23. So bad

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Jinyoung pasó semanas tranquilas, todo parecía estar bien con la familia reunida y en un par de actividades era involucrado con sonrisas, claro aceptaba para complacer un par de mujeres que dibujaban pucheros y miradas que aceleraban su corazón. Los hermosos sentimientos que había dejado de lado por la rabia y la tristeza de perder a aquella mujer estaban volviendo.

Jaebeom miraba constantemente su teléfono, deseaba escribirle al menor, preguntarle si tenía finalizada la parte de la canción que le correspondía, pero el temor lo estaba haciendo dudar, tal vez el castaño estaba molesto o lo estaba evitando por su estúpida confesión y por aquel motivo no se contactaba con él desde hace unos días, tal vez simplemente se había arrepentido de todo, había recapacitado y continuaría como el normal padre de Suhyun.

Tenía tantas dudas y no podía simplemente reunirse con él gracias al exceso de trabajo de oficina y las diversas preparaciones para su comeback, además de los programas que estaba grabando esa semana, sí terminaba con una crisis de pánico no sería nada extraño, tanta presión y dudas lo estaban literalmente matando. Su único apoyo por el momento era Jackson, quien participaba con él en diversos trabajos y en el transcurso de espera podían intercambiar alguna que otra palabra.

Por el momento estaba concentrado en aquellas actividades, claro hasta que debía reunirse con el apoderado de Yugyeom, la propuesta de incluirlo en un programa de supervivencia estaba sonando fuertemente dentro de la junta, el pelinegro tenía un talento que desbordaba y era un fuerte rival para las empresas más grandes.

—¿Qué te tiene tan concentrado?, es raro en ti —bromeó Jackson presionando ambos hombros en un masaje que parecía aliviar la carga en sus hombros.

—Debo llamar a Jinyoung —suspiró.

—¿Y eso es algo malo?

—No lo sé, no he sabido nada de él en días, la última noche le conté como me sentía y parecía bien, pero no he recibido nada de su parte. No sé cómo responderá al llamado.

—¿La llamada es algo sobre Yugyeom?

—Si, necesitamos su autorización para participar en el programa de supervivencia. Ya sabes es algo que puede traer buenas cosas para el chico, aunque también aumentar su carga y estrés.

—Siempre puedes decirle a la secretaria que lo llame, así solo te enfrentas a él en la reunión.

—Es una buena opción —frunció el ceño el mayor, cuando la presión en sus hombros fue un poco más fuerte.

—Todo estará bien —susurró para luego morder su labio inferior, Mark le había contado la llegada de aquella mujer y como Jinyoung estaba reaccionando, pero no era su deber decir algo así, no conocía los sentimientos de Jinyoung después de todo, y tampoco quería quedar de chismoso para su amigo, así que con una sonrisa fue a sentarse al sofá de aquel camarín donde se encontraban.

Jaebeom suspiró, no quería presionar a su amigo, sentía es que estaba ocultando algo por su forma de actuar, pero lo dejaría pasar, algún motivo tendría para ello. —Está bien, le diré a la secretaria que agende la reunión, después de todo es algo sobre la empresa, nada personal. —suspiró nuevamente levantándose para realizar la llamada a la mujer, y luego encargarse de lo que estaban haciendo ahora, que era la grabación de aquel programa.

🎶🎧

—Papá tu teléfono —Suhyun se levantó del sofá donde estaba recostada jugando con sus muñecos, tomó el teléfono del castaño y lo llevó hasta la cocina, donde el hombre se encontraba preparando la cena.

Jinyoung miró extrañado el número tras un par de segundos, la información fue clara, y la reunión fue agendada para el día siguiente debido la urgencia de esta. Los nervios del castaño se crisparon, había estado evitando pensar en Jaebeom y si se mantenía alejado de la empresa no tendría nada que preocuparse para volver a la normalidad de su vida junto a su hija y posiblemente la madre de esta. Estaban pasando un buen momento, cenando ocasionalmente e incluso compartiendo torpes despedidas en las cuales sus bocas estaban a centímetros de rosarse.

The Song [JJ Project/Bnior]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora