con los brazos abiertos por todos los miembros de la tribu, especialmente por sus amigos; En ese transcurso de tiempo pasaron muchas cosas como el matrimonio entre Heather y Patapez, Aila logró tener un Cellisca oscuro de la última cruza entre Chimuelo y Nubosa, el abuelo Bocón finalmente conoció a su nieto Sinan, y el evento mas importante que todos celebrarán este día.
Los hijos de Hipo ya eran todos unos adolescentes, gracias a la relación entre My y su padre, Aila y Sinan se encargaban del nido de dragones, lo que le servía a la chica para continuar con su sueño de ser una gran entrenadora de dragones como su tío Patapez. Nada podía ir mejor en estos días.
-¡Vamos, Sinan! Hoy nacen las crías de Nadder, no querrás perdértelo, ¿O si?
-¡¿Que?! Obvio no, espérame Aila...
-¡Chicos! ¿A donde creen que van?
Hipo salía de la cabaña cargando varios platos de madera, sus hijos habían heredado su espíritu aventurero pero últimamente estaban fuera mucho tiempo y eso le preocupaba.
-Papá, tenemos que ir al nido de dragones, hoy nacerán más crías...
-¿Recuerdas que mamá nos encargó el nido desde hace tres años? Esto es importante...
Hablaban los hermanos mientras montaban a sus respectivos dragones y escuchaban atentamente todo lo que tenía que decirles su padre. Hipo suspiro, pues era cierto.
-Esta bien, pero por favor no vayan a llegar tarde, recuerden que hoy tenemos...
-La fiesta de mamá...
-Obvio que no pensamos perdérnosla...
-Esta bien muchachos, los esperamos de regreso, con cuidado...
Los hermanos abrieron vuelo con risas y jugueteos, hasta llegar lo suficientemente alto y comenzar su viaje.
-Esto también servirá para encontrar un regalo para mamá...
-Claro, tiene que ser perfecto...
Hipo los miraba alejarse y emprendió camino hacia el lugar donde se llevaría acabo la fiesta de My, Chimuelo le seguía de cerca cargando en su lomo aún más platos e hizo un tierno gruñido.
-¿Que? No, no estoy nervioso, hasta ahora todo esta llenado de maravilla...
-Grraaw :3
-Por favor, Chimuelo, tú no estabas nervioso cuando...
-¡Hipo!
-Patapez...
-Déjame ayudarte con eso...
-Gracias, ¿Han llegado todos?
-Si, solo faltan ustedes, vamos, My se ve radiante...
Guiados por Patapez, el castaño se sorprendió de ver a todos en la fiesta, Brutacio y Bruthilda acomodando la mesa del banquete, Patán se encargaba de la bebida y Patapez de los platos, ya todo estaba listo, aunque con tanta multitud le era imposible ubicar a My... Hasta que lo hizo, Heather estaba con ella, se acercó lentamente, admiraba su belleza y lo hermosa que se veía este día en particular. Las mujeres lo vieron venir y ambas sonrieron.
-Hipo...
-¿Como estas?
-Estupendamente, me la estoy pasando muy bien hasta ahora...
-Recuerda que no puedes hacer demasiado esfuerzo...
-Tranquilo, ya lo se...
Ambos sonrieron y juntaron sus labios en un ansiado acto de amor puro, mientras Hipo acariciaba la gran barriga de embarazada de My, su tercer hijo. Todos estaban listos para empezar, así que Hipo abrazo por la cintura a su mujer y comenzó a hablar. Patapez y Heather se abrazaban mientras escuchaban con emoción lo que Hipo diría.
-Muchas gracias a todos por estar aquí, hoy celebraremos por mi tercer hijo...Pero no todo el mundo estaba feliz por la maravillosa noticia... En un lugar lejano y oculto. Una mujer rubia había recibido la misma noticia, le había llegado una extraña carta; Sus ojos azules no creían lo que veían y al final solo sonrió arrojando al mar aquella nota mientras su dragón se acercaba a ella.
-Un bebé...~ ~ ~ Fin ~ ~ ~
Hola mis queridos lectores :3
Gracias por toda la paciencia que me tuvieron hasta llegar a este punto, finalmente hemos concluido con esta historia que a todos gustaba.
Espero que os haya gustado el final alternativo. XD
Muchas gracias por su apoyo y su preferencia, os invito a leer las demás historias de mi perfil y si tienen recomendaciones sobre Fanfics que pueda hacer con mucho gusto os escucharé. ❤️
También os invito a leer las historias de KimberleeRodriguez es una gran escritora con historias interesantes.❤️ Hasta aquí Mundo Fic. ❤️
¶ Chao ¶
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Cómo Entrenar a Tu Dragón: El Legítimo Heredero.
FanficHan pasado años desdé que Hipo y My supieron algo de ellos, ahora su hijo tiene 14 años y ya es jinete de dragones. El más atrevido, arriesgado y estupendo jinete de dragones, quiza lo heredo de sus padres. Un mal día, Sinan y Diurna, terminan por...