CAPÍTULO 21

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Y todo comenzó.

Nuestra primera parada era la oficina de Miquell.

Por Ally supimos que él tenía una junta a esta hora. Su oficina estaba en el primer piso, así que era relativamente fácil llegar a él.

La recepcionista era una chica. Había algunas personas en sus oficinas, quienes estaban demasiado ocupadas en sus cosas como para darse cuenta de que alguien había llegado.

Chris coqueteaba con la chica, así que ella no se dio cuenta cuando Camila y yo doblados la esquina.

Paramos en seco cuando vimos a alguien de traje pasar.

— Que ese idiota se vaya a la mierda—dijo molesto Greg, entrando a su oficina a paso rápido.

Camila y yo nos vimos, la chica tomó mi mano, dándole un ligero apretón. Sabía lo que ese chico me quiso hacer.

Pasamos casi corriendo a la oficina de Miquell. Camila sacó la llave de su pantalón, la abrió y ambas pasamos.

Esa era otra obra de Allyson, resulta que vino a esta empresa de "visita", entró a la oficina de Miquell y robó la llave. Era una genia.

Le hice una seña de que cerrara de nuevo con llave, así lo hizo y caminamos al gran escritorio.

Comenzamos a mover todo. Cada carpeta, cajón y demás. Necesitamos algo de información del banco.

Encendí su computadora mientras Camila checaba algo de sus carpetas. Estábamos desesperándonos, miré el reloj, la junta acaba en media hora.

— ¿Encontraste algo?—susurré. La chica negó.

Abrí las diversas carpetas del escritorio de la computadora, tratando de encontrar algo útil.

Entonces escuchamos la llave en la puerta.

Abrí los ojos y le hice una seña a Camila de que viniera. La jalé cerca de mí y nos agachamos bajo el escritorio.

Hice una mueca de dolor, la herida aun no sanaba por completo. Me miró preocupada la chica, negué diciéndole con la mirada que todo estaba bien.

— Todo tengo que hacer yo. Joder, no es mi estúpida empresa—el chico estaba malhumorado. Era Greg de nuevo.

Sentí que guardaba la respiración, Camila no podía guardar silencio. Así que la jalé, poniendo mi mano en su boca.

Ruido.

Silencio.

— ¿Qué diablos fue eso? se acercó al escritorio y cerré los ojos. Casi ahogaba a mi novia, pero tenía que guardar silencio—. Mierda, ahora hay ratas aquí. Odio esta mierda—dejó caer algo al escritorio—. Este viejo es un desordenado. Y luego me regaña a mí—escuché que hacia un sonido con sus dientes. Pasos lejanos y luego la puerta cerrada de nuevo.

Solté un largo suspiro, sentí una mordida en mi mano.

Me quejé.

— Mierda, sé que soy torpe. ¿Ya quieres deshacerte de mí?—habló bajo, con aquel tono divertido.

Se inclinó, besándome. Le correspondí el beso y luego nos levantamos.

Puse una mano en mi abdomen adolorido.

Negué. Mala idea hacer esto.

Miré los papeles en el escritorio, los tomé.

Abrí la carpeta. No supe identificar qué tipo de papel era, hasta que vi el sello del banco.

La Vida y sus Injusticias |#CAMREN|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora