CAPÍTULO 23

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— Lauren, levántate. Tienes que ver a tu abogado, tu juicio es en unas horas—golpeó la reja, haciéndome brincar.

Negué.

¿Mi juicio? No era posible.

— No creo que...

— ¿Vas a venir o no? Tienes juicio y para tu situación, te conviene ir—negué, preguntándole porque no me dijeron antes. Me acerqué a la reja y me dejaron salir. Como siempre, colocaron las esposas en mis manos—. No trabajamos para ti como para decirte eso. Si a ti no te dijeron, ese es tu problema.

Odiaba a los oficiales que hablaban con arrogancia.

Puso su mano en mi hombro y a empujones como siempre, me llevaron a una sala.

Solo me empujaron dentro y cerraron la puerta.

Negué. Puse la mano en mi abdomen. Creo que se encontraba mejor.

Cuando me di la vuelta, miré a Alejandro y otro tipo de traje a su lado.

Estaba sorprendida.

— Alejandro...—no creí que fuera muy buena amiga para el padre de Camila ahora.

— Estoy aquí por mi hija. No por ti—aclaró inmediatamente. Asentí. Tenía una mirada seria y ya no sonreía como antes—. Este es tu abogado, es mi amigo. Se llama Jack Simons. Va a ayudarte.

— Mucho gusto, señorita Jauregui—me tendió su mano, intenté pasar la mía a la suya pero las esposas lo impidieron.

Me jodia tenerlas y mi frustración fue notoria para ambos hombres.

Igual con un poco de maniobras, lo saludé.

— Solo Lauren—le dije, sentándome cuando me ofreció lugar frente a él.

Ya no era una persona distinguida ni respetable, nunca lo fui.

Ahora era solo Lauren.

— Bien, Lauren. He visto tu caso, podemos hablar de lo que dirás en el juicio. Creemos que solo presentarán el caso. Tal vez hables a la tercera sesión. Pero debemos estar preparados para todo—bajé la mirada, ya estuve un puto mes esperando. No quería estar más aquí, no me sentía bien—. Expondremos el caso de una chica que fue manipulada por su padre y que por eso, hiciste lo que hiciste. De esa forma, meteremos a la cárcel a Michael Jauregui—negué.

— El culpable es Miquell. Tenemos pruebas, él debe pagar por esto. Es un idiota que hace fraudes, desfalcos y demás mierdas. Es un violador. Es una persona del asco, debe estar aquí—cuando dije violador, miré a Alejandro.

Nos miraba con atención sin saber porque exactamente dije esa palabra.

— Eso es imposible. Se robaron esa prueba que no dice nada en concreto. Solo las culparán por entrar aquel lugar. Culpar a Michael es ir a lo seguro. No tenemos más pruebas para ese tipo. Camila ya nos contó sobre eso. Pero no podemos hacer nada más—me reí. ¿Entonces para qué es ésta mierda? Ese idiota debe pagar—. Escucha, el abogado de James nos ofreció un trato. Si dices que eres culpable te dan cinco años. Es lo único que podemos hacer. Tu caso es grabe. Di que tu padre es el malo. Dile que no sabías que pasó, listo. Cinco años y sales sin una lectura de cargos.

Esto debería ser una broma. Me levanté, dispuesta a irme.

Pero Jack se levantó y me miró confundido. Alejandro me detuvo.

— No entiendo que hacen aquí si me iré a la mierda a la cárcel igual. Joder, sigue siendo el final. No tengo opciones, así que diré la verdad. Diré que fue Miquell. A la mierda si tengo que estar aquí más tiempo. De cualquier forma pierdo. ¿Qué más da cuántos años sean? Sigue siendo igual—solté molesta.

La Vida y sus Injusticias |#CAMREN|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora