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Salgo de mi cama para sacarle la llave a la puerta y luego corro a esconderme entre mis sábanas.

Es el José.

-Hola bebé. - Se sienta junto a mí. - Tienes que comer algo. - Me acaricia el pelo. - Te traje un pedacito de torta, la hizo la Nancy.

-No tengo hambre. - Me tapo más hasta que solo se ven mis ojos.

-Ven aquí. - Me dice mientras se mete en mi cama y me abraza. Yo pongo mi cara sobre su pecho y abrazándolo; vuelvo a llorar.

-¿Por qué siempre me cagan? ¿Tengo algo malo? - Digo entre lágrimas.

-No hay nada malo contigo Dani. - El José me destapa la cara. - Tampoco hubo una mala intención del Pipe.

-¡Pero se besó con esa mina! - Digo sorbeteandome la nariz. - Dos veces.

-Ella lo besó Dani, fue ella. - Dice dejando de hacerme cariño en el pelo, por lo cual protesto. - Él la apartó. - Hizo una pausa. - Las dos veces.

-Verlo besándose con esa weona, solo me recordó cuando descubrí al Pablo.

-Lo sé. Sé que fue duro bebé. Pero tienes que recordar quien tiene la verdadera culpa aquí, y no, no es el Pipe.

Ken

Voy a abrir la puerta y me topo con la Maite en unas ropas un tanto provocativas y mirándose las uñas. Cuando me ve, se le ilumina la cara.

-¡Pipe! Tanto tiempo. - Me sonríe.

-Sinceramente no sé como erí tan cara de raja para darme dos besos; cuando te digo que estoy pololeando y además, con lo que me hiciste años atrás.

-Pasado pisado po Pipe.  - Dice entrando como Pedro por su casa.

-Mi polola estaba ahí, ahora no me quiere ni ver por tu culpa. - Mantengo la distancia, pero la Maite se acerca.

-Mejor, así podemos estar juntitos como antes.

Mina culia cargante por la chucha.

-La diferencia es que tú no me gustai Maite, no quiero nada con una weona como tú. - Por no decir maraca.

Puede sonar duro, pero ella fue de la mina de la cual le hablé a la Dani, la que se metió con mi ex mejor amigo.

-Pero Pipe, antes éramos tan felices. - Finge un puchero. - ¿Se te olvidaron los lindos momentos? Yo volví por ti no más. - Se cruza de brazos. - Si vai a andar en esa parada, mejor me voy.

-Si porfa, ándate bien a la chucha, desde donde viniste.

-¡Pipe! Que grosero.

-¡Pipe por la cresta, dejaste el baño pasado a....! - La Martina se calla en cuanto ve a la Maite en el living.

-¡Marti! Tanto tiempo amiga.

-¿Y vo que chucha estai haciendo aquí? No queremos tus servicios de maraca, no andamos con plata.

Mi hermana estaba bien al tanto de la situación, incluso de lo qué pasó hace unos años.

-Ándate Maite porfa. De verdad que nadie te quiere aquí. - Hable un poco chato.

-Ugh, bueno. - Abrió la puerta, pero antes de salir se dio vuelta y dijo unas palabras que lo cagaron todo. - Voy a volver al colegio, entro el Miércoles.

Y cerró la puerta.

¿Me puedo suicidar? Igual vengo a ver como fantasma a mi familia y a la Dani... su botellita de cloro piola...

-¡Felipe po! Te estoy hablando.

-¿Qué pasa? - Le digo a mi hermana saliendo de mi transe.

-Que si quieres que vaya a ver a la Dani.

La Dani... puta la wea, nunca puedo tener nada bueno weon, siempre me lo tiene que arrebatar alguien.

-Si no es mucha molestia. - Le digo con voz apenada.

-Obvio que no hermanito. - Me palmea el hombro. - Deja ir a ponerme zapatos.

La Martina sube corriendo y yo me quedo pensando en la Dani.

Martina

Respiro ondo antes de tocar la puerta de la casa de la Dani. Espero poder llevarle buenas noticias a mi hermano, ambos se veían bien juntos, no me gustaría que eso se acabe por una aweona.

Me abre la puerta un mino bastante rico... hay conchesumadre, ¿Se puede ser más mino? Hasta su sonrisa es mina por la cresta.

-Hola. - Me da una de esas sonrisas de "Sé que soy mino"

-Hola. - Saco choreza pa no tartamudear. - Estoy buscando a la Dani.

-¿De parte de...?

-Martina, ella va a saber quien soy.

-Ya, pasa por mientras, la voy a buscar.

El mino rico entra a la casa y me da la pasada... a la casa, obviamente. Sube las escaleras y lo pierdo de vista.

La Dani me va a tener que presentar a ese wachon, porque yo no me voy de esta casa sin saber hasta su código postal.

Bueno, nunca tanto.

El wachito baja con su sonrisa culia mina y se me acerca.

-Dice que subas. - Asiento con la cabeza. Cuando voy en mitad de la escalera, él habla. - Porfa ten cuidado en hablarle de tu hermano, está sensible. - Asumo que la Dani le dijo que el Pipe era mi hermano. Yo solo asiento.

Llego a la pieza de la Dani, y toco la puerta.

-Pasa. - Se escucha casi como un susurro.

Al entrar veo que de verdad está pa la cagá.

Siempre encontré a la Dani demasiado linda, casi como una modelo, pero ahora solo parece un mapache entero cagao.

Por decirlo suavemente.

-Hola cabra. - Le sonrío. - ¿No me quieres contar lo que pasó?

La Dani suspira.

-Que queri que te diga, es obvio que él te contó.

-Pero quiero saber que opinas del tema po Dani.

-Pucha, na po. Mi primer pololo me cagó con dos weonas, y ahora al Pipe le dan dos, sendos besos, en mis narices po. Bonita la wea.

-Pero amiga, la culpa no es del Pipe.

-Si sé, pero me siento como el pico. A decir verdad, en estos momentos solo quiero abrazarlo y llorar un rato, porque el siempre ha hecho que me sienta mejor... pero de seguro no me quiere ni ver porque piensa que soy una cabra alaraca que llora por cualquier wea. - Dice con lágrimas asomándose en sus ojos.

-No pienso eso, Dani. - Ambas nos damos vuelta y vemos al Pipe apoyado en el marco de la puerta, apenado.

El weon soltero Donde viven las historias. Descúbrelo ahora