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Son las ocho y mi hermana ya fue vencida por el sueño. La tomo como puedo en brazos y subo a dejarla hacia su cama.

En cuanto la arropo, salgo y cierro su puerta.

Bajo las escaleras y me encuentro al Pipe con su celular.

-¿Con quién hablas? - Entrecierro mis ojos.

Sonríe ampliamente.

-¿Estás celosa? - Su sonrisa parece ensancharse más.

-No. - Formo una fina línea con mis labios. - Mera curiosidad. - Juraría que su sonrisa se ensancha más. Incluso sus ojos se achinan.

-Te digo con quien estoy hablando, solo si admites que estás celosa. - Me da un piquito.

¡Pa que hace esas cosas! Pura maldad, sabe que me distraigo.

-Estoy celosa. - Digo demasiado rápido que ni yo me entiendo.

-¿Qué? Disculpa, no escuché.

-Estoy celosa. - Digo lento pero bajito.

-¿Dijiste algo?

-Estoy celosa. - Digo más fuerte.

El Pipe suelta una escandalosa risa y le pego en el brazo de manera juguetona.

-Estaba hablando con mi mamá.

Oh vaya.

Me tapo la cara con las manos y niego con la cabeza.

-Que vergüenza. - Me río y el Ken me sigue.

-Si eri tan linda. - Me saca las manos de la cara y me empieza a dar besos por toda la cara. Cosa que me hace reír.

-¡Ya Pipe, me da cosquillas! - Me río más fuerte y él me tumba de espaldas al sillón y se pone sobre mí. Entrelaza sus manos con las mías y las pone por sobre mi cabeza.

-¿Que obtengo a cambio? - Su mirada comienza a ser coqueta.

Pillín.

-Un beso. - Me sonríe y pone sus labios por sobre los míos.

Conchesumadre. Esta vez no hay una Mabel que nos interrumpa. Y perdonen que les diga, pero estoy teniendo pensamientos pecaminosos.

Perdón Nancy, pero creo que estoy a punto de convertir nuestra casa en la casa del pecado.

Presiona nuestros cuerpos y un leve sonido sale de mis labios.

Sus manos sueltan las mías y comienzan a descender hasta el dobladillo de mi polera. El beso es demasiado intenso, por lo que saca mi polera antes de que pueda darme cuenta de lo que está ocurriendo.

¿En serio voy a hacer esto? ¿Con él?

Digamos que ya estoy en cuarto medio. Hay muchas de mis amigas de otros colegios que a los 16 ya estaban lejos de ser María, pero yo siempre me opuse y quise a alguien que de verdad me amara.

Con el Ken... con él es distinto, sé que puedo confiar en él y entregarle mi primera vez. Además de que sé que su amor hacia mí es sincero.

Saco su polera y me deslumbro con su bien trabajado cuerpo. Me quedaría como aweona mirando si no fuera porque estoy demasiado concentrada en lo que hago.

El Ken se separa de mis labios y comienza a dar besos por mi cuello, luego bajando más y más. Antes de llegar a mis pechos. Se detiene abruptamente.

-Dani, hermosa, ¿Estás segura? - Veo preocupación en sus ojos, hecho que solo reafirma el querer hacer esto con él y ahora.

-Si es contigo, siempre. - Le sonrío y me devuelve el acto. Para luego volver a mis labios.

Sus manos comienzan a desabrochar mis pantalones y me detengo.

-Puede llegar la Nancy o la Mabel puede bajar. Vamos arriba. - Me muerdo el labio.

El Pipe asiente y se levanta para luego tomarme por los muslos y hacer que enrede mis piernas en sus caderas. Toma nuestras poleras y vuelve a mis labios.

No sé exactamente como lo hizo, pero el weon logra subir las escaleras sin que nos caigamos y sin despegar nuestros labios. Abre la puerta de mi pieza y yo enciendo la luz, para luego cerrar con llave.

Me acuesta sobre la cama y vuelve a ponerse sobre mí. Sus manos bajan hasta el botón de mi pantalón y en cuanto lo desabrocha, sé que no hay vuelta atrás.

————

Cresta, ¿De verdad eso acaba de pasar? Me vuelvo hacia el Ken, quién está durmiendo plácidamente y me doy cuenta que esto no es un sueño.

La Nancy me mandó un mensaje diciéndome que se iba a quedar a dormir donde su mamá, pero que el Ken no podía quedarse a dormir. Igual no hay manera de que se entere.

Me doy vuelta para observarlo mejor y estoy segura de que no me arrepiento de nada. Se preocupó tanto de que estuviera bien, que a cada segundo me preguntaba si quería parar.

Abre sus ojos y desprende una sonrisa adormilada.

-Hola hermosa. - Me da un besito.

El solo hecho de que haga eso, y, de estar calentita en mi cama, me hace ponerme demasiado mamona.

Extiende su brazo incitándome a que me acerque y lo abrazo poniendo mi cara por sobre su pecho.

Escuchamos la puerta cerrarse y ambos nos miramos asustados.

-¡Dani, llegué, al final no me quedé donde mi mamá porque llegaron unas tías! - Escucho sus pasos subir la escalera.

LA CONCHA DE LA OBEJA WEON.

¿QUE HAGO AHORA?



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Cochinones los cabritos...( ͡° ͜ʖ ͡°)

El weon soltero Donde viven las historias. Descúbrelo ahora