23

1.6K 98 13
                                    

Acompaño a mi hermana a ir al baño mientras el Ken nos espera en la sala de estar. Le dije a mi hermana que era mi pololo y ahora anda entera sad.

Cabra chica enamoradiza weon.

Igual se le lanza.

Se estarán preguntando, ¿Una pendeja de cinco años se le lanza a tu pololo? Culia patética.

¡Pero no! Todo por ser tierno el feto tiene atención po.

YO TAMBIÉN QUIERO.

Salimos del baño y se va corriendo hacia donde el Ken. Bacán, gracias hermana.

Nos sentamos en el sillón y procuro de ponerme al medio, pa poder abrazar a mi Pipe sin que esta endemoniá me lo trate de quitar.

Empieza la película de monitos animados que nos obligó a ver y queda entera hipnotizada. Gracias Disney.

Me vuelvo hacia el Ken, y, como conozco a mi hermana, sé que aún con la aspiradora encendida no despega sus sentidos de la tele. Así que hablo normalmente.

-Oye. - Me doy vuelta para ver la cara del Ken muy cerca de la mía, ya que me está abrazando por los hombros.

-¿Si? - Me da un besito.

-Pescai más a mi hermanita que a mí. - Hago un puchero. - Ni me has dado besos. - Le Ken sonríe y se le achinan un poco los ojos.

Se acerca a mí y pone sus labios sobre los míos. Su mano sube desde mis hombros hasta mi nuca y la deja ahí, intensificando el beso.

El beso es salvaje e intenso, como de aquellos que estoy acostumbrada a tener con él. Su otra mano va hasta mi cintura y mi polera deja al descubierto un poco de piel. Piel que acaricia con su pulgar y en la cual traza círculos imaginarios. Dándome escalofríos.

-¡Dani! - Nos separamos bruscamente y vemos a mi hermanita observarnos seriamente. - ¡Te estaba hablando!

-¿Que pasa Mabel? - Le digo con una sonrisa. Sé que el beso le molestó y me causa ternura.

-Quiero ir al baño.

-Pero si fuimos recién.

-Entonces... ¡Tengo frío!

-Estamos en verano Mabel. Hay 30 grados afuera.

-¡Tengo hambre! - Ruedo los ojos. Quiere que me separe del Pipe.

-Te voy a traer galletas.

-Te acompaño. - Me dice el Ken y me da un besito. Me encanta cuando me da piquitos. Cosa más linda.

-¡No! - Grita mi hermana. - No quiero quedarme sola.

-Mabel, por favor. - La miro seriamente y ella sabe el porqué de mi llamado de atención. - La Nancy me dejó bien claro que tenías que portarte bien o tendrías consecuencias.

Mi hermanita se queda callada y voy hasta la cocina con el Pipe. Apenas llegamos, nos soltamos a reír.

-No puedo con eso. - Dice entre risas. - De verdad que se pone celosa. - Ambos reímos más.

-Es tan tierna pero tan insoportable. - Reímos.

Saco unas galletas de la despensa y las abro para ponerlas en un plato.

El Ken me abraza por detrás y comienza a dar besos por mi cuello.

-Ya que estamos solos. - Beso. - Y que tu hermanita no puede interrumpirnos. - Beso. - Podríamos aprovechar. - Beso.

Me doy vuelta quedando frente a él. Aún entre sus brazos.

-Podríamos. - Sonrío y presiono mis labios sobre los suyos.

Pocas veces tenemos tiempo a solas para aprovecharlo haciendo cosas cursis como abrazarnos y darnos besos hasta que los labios se nos cansen. Pero hoy tenemos la oportunidad, o algo así, y estoy segura que él, tanto como yo, quiere aprovecharla.

Sus manos bajan hasta mi trasero y se quedan ahí por un rato. El beso sube cada vez más de intensidad y baja sus manos aún más para agarrarme por los muslos y subirme a la isla de la cocina.

Mis brazos se encuentran alrededor de su cuellos y entre mis dedos juego con su pelo. Una de sus manos sube hasta mi nuca y la otra vuelve al pedacito de piel libre en mi estómago.

Esta vez sus manos entran por mi polera y suben por mi espalda. Cuando sus manos comienzan a ir al frente, las tomo y entrelazo mis dedos con los suyos. Al mismo tiempo que terminamos el beso.

No con mi hermanita presente y responsable por su cuidado.

-¡Dani, apúrate! - Grita mi hermana desde la sala de estar y ambos reímos.

Esta vez soy yo quien le da un besito cortito y me bajo de la isla para llevarle las galletas al feto.

Nos sentamos en el sillón y le entrego la comida al duende frente a mí.

-¿Por qué se demoraron tanto? - Entrecierra sus ojos.

¿De verdad tiene cinco años?

-No encontraba las que te gustan. - Le sonrío.

-Ya. - Frunce sus labios. Mueca que nos hace reír a mí y al Ken.

Le ponemos play a la película y mi hermana vuelve a hipnotizarse. El Ken pone su brazo por sobre mis hombros y me atrae hacia él y pone su barbilla sobre mi cabeza.

Eso estuvo bastante intenso. Y bastante difícil de olvidar.

Pero... ¿Y si hubiéramos estado solos? ¿Eso habría cambiado el rumbo de las cosas?


Voten y comenten!!!

Perdón por demorarme en actualizar :( no tenía ideas.

Los y las amo!!!!

El weon soltero Donde viven las historias. Descúbrelo ahora