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Me cuelgo la mochila al hombro y salgo para ir a tomar la micro. Es miércoles y el feriado largo ya terminó, así que no queda de otra que volver a Auschwitz.

El problema es que estoy hasta las pailas con las pretes del Ken.

Primero; la Maite - alias útero goloso - va a llegar al colegio.

Segundo; el Ken sabe de los sentimientos de la Katy, y, por muy raro que parezca, ahora la weona se le está lanzando.

Onda, que wea, uno le guarda el secreto a la culia, y cuando menos te lo esperas, va y te apuñala por la espalda.

No po, fea la actitud.

Me subo a la micro y espero en silencio a que se desocupe un asiento. Dos paradas más allá, una señora y su hijo se bajan. Aprovecho pa ir a sentarme.

A la siguiente parada, alguien se sienta al lado mío, pero no pesco hasta que escucho mi nombre.

-Dani. Qué sorpresa. - Chuta, es el Matías.

-Oh, hola. - Fuerzo una sonrisa. Este culiao no me cae nada bien luego de que me enteré del trio amoroso Pipe-Maite-Matías que originó este aweonao hace un tiempo. Sumándole el combito limpio que le pegó al Ken.

-Supongo que puedo hablar contigo, ¿Verdad? Onda, no quiero tener problemas con tu pololito.

-Puedes, otra cosa es que yo quiera.

¡Ohh turn down for what!

Ya, mucho.

-No me wei que ya te lavó el cerebro weon. El Pipe no es lo que tu crees.

-No me vengai con ese cuentito weon, se perfectamente quién es. Y nadie me ha lavado el cerebro. Otro cuento es que no te guste la verdad, eso ya es tema tuyo.

-Chucha, te creí diferente.

-Por dos. - Ruedo los ojos y me fijo que nos queda una parada más para llegar al colegio.

-¿Y qué, ahora te caigo mal solo por sus dramas culiaos?

-No podi ser más cara e' raja  weon. - Suelto una risa irónica. - Te cagai a tu mejor amigo con la mina que le gusta, y ahora lo tratai de hacer de nuevo. Por que seamos sinceros, vo no me querí de amiga, querí puro webiar al Pipe.

Llegamos a nuestra parada y me bajo rápidamente.

Empiezo a caminar al colegio a lo fast and furious, sintiendo las pisadas del aweonao detrás mío.

-¿Eso es lo que te dijo? - Oh hermano, este weon me está sacando los choros del canasto.

-Córtala porfa. Déjame tranquila.

Entro al colegio y camino rápido hacia las escaleras.

-El weon siempre obtiene lo que quiere, mimado de mierda.

-Ya po Matías. - Digo frenando en la puerta de mi sala. - Corta la wea. Deja de ofender a mi pololo, y deja de hacerte el lindo. No te creo a ti, le creo a él. ¿Ya? Si querí tápate un oído pa que no se te escape.

Sin decir más, me doy media vuelta y entro a la sala.

Veo al Ken hablar con su compañero de banco, así que me voy a hablar con la Martina, quién está sola.

Luego de que el Pipe escuchara lo que dijo la Katy, ella se le empezó a insinuar. La Martina se choreó al igual que yo, y le dijo una pila de weas pa pararle los carros.

Ahora ni la Palo ni la Katy la pescan.

-Hola guapa, ¿Quieres compañía? - Me siento junto a ella, ya que el banco a su lado está desocupado.

El weon soltero Donde viven las historias. Descúbrelo ahora