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Estamos todos comiendo y el ambiente se pone súper tenso. No entiendo como una señora tan dulce como la mamá del Pipe, puede estar casada con un viejo amargado y pesado. De verdad que odio a este caballero por todas las desubicadas que se ha mandado, y sigue mandándose.

-¿Quién me dijiste que erai? - Me dice el viejo culiao.

-Daniela. - Veo a su esposa y me está mirando triste, casi como pidiéndome perdón.

-¿Y qué haces en mi casa?

-Papá, por favor para. - Le dice el Pipe.

-¿Quién te dio permiso para hablar?

-Amor. - Le dice la Tía en tono de reproche y el viejo la mira mal, puedo jurar que le pega.

La Martina está al lado mío, ya que la mesa es redonda, y me da miradas cómplices.

Aún así, con un papá tan mierda, admiro a su mamá weon. Supo criar a sus hijos con buenos valores, siendo unas súper buenas personas.

-¿Entonces quién es ella? - Le habla a la Martina.

-Es mi amiga y, la polola del Pipe.

-¿Polola? - Se ríe. - ¿Y cuánto te pagaron para estar con este weon? - Veo al Pipe y su cara de dolor es súper notoria.

-Sinceramente, no me tienen que pagar ni un peso para estar con su hijo. Es una de las mejores personas que conozco. - Su mamá y la Martina me sonríen, pero el viejo culiao me mira mal.

-Ándate de mi casa, nadie me falta el respeto.

Sin decir nada, me paro y voy hacia la pieza del Pipe a buscar mi mochila, escucho unos gritos abajo, y luego entra el Ken.

Se agarra la cabeza con frustración y veo como busca algo que golpear, pero me pongo frente a él y trato de hablarle para que se tranquilice.

-¿Me acompañas a mi casa? - Le digo abrazándolo por el cuello, pero el sigue con sus brazos a ambos lados de su cuerpo. -¿Pipe? - Tomo su cara y lo obligo a mirarme.

-Gracias por lo que dijiste abajo, pero con un padre como ese, de verdad debieran pagarte para estar conmigo.

-¿Qué dices? Yo no pololeo con tu papá, pololeo contigo, así que si tu viejo es así, me importa menos que un decámetro de tula. - Se ríe por lo último que digo. - Me encanta tu personalidad, tu forma de ser, lo amable que eres, lo celoso que eres, como te esfuerzas en que aprenda inglés cuando soy como las weas. - Se vuelve a reír. - Me gustas tú, no tu familia.

-Gracias Dani. - Me abraza y esconde su cabeza en mi cuello. - Creo que me gané el loto contigo.

Luego de un rato bajamos, y salimos por la puerta siendo observados tristemente por la Marti y la Tía Vero. Y con odio por el viejo reculiao.

Decido mandarle un mensaje a la Nancy y le digo que me va a llevar el Ken, ya que por lo que me contó, su papá le dijo que si volvía hoy a la casa, le sacaba la cresta.

Yo: Nancy, pasó algo brigido en la casa del Pipe, ¿se puede quedar a dormir?

Nancy: Cabra cochina, queri puro pecar

Yo: ¡Nancy por la cresta! Si le digo la verdad, ahí le cuento

Nancy: ¿Y dónde va a dormir el niñito? No tenemos otra pieza

Yo: En mi pieza hay un sillón...

Nancy: Si escucho ruidos raros voy con la cuchara de palo y la correa, estai advertida

Yo: Ya oh, mente sucia, te amo, llegamos en unos minutos

Me río para mis adentros por las weas que me dijo la Nancy.

El weon soltero Donde viven las historias. Descúbrelo ahora