4. Do my best

811 156 11
                                    

Nervoso se encontraba Yugyeom de pie en la salida de la estación, esperaba a su amigo Kumpimok, el pelinegro proveniente de Tailandia se había convertido en su cómplice durante un campamento realizado en el instituto al cual asistían ambos, claro el mayor de ambos no hablaba del todo bien el coreano, y a modo de trato, Yugyeom se ofreció a ayudarle mientras él le enseñará y ayudará en inglés.

Sonrió cuando el mayor salió de la estación, su rostro cubierto con una acolchada bufanda y un largo abrigo que le proporcionaba calor, el extranjero tenia un buen gusto por la moda y sabía utilizarlo a su favor, llamaba fácilmente la atención de más de alguna chica o chico, a sus cortos 16 años.

—Estoy nervioso —murmuró Yugyeom una vez que ambos emprendieron camino al teatro.

—No lo estés, pasaremos, nadie esta a tu nivel Yug, ni siquiera yo —sonrió el mayor de ambos.

—Pero es la audición final, sí logramos aprobar, seremos trainers oficiales.

—Con mayor razón debes de mostrar todo lo que hemos practicado para este momento —sonrió Bambam comprobando la dirección en el mapa de su teléfono. —Creo que llegamos.

Yugyeom sonrió nervioso viendo los grupos de aspirantes que se formaban fuera del lugar, faltaban alrededor de diez minutos para el ingreso, y diferentes tipos de chicos hablaban sobre lo que presentarían, de algunos se lograba escuchar como habían pasado por un par de audiciones de ese nivel en otras compañías.

Un grupo de adultos identificándose con la credencial de staff comenzaron a organizar ingreso al lugar, llamando a los chicos por la lista que poseían en sus manos además de separarlos por el talento a demostrar. Con un numero en su pecho acompañado de su nombre Yugyeom le sonrió a Bambam, un par de números antes que él. Jugando con sus dedos tomó asiento, recordando nervioso las instrucciones de Jinyoung, el mayor sabía lo que era pasar por una audición y previamente a ser aceptado mantuvo una platica con el castaño, sonriendo por las amables palabras que volvían a su mente, logrando así mantener la calma.

Un pelinegro sonrió de pie sobre el escenario, y todo el teatro cayó en silencio cuando él se presentó, —Buenos días aspirantes, como algunos sabrán, Mi nombre es Seo Eunkwang, el director de Gravity. Antes de comenzar, les pido que den lo mejor de ustedes, pero también agradecerles el interés por pertenecer a nuestra empresa. El jurado encargado de evaluar su desempeño está conformado por —sonrió haciendo un ademan para que el reflector iluminará a las personas a su costado. —Nuestro productor y compositor, Def, a su lado, el encargado de las lecciones de canto, y también compositor, Ars, y para finalizar, nuestro encargado de las coreografías y letras en la parte del rap, Jackson.

El jurado tomó asiento en la amplia mesa que estaba a pasos del escenario, sonriendo hasta el momento en que el presentador comenzó a llamar a cada aspirante según lo planeado. La miraba de los tres hombres estaba fija en la persona que se presentaba, dejando anotaciones en los papeles que tenían en sus manos.

Yugyeom tomaba largas respiraciones a medida que los aspirantes se presentaban, en corto tiempo gran parte había sido evaluado y pocos participantes quedaban del primer segmento. Juntó sus manos al momento en que Bambam se presentó, rogando a los dioses que el mayor fuera bien evaluado por el riguroso grupo de jueces que daba un comentario simple a cada participante.

Kumpimook dio lo mejor de sí, actuando tan carismático como siempre, demostrando las largas horas de ensayo en la sala que pagaba junto al menor, sonriendo al momento en que acabo y los jueces asintieron con suavidad, aparentemente era una aprobación y Yugyeom fue feliz de ver aquello. Unos minutos mas tarde, su turno llegó y nervioso respiró en el centro del escenario, vio a los ojos de cada juez, dando su nombre y edad, sonrió tomando posición antes que la música comenzara a sonar y llenar el teatro, un ritmo energético que combinaba house y hiphop, con marcados movimientos y un excelente trabajo de pies, estaba dando todo de sí, que la corta temporada que paso en América no fue en vano. Al monto en que su cuerpo termino en el piso, la presentación había finalizado y acompañando de ella una ovación de aplausos, cosa que le hizo sonreír satisfecho.

El jurado no estuvo exento de comentarios positivos, aunque la mirada crítica no desaparecía, sabían que había potencian en los jóvenes que participaban y destacaban los puntos en sus anotaciones ya teniendo en claro a la gran mayoría que se sometería a los arduos criterios que la empresa mantenía.

Yugyeom envió un mensaje a su hyung, ambos estaban emocionados tras presentarse y de igual modo esperanzados que pasarían a estar un paso más cerca de su sueño. Los jóvenes sonrieron cuando un auto se estacionó a pasos de ellos.

—Hyung, al fin llegas —sonrió Yugyeom subiendo al auto en la parte posterior, a un lado de Bambam.

—Muchas gracias por recogernos, soy Kumpimook Bhuwakul —rió al ver la cara extrañada del castaño a través del retrovisor, —aunque todos me llaman Bambam.

—Park Jinyoung, —sonrió comenzando a conducir. — ¿Quieren ir por algo de comer antes de que los deje en casa?

—Pero hyung, ¿qué pasa con tu trabajo? —cuestionó el menor en aquel automóvil.

—Aun es temprano, y debemos celebrar tu primera audición, es una etapa estresante, deben estar hambrientos, se lo que es eso.

—Gracias, la verdad no pudimos comer por los nervios —comentó Bambam casi en un murmuró, extrañamente estaba actuando tímido, cosa que hizo reír a Yugyeom.

—Hyung estuvo apunto de debutar, aunque no lo creas, tiene una gran voz, es suave y melodiosa, además de tener buenos movimientos de baile, y también es un gran crítico, siempre busca que mejore en el baile y canto.

Jinyoung no pudo contener la suave risa, los alardes y halagos que su vecino hacia demostraban la admiración que este sentía, muy diferente a las constantes bromas que realizaba. Llegaron en un par de minutos a un restaurante de comida rápida, donde pagó la comida de los tres, escuchando los comentarios que hacían los menores, integrándose a la conversación fácilmente. Al acabar los dejó en la entrada del edificio, despidiéndose con una sonrisa de los jóvenes, ambos le recordaron a su audición hace diez años, cuando tenía la misma edad que los menores, rememorando las largas horas en la sala de espejo perfeccionando sus movimientos de baile y canto. Ahora la mayoría de los chicos que conoció se habían alejado, solo mantenía el contacto con un par, pero la vida de ellos era totalmente diferente, no debían encargarse de una princesa como él. 

The Song [JJ Project/Bnior]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora