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Suena la alarma y la apago a medias, puta que paja weon, no quiero ir al colegio, ¿Y si invento una excusa? Na, no me la compra ni mi hermanita.

Me levanto de la camita y me voy a lavar la cara al baño, o chucha, ¿Y este zombie de dónde salió? Eso me pasa por quedarme hasta las dos de la mañana hablando con el Ken weon.

Salgo del baño y entro a mi pieza de nuevo para ponerme el uniforme, una vez que ya estoy vestida bajo a tomar desayuno.

La Nancy me tiene hecho un pansito con palta, ella la Farkas, y con jamón. Me lo como a la velocidad de la luz, a lo estar guars, ah casi, y subo a lavarme los dientes y a peinarme.

Finalmente tomo mi mochila y dándole un beso en la mejilla a la Nancy y un "Chao" todo churriento a mis papás me voy para el paradero.

Tomo la cromi y me siento con mis audífonos y miro por la ventana, justo me tocó asiento, yei.

De pronto algo roza mi pierna y veo que un weon como de mi edad se sentó junto a mí y su mano está sobre su pierna, cerca de la mía, pero parece inofensivo.

Lo miro a los ojos y no lo he visto ni en películas, eso sí, me doy cuenta de que lleva mi mismo uniforme.

-Matias. - Me estrecha su mano.

-Daniela. - Le sonrío para ser amable y estrecho mi mano de igual forma.

-¿Y vas en mi mismo colegio, que curso?

-En cuarto. - Le pongo pausa a la música porque el cabrito nos salió conversador.

-¿Legal? - Asiento. - Yo igual weon.

-Que buena. - Trato de sonreír.

-Yo voy en el A. - Me dice el culiaito pool eyes. ¿Todos los culiaos de este colegio son ojitos de piscina weon?

-Ah, yo en el B. - Ya si que me quejo, yo los tengo medio azules.

Llegamos a la parada del colegio y él se baja antes, yo lo sigo porque tengo que salir po, duh, y me bajo en la puerta de al medio, ya que él se baja en la de adelante y trato de apresurar mi paso.

Cuando voy entrando me alcanza.

-Te acompaño a tu sala. - Me sonríe y en eso aparece el Ken y me ve con el Matias.

Al principio su cara es de confusión, pero luego se pone tenso y se dirige solo a mí.

-¿Qué haces con este weon? - Veo que sus puños están súper apretados y sus nudillos se están poniendo blancos.

-Nos topamos en la micro y conversamos. - Levanto los hombros.

-Chucha, no sabía que teníai dueño. - El weon levanta las manos en son de paz y mira al Ken, yo me empiezo a acercar hacia el Pipe, ya que sigo al lado del Matias.

-¿Que dueño? - Digo con una corta risa pero luego de ver la cara del Ken me vuelvo a poner seria.

-Ándate weon, por las buenas, o por las malas. - Lo apunta. - Y no te vuelvas a acercar a la Dani o lo vai a pasar peor que la otra vez.

¿Que mierda pasa aquí weon?

El Matias se va y el Ken se vuelve hacia mí.

-No te acerques a él. - Me toma de la cintura y me apega a él, yo paso mis brazos por alrededor de su cuello.

-¿Es una petición o una orden? - Le digo con una sonrisa.

-Una orden. - Sonríe de medio lado y me chanta un piquito.

No sé por qué pero me encanta que sea así de posesivo, se nota que es celoso y esa wea, por una extraña razón, me gusta, siento que nunca va a dejar que me pase algo malo.

-¿Y que pasó ahí? - Frunzo la boca.

-El weon se metió con quien no debía.

-Si no me quieres contar da igual. - Subo mis hombros como diciéndole "me importa poco" aunque no es así, y saco mis manos de su cuello para arreglar mi uniforme. Me pique weon, si bien es su vida, hizo la media escenita, al menos merezco una explicación. - Voy al baño.

Me doy la vuelta y empiezo a caminar, el weon parece cachar que algo me molestó, no sé si sabe el motivo o piensa que soy una loca bipolar, espero que sea lo primero.

Escucho sus pasos detrás de mí.

Entro al baño y me miro al espejo, me arreglo un poco y luego salgo para ver al Pipe apoyado en la pared afuera, cuando me ve, se acerca a mí.

-Había una mina, ella me encantaba, anduve mucho tiempo como un perrito faldero atrás de ella, nunca me pescó, decía que yo era muy catete, entonces le hice caso. - Me cruzo de brazos para escuchar más cómoda. - No la pescaba, mínimo un "Hola como estai" y máximo preguntarle su nota en una prueba. Resulta que la mina se empezó a interesar en mí, me hice el difícil pero al final cedí y empezamos a andar, quería que fuéramos algo más hasta que llegó el Matias. - Se ríe irónicamente. - Era mi mejor amigo, me dijo que esta mina se estaba comiendo a alguien más solo porque a él le gustaba, peleamos harto con ella, un día... - Se arregla el pelo. - Un día la vi comiéndose con él, con el Matias, le saqué la chucha y cache el tipo de amigo que era.

-¿Si sabes que si la mina no hubiera querido, no se comía con él verdad?

-Nunca más le volví a hablar, nunca tan weon para hecharle la culpa al Matias no más.

-De todos modos, yo si tengo bien claro quien me gusta, y no me andaría comiendo con alguien que no sea esa persona. - El sonríe. - Creo que merezco tener amigos y se muy bien como poner límites, así que por mí no te preocupes.

-Bueno, perdón, pero tenía mis motivos.

-Te entiendo. - Le sonrío débilmente porque tengo mucho sueño y me da paja hasta para sonreír.

Baja la Martina y se dan una mirada cómplice, él le guiña un ojo ¿Y los culiaos creen que no cacho?

-Amiga te tengo que contar algo, ven. - Me toma del brazo y cuando me voy a dar vuelta para despedirme del Ken, aunque igual lo voy a ver en clases, él ya no está.

Khi wa.

Me empieza a llevar a un lugar que no cachaba del colegio donde hay caleta de puertas, me empieza a contar de un mino que se comió ayer en la noche y que le quedó gustando y weas, cosas de Martinas.

En eso me empuja a una sala y veo que hay un pequeño papelito sobre una mesa.

¿Quieres...

¿Que onda?

Veo otro papelito sobre un libro.

ser...

Encuentro otro pegado en una estantería.

mi...

Ah conchetumadre, que sea lo que pienso.

En eso sale el Ken de una puerta onda entero película cliche de las que uno ve cuando chica, con un cartel que dice:

polola?

Me meo. Weon, ¿Por qué tenía que salirme tan perfecto el cabro?

Lo miro a los ojos y tiene la media sonrisa Colgate, ay weon, ¿Cómo uno le puede decir que no a este Brad Pitt?

-¿Y bien? - Me pregunta y lo escucho más nervioso que la cresta.


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El weon soltero Donde viven las historias. Descúbrelo ahora