CAPÍTULO 19

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En otro lugar de Miami, la mesa se ponía lista para la comida.

Alejandro se sentaba con su periódico. Sofía se sentaba aun lado de Camila, animándola. Pues la chica no se sentía muy bien últimamente. Sinueh quería hacer comer a su hija, pues esta no comía nada hace mucho.

Algo la había cambiado, algo pasó y ella como madre se sentía tan mal por no saberlo.

La chica que había dejado a más de alguno preocupado esos días, solo jugó con su comida.

Odiaba la hora de la comida, pues todos la miraban esperando que comiera algo. Ella no podía más.

Alzó la vista, mirando al frente a su padre.

Como siempre en el periódico.

Pero, esta vez, la portada la alarmó. Sintió su corazón latiendo fuerte frente a la imagen de la chica que la lastimó. No podía leer las letras, pero de seguro era un festejo de los Jauregui.

El dolor llegó de nuevo: ¿Cuándo la olvidaría?, se preguntaba. Dejó un vacío en su pecho después de jugar con ella e irse. Estaba muy confundida frente a todo lo que pasó. Tenía muchas preguntas y ninguna tenía respuestas.

Tal vez si se levantaba ahora, lloraría en su cuarto más tranquilamente. No era bueno llorar frente a ellos. Pues la ansiedad llegaba, odiaba sentirse así.

Ellos hacían preguntas respecto a su ansiedad. Estaba segura que no querían saber la respuesta. Ni mucho menos, como comenzó todo.

¿Qué le dirían si supieran que su hija era una prostituta? Y más importante, ¿Qué le dirían si supieran que fue violada?

— ¿Esa no es tu jefa?escuchar la voz de su madre la asustó tanto, sacándola de sus pensamiento. Alzó la vista. Abrió los ojos al ver en las noticas a su ex novia.

Hablaban de un escándalo, pasaban imágenes de su antigua chica diciendo un montón de cosas en un evento.

Se sorprendió bastante, pues ella ya no aguantó y al fin explotó. Pero sabía que nunca explotaba de buena forma.

Su corazón se rompió al escuchar su dolor frente al daño de sus padres. Su corazón latió con fuerza al escuchar aquella confesión.

Abrió la boca y sintió su cuerpo cambiando de nuevo.

Su padre era el culpable, ella no le hizo daño.

Era claro, pues la conoció en tan poco tiempo y ella no haría algo así. Hizo cosas por ella e incluso cantó para ella.

No tenía sentido que mintiera.

Que de repente, ella no sintiera nada cuando le dio todo.

Que la lastimara, que la botara como sin nada, nunca tuvo sentido.

Sintió dolor, pues ahora comprendía muchas cosas. Quería levantarse y llorar ahora sí. Pero sabía que sería otro escándalo con sus padres.

¿Por qué no habló con ella y le dijo el plan de sus padres? No la hubiera dejado sola.

— Miren nada más, es una Jauregui. Nunca confié en esa familia, no puedo creer que haya estado en mi casa—su padre habló con asco el apellido de su antigua chica.

Ella lo vio, ¿Cómo era posible que dijera eso?

— Es una buena chica, tú lo viste. No puedo creer que digas eso—la defendió como siempre.

La Vida y sus Injusticias |#CAMREN|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora