CAPÍTULO 24

282 26 0
                                    

La segunda sesión, no fue más fácil que la primera.

Fue peor.

Empezando con que tuve que ver a Camila, quien vino en lugar de su padre. Si, estaba Jack el abogado y Camila aun lado.

Le pidió al abogado que nos dejara a solas y lo hizo.

Solo nos estábamos viendo.

Solté un largo suspiro y jugué con mis manos, sintiendo el metal que las envolvía.

— No entiendo, Lauren. ¿Por qué haces esto? Quise venir a verte y me dijeron que no estaba autorizada. ¿Por qué no me dejas?—preguntó, no le dije nada—. ¿Ya terminó? Porque si es así, esperaba que fueras más valiente como para decírmelo en la cara—no, no quería terminar con ella. Llevé ambas manos a las suyas. Me miró confundida cuando las tomé. Negó—. No te entiendo. Parece que aún no lo sabes.

Soltó una lágrima y me odié por hacerla llorar.

Intenté separar mis manos de las suyas para quitar sus lágrimas, pero lo hice una a la vez y las esposas volvieron a impedírmelo.

Solté ambas manos y cerré con fuerzas los puños, calmándome por no golpear mis manos contra la mesa de acero.

Me sentía impotente.

Ella observó la interacción.

Tomó mis manos, con calidez. Las llevó a sus labios y le dio un tierno beso, sacándome una lagrima.

— No quiero que me veas así—pude hablar, pero el nudo en la garganta apareció. Me detuve por unos segundos—. No quiero que me mires derrotada. ¿Crees que no te vi cuando entraste? Me miraste con dolor al ver mi cara y mi cuerpo—traté de alejar mis manos, pero no me dejó—. Camila, debes odiarme por lo último que pasó. Te mandé al hospital de nuevo, joder. Dime ¿Qué sentido tiene seguir cuando sabemos que estaré aquí un buen tiempo? Tú tienes una vida por delante, yo ya no—hablé con dolor, soltando el primer sollozo.

Ella me miraba con dolor, soltando lágrimas en silencio.

— Aun no lo sabes, Lauren. Eso me duele, que no te des cuenta—tragó saliva. El ambiente era tenso—. Te amo, estamos juntas en esto. No me protejas, no se trata de quien proteja a quien. Se trata de cuidarnos ambas. De apoyarnos. Te amo y parece que nunca lo vas a saber—bajé la mirada, no sabía qué hacer—. Parece que aún no sabes que somos nosotras contra el mundo— soltó un suspiro—. ¿Por qué?—su pregunta era incierta.

— No lo sé—fui sincera—. Te amo y sé que somos las dos contra el mundo...

— ¿Y por qué cuando tenemos que demostrarlo, te da miedo? No se trata de solo decirlo—me regañó.

Y ese día lo supe.

Éramos yo y ella contra el mundo. Y no porque sea una simple palabra.

Porque lo somos.

Porque hemos pasado por mucho y lo hemos superado.

Porque no podemos estar juntas, pero tampoco separarnos.

Porque la amo y llegó el momento de que los demás lo sepan.

Porque hemos pasado por tantas cosas y tal vez, este momento tenía que pasar.

Porque yo lo sé, porque ella lo sabe. Porque nosotros lo sabemos. Y los demás, merecen saberlo.

Porque ella me lo ha demostrado y yo también lo quiero hacer. Porque no sé qué pase mañana, porque la vida es incierta y las injusticias de esta lo son también.

La Vida y sus Injusticias |#CAMREN|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora