La Vida y sus Injusticias |#CAMREN|

CAPÍTULO 13

Cuando dejé a Camila en su casa, regresé a la mía.

Hice algunas llamadas a Normani y Dinah sobre la empresa, bromearon sobre lo que hice con Camila.

No las dejaré saberlo nunca.

Luego, alguien tocó mi puerta. Me sorprendí al ver a la chica parada en el marco de la puerta.

Había dejado mi lienzo de pintura, era una silueta de dos mujeres amándose. Me encantó mi trabajo.

Sabía que el momento en el cual la chica hablara sería pronto, pero no sabía que tan pronto.

Dejé el lienzo de lado y le dije que pasara.

— Vaya, sabía que eras gay pero no tan gay—señaló el dibujo, haciéndome reír.

— No soy gay. Solo soy Lauren enamorada de Camila—ahora hablaba como una completa cursi.

Tú culpa, Camila.

— Que asco—mi cursilería era extraña para ella—. Pero, cuéntame todo—habló sonriente, sentándose en mi cama.

Aquello sí que me había sorprendido.

Recuperamos el tiempo perdido. Hablamos de Camila, de Taylor y su novio, de la empresa, hizo muchas preguntas acerca de la empresa y mi vida.

Respondí todas.

Incluso, parecía que conocimos nuestra vida entera ese día.

— Entonces—formuló en su mente unos segundos—. ¿No te importa la empresa?—cerró al fin, negué. Claro que no—. Joder, Lauren. Mi padre te está jodiendo la vida—negué de nuevo.

— Algo le pasa. Creo que algo con su vida—me encogí de hombros, recordando la plática con Camila—. Por eso es así, quiero ayudarlo. Acercarme a él, tal vez pueda hacerlo cambiar—pero acercarse era peligroso, y aun no lo sabía.

— Como sea, ese hombre no tiene derecho a tratarte así. Te está arruinando, Lauren. Lo que sea que vayas hacer, hazlo con cuidado—aconsejó, no entendí porque, pero asentí a lo que dijo.

— No voy a dejar que me arruine—negué, pensé también que algún día iba a cumplir mi sueño.

Pensé.

— En fin, se feliz con esa chica y cumple tu sueño—me sonrió grande, hice lo mismo.

Camila iba volverse loca cuando lo sepa. Siempre quiso que arreglara las cosas con ellos.

Hablamos de más cosas.

Ella se disculpó conmigo, imaginé que escuchar lo perfecta que era, podría ser un martirio.

Ese hombre tenía ojos solo para mí.

Mis hermanos eran invisibles para él.

Pero, sin embargo, me quería arruinar solo a mí.

Ella me lo dijo así, yo no lo creí.

***

El ambiente era tenso, de nuevo.

¿Cómo no lo sería después de esta mierda?

Me acababa de enterar que había otra junta.

Era nada más y nada menos que James Ross queriendo ayudar.

Al no tener mi respuesta, habló con mi padre, este no dudo en decir que sí.

Joder, dijo que si a pesar de que podía arruinarme.

Estaba enojada.

Era importante y debió consultarlo conmigo.

— Esta es la única cláusula del contrato—habló el tipo.