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Nos subimos a la micro y el Ken me agarra por detrás de la cintura, asumo que para que no me punteen.

Sigo en shock por lo que me contó la Katy, pero qué quiere que haga, es mi pololo, onda, no hay nada que pueda hacer. Obviamente el Ken no sabe, nica le contaba eso, todo se pondría incomodo y lo mínimo que puedo hacer es guardarle el secreto a la Katy, por algo ella no se lo dijo a él.

Llegamos a la parada de la casa del Pipe, ya que me invitó, y nos bajamos de la mano. Me da cosa ver a su mamá, porque ahora no soy "la amiga de su hija", ahora soy "la polola de su hijo" y eso me pone demasiado nerviosa.

Llegamos a la reja de su casa y él abre la puerta con las llaves que sacó de su mochila. Conchetumadre, tengo miedo.

Me vuelve a tomar la mano y cuando estamos por entrar, su mamá abre la puerta como si fuera a salir a alguna parte. Cuando me ve, y ve nuestras manos, sonríe como si le hubieran dado un regalo. Puta que me cae bien esta señora.

-Hijo, justo iba saliendo. - Le habla al Pipe. - Hola Dani, ¿Cómo está?

-Bien ¿Y usted Tía?. - Le sonrío.

-Bien gracias. - Me acerco a darle un beso en la mejilla. - Bueno niñitos, yo voy a volver como en unos veinte minutos más porque tengo que ir al súper a comprar unas cosas.

-Ya mamita. - Le dice el Ken.

-Pórtense bien. - Mira al Pipe con una mirada cómplice. Tshoa, esta señora piensa que vengo a pecar a su casa.

-Obvio Mamá, ¿Cuando me porto mal yo?

-Casi siempre. - Dice con una sonrisa. Me cago de la risa y nos despedimos una vez más de la Tía Vero.

Entramos a la casa y el Pipe me lleva hasta su pieza. La verdad veníamos a estudiar inglés porque nuestra amada profesora decidió poner un test sorpresa, no tan sorpresa, para mañana. Pero todos sabemos que estudiar es lo que menos haremos, que no se malinterprete, vamos a hablar, obvio.

Tira su mochila a su cama y yo hago lo mismo, luego, se dirige a una repisa y saca el libro de inglés junto con un cuaderno, los pone sobre su escritorio y se da vuelta a mirarme.

-Ya Dani, estudiemos esta wea. - Dice sentándose.

-Que paja. - Le digo alargando la última palabra y sentándome en la otra silla que puso.

-Mala cuea, te vai a sacar un siete.

Y empezamos a estudiar mierda.

——-

Ay mamita, me duele más que la cresta la cabeza. Tanto will smith y would smith me dejaron hasta los cocos que no tengo.

-¿Entendiste alguna wea? - Se ríe el Ken cuando ve mi cara de frustración por entender que chucha es "could" y cuál es la diferencia con "should".

-Que si. - Ruedo los ojos. - ¿De qué me va a servir saber estas weas? Si voy a los niu yore voy donde un weon y le digo "hello hermanito, ¿me dai la polera red?" Me entienden al toque po.

El Ken suelta una sonora risa y en eso abren la puerta y se asoma su Mamá.

-Ya llegué niñitos, ¿Qué tal el estudio? - Y de nuevo mira al Ken con cara de "¿Soy abuela cabro culiao?".

-Bien Mamita, justo estábamos terminando.

-Me alegro. - Nos sonríe. - ¿Te vas a quedar a tomar once Dani? - El Ken me mira interrogante junto con su mamá.

-No sé Tía, igual tengo que pedirle permiso a mi mamá. - Es raro decir mamá, pero no creo que piensen que soy una niñita rara que le pide permiso a su nana, ellos no saben que mis papás son como las reverendas weas y ni se inmutan en presentarse para mis cumpleaños con un "Feliz cumpleaños hija" o un abrazo.

-Ya, ahí me avisa, voy a estar abajo preparando la once.

Su mamá cierra la puerta y yo me paro a buscar mi celular de mi mochila, en eso, el Ken me agarra de la cintura y me habla al oído apoyando su cabeza en mi hombro.

-Quédate, si a mi mamá le caes bien. - Me dice y me da un beso en la mejilla.

-Tengo que preguntar, espérame. - Le digo tomando mi celular, dándome vuelta y dándole un piquito.

Me siento en la silla que estaba antes y marco el número se la Nancy.

-¿Que pasa Dani?

-Estoy bien, gracias. - Ruedo los ojos con una sonrisa.

-No wei cabra retamboreada que se me van a subir las pastas. Dime luego.

-Ya oh. - El Ken se sienta al frente mío y me mira interrogante. - No ve que vine a estudiar a la casa del Pipe.

-Esa excusa es más vieja que el hilo negro. - Suelto una carcajada.

-Oiga no sea ordinaria. - El Ken pone cara de "que wea". - Ya po, resulta que me invitaron a comer.

-Y...

-Que si me da permiso po.

-Ah, quédate no más, mándame la dirección para ir a buscarte después.

-Ya, gracias, la quiero, bye.

-Chao.

Y me corta.

-¿Y qué te dijo?

-Que si. - Sonrío.

Me paro a dejar mi celular en la mochila porque conociéndome se me va a quedar, y cuando me doy vuelta el Ken está atrás mío, y adivinen qué, sip, nos empezamos a comer.

Pongo mis brazos por sobre sus hombros y el cruza los suyos por detrás de mi cintura. Levamos un buen rato, cuando se abre la puerta y ambos nos separamos para ver quién es.

-Ay, cresta. - Dice su mamá y sale de la pieza. Nos cagamos de la risa y el Ken baja a preguntarle que quería.

Me siento en la cama y webeo con mi celular un rato. Entre tanto, me llama el José y le contesto poniendo en altavoz.

-Aló bebé.

-Hola wapa. - Me webea el José. - Ya po, ¿Cuándo me vai a venir a ver?

-La Serena queda muy lejos po, ven tu, que paja ir.

-Mira, me cambias por otro.

-Adonde, si yo siempre te voy a amar más a ti, mi amor. - Lo webeo y en eso el Ken abre la puerta con cara de enojado.

No wei, escuchó eso y de seguro lo malinterpretó.

-¿Me estai webiando Daniela?

-Pero Pipe si...

-No me importa quien es, no llevamos ni un día por la cresta. - Se agarra la cabeza.

Tshoa, ponle más color po cabrito, ¿Te paso unos Sharpie?

-Weon, es mi mejor amigo.

-¿Qué?

-El José, del que te hablé po. Te dije que siempre webiamos con que somos pololos.

-Conchetumadre, que soy weon. - Se pega en la cara y se ríe.

-Bien weon po.

En eso escuchamos un auto estacionarse, el Pipe mira para afuera y se da vuelta con cara de asustado.

-Es mi papá.

-¿Y?

-Vo no conocí a mi papá.

Ctm me dio miedo la wea.

El weon soltero Donde viven las historias. Descúbrelo ahora