17. Can't help Myself

784 123 82
                                    


Jaebeom se encontraba nervioso comprobando y acomodando su vestuario frente a un aparador de una cafetería, ya no tenía vuelta atrás, no podía cambiar su ropa, no estaba seguro si utilizar un jeans rasgado, una playera gris y una chaqueta de cuero negra era apropiado para el museo. Suspiró largamente acomodando su cabello ahora negro para ver la hora en su teléfono, aún quedaban quince minutos para la hora de encuentro, comenzaba a odiarse un poco más por llegar temprano, después de todo no era una persona con la paciencia como virtud. Los minutos parecían pasar más lento de lo normal, y escuchar música mientras esperaba parecía más angustiante, ninguna parecía ser apropiada apretando constantemente el botón de siguiente constantemente.

—¿Has esperado mucho?

La voz de Jinyoung llamo su atención arrastrando una sonrisa de sus labios mientras negaba dando una rápida mirada al menor. Él estaba vestido tan diferente, un pantalón negro de tela, una camisa blanca sin la más mínima arruga y un chaqueta de color oscuro, finalizando con unas botas de vestir, se veía elegante pero casual al tener los dos primeros botones abiertos.

—Vamos —sonrió Jinyoung acomodando su cabello hacía atrás.

—Vamos — afirmó sonriendo Jaebeom, caminando tras el castaño que avanzaba con una de sus manos sosteniendo un itinerario y la otra dentro del bolsillo de su pantalón.

«¿Es acaso una prueba?», pensó al ver como en el trasero del menor se marcaba perfectamente su curva gracias a aquel ajustado pantalón. Parecía un juego con su auto control y su libido al verse tentado de aquel modo. 

Apresuró el paso para estar a un lado del castaño, mientras menos le mirara su entrepierna no reaccionaría, y así lo hizo, pasó la estadía completa observando los cuadros y las esculturas, y de vez en cuando, viendo al castaño como sonreír al admirar cada lienzo pintado en óleo, contemplando los detalles y la mezcla de colores realizada por los diferentes artistas.

El tiempo parecía volar, sin percibir qué cuando ya habían recorrido cada uno de los salones de exposiciones, estaba completamente oscuro cuando abandonaron el museo, ambos se miraron un par de segundos sin saber qué hacer, no querían despedirse, pero que opciones tenían, debían volver a sus casas, así que abordaron un taxi compartido.

Ambos miraban su teléfono uno con más interés que el otro, claro Jaebeom acababa de recibir su canción con los arreglos finales por parte de su amigo, así que sin dudarlo bajó el volumen del aparato y reprodujo el audio. Jinyoung a su lado le miró con una sonrisa, la voz de Jaebeom era suave podía escucharla fácilmente y más si estaba acompañada de aquella melodía, pero el disfrute de aquella armoniosa voz fue cortado un poco más allá del coro, ya que habían llegado al edificio del pelinegro, era hora de separarse, a pesar de la decepción en su rostro, Jinyoung forzó una sonrisa. 

—¿Quieres escuchar el álbum? —ofreció el mayor ya fuera del taxi sosteniendo la puerta. —Puedes subir conmigo si quieres.

Jinyoung sonrió de manera genuina ahora, pagó la tarifa y salió rápidamente y por supuesto Jaebeom no perdió la oportunidad de ver aquel trasero mostrarse en toda su gloria cuando el menor se inclinó para recibir el cambio.

—¿Jaebeom? —cuestión el castaño cuando él parecía no reaccionaba y el taxi ya se iba.

—Claro, vamos —sonrió avanzando hasta la recepción presionando el botón del ascensor que no tardó en llegar.

Ya en el apartamento del mayor, Jinyoung recorría cada rincón con la mirada, le encantaba lo amplio del lugar incluso ahora era más consciente de cada adorno, no pensó mucho en acercase a la librería de la sala leyendo cada título de libro, algunos en coreano otros en inglés sonriendo cuando encontraba más de uno que ya había leído.

The Song [JJ Project/Bnior]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora