|Capítulo 4|

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{LA VUELTA DE LA ALEGRÍA}

-Recuerde Alteza, con que salude y sonría es suficiente. Lo único que debe hacer es dejarse ver por el pueblo, todos desean ver el milagro en persona -me repetía Judie una y otra vez mientras trataba de colocarme el exagerado hanbok y esparcía polvos en mi rostro para hacerme ver más pálida de lo que ya era- Todo el mundo quiere apreciar vuestra belleza todos los años y este no es excepción.

Judie me había contado como todos los años este mismo día me sacaban de la habitación en la que me encontraba inconsciente y me paseaban inerte por todo el pueblo hasta llegar al templo en el que rezaban para que por fin despertara. Todo el pueblo solía reunirse en las calles para verme y luego se acercaban al templo para rendir culto. Ese día fue elegido ya que es el día en el que el cielo al atardecer se ve más anaranjado y rosado y, al ser mis colores preferidos, Judie me comentó que todo el mundo se acordaba de  mí. Siempre me vestían con ropajes de estos colores, como la falda abultada naranja y el corto top rosa palo que llevaba puesto.

-¿Y como se que no me  caeré? -le pregunté con dificultad, ya que Judie ahora se encontraba dándole color a mis labios. 

-Princesa, son los 6 guapísimos y fuertes herederos quienes os llevaran -dijo, y enseguida se sonrojó y bajó la mirada avergonzada. Yo asentí en su dirección haciéndole saber que estaba bien que hablara de esa forma conmigo, quiero decir, era mi mejor amiga al fin y al cabo, por lo menos en mi otra realidad- Lo que quería decir majestad es... que estáis en buenas manos.

Recordé la aventura que había vivido con ellos hace apenas 2 días y sonreí por ello. Sí, habíamos estado a punto de morir, pero eso no quitaba lo emocionante que había sido para mí haberlos conocido. Quizá no les había dado la mejor impresión de mí, ya que me veían como una rara, pero yo era feliz.

Cuando salimos de nuestro refugio, todo el castillo estaba destrozado y prácticamente ardiendo en llamas, lo que me entristeció. Sin embargo, un par de horas más tarde, cuando salí a tomar el aire un rato, todo parecía haber vuelto a la normalidad, como si nada hubiera pasado. Luego recordé que esto no era más que una especie de sueño y se me pasó la estupefacción.

Desde entonces, no había vuelto a hablar con los chicos. Los había visto entrenar un par de veces, pero cuando estaba dispuesta a acercarme y saludarles, se hacían los locos y salían corriendo. Me evitaban.

Mi cabeza no paraba de dar vueltas respecto a todo lo que estaba ocurriendo. "¿Cuánto tiempo más voy a pasar aquí?" me preguntaba por las noches antes de ir a dormir. Cuando despertaba y me daba cuenta de que seguía en el mismo sitio, no me sentía mal. Incluso me sentia aliviada. Eso me hacia sentir culpable.

Tampoco podía parar de pensar en Taehyung. ¿Dónde estaba? Quiero decir, si esto de verdad era mi sueño, ¿no debería tener él el papel protagónico? Todo el mundo actuaba misteriosamente sobre él y eso me sacaba de mis casillas.

-¿Por qué se hacen llamar "Los Herederos"? -le pregunté curiosa. Era una de las preguntas que me inquietaban, no tanto como otras, pero lo hacía.

Judie me miró sorprendida, y luego relajó sus facciones supongo que al recordar que "supuestamente" yo había perdido la memoria. Inspeccionó mi rostro antes de contestar y, una vez se quedó satisfecha con su trabajo de maquillaje, me dio la espalda y se puso a hacerme un extravagante peinado mientras me respondía.

-Se hacen llamar "Los Herederos",  Alteza, porque son los herederos -yo me giré y la miré con confusión. Suspiró pesadamente y me explicó- Unelma esta formado por la familia real, es decir, vuestro hermano el Rey y usted, las 7 casas nobles y el pueblo, en ese orden de poder. Las 7 casas nobles, la casa Min, Jung, Jeon, Park, Kim primera, Kim segunda y Kim tercera, son los que digamos se encargan de ayudar al rey a dirigir el gobierno y a comandar el ejército. Son como los líderes de nuestra sociedad, y como tales, son los únicos cuya sangre es permitida que se mezcle con la realeza. Por esa razón, se hacen llamar los herederos, porque cada uno de ellos pertenece a una de esas casas y algún día les pertenecerá los puestos gubernamentales que sus padres ocupan. Además también...

-Un momento... -la interrumpí una vez capté el significado de sus palabras- "Son los únicos cuya sangre es permitida que se mezcle con la realeza"...

Judie paró abruptamente de peinarme, dándome un tirón de cabello que me hizo darme la vuelta y mirarla con sorpresa.

-Princesa, yo... -me dijo sin poder ocultar su cara de miedo.

-¿Son algo así como mis pretendientes? -le pregunté mientras me sobaba la cabeza. Ella asintió con lentitud. "Como si fuera un trozo de carne sin sentimientos" pensé. Decidí ignorarlo y llegar por  fin al punto que tanto me  interesaba- Has dicho que había 7 casas, pero ellos son 6. ¿Es Taehyung el heredero de la séptima casa? -prácticamente le afirmé.

Ella no respondió y la habitación se inundó en un incómodo silencio ("otra vez ese misterio" pensé) el cual a los dos minutos fue interrumpido por el chirriar de la puerta corredera al abrirse.

-Es la hora, Princesa -me avisó Ties en un tono de voz profundo que solo había escuchado cuando intentaba impresionar a Judie.

Me estaba hartando de que cada vez que pronunciara el nombre "Taehyung" alguien viniera y me interrumpiera.

~~~~~~

El pueblo parecía ser más grande de lo que en un principio había pensado. Llevábamos horas dando vueltas y aunque mis pómulos habían comenzado a doler por mi sonrisa falsa y apenas sentía mi brazo de tanto zarandearlo, sentía muchísima pena por los 4 sudorosos chicos debajo mío que me transportaban. Una de las esquinas, en la cual se encontraba Hoseok, había comenzado a temblar, los suspiros de cansancio de Jin y Jimin cada vez eran más constantes y Jungkook... Bueno... Es Jungkook, ese aguanta lo que sea.

Yoongi y Namjoon, el cual ya parecía haber mejorado mucho de su brazo mágicamente, abrían el camino en la multitud de gente que gritaba y se empujaba por verme.

Suspiré disimuladamente y sonreí con sinceridad al ver a un niño pequeño en los brazos de su madre saludándome efusivamente con una gran sonrisa que mostraba la falta de una de sus paletas. Le mandé un corazón con mis dedos, lo cual provocó una ola de gritos de júbilo, y continué observando los rostros que me miraban con curiosidad e idolatría.

Un hombre con la cara manchada y un extraño sombrero, una señora haciendo un extraño baile para llamar mi atención, una niña saltando, Taehyung, un chico discutiendo con otro porque le había empujado... ¡Un segundo!

Volví mi vista a donde estaba segura que había visto a Taehyung, y así era. Él me miraba estático, ignorando los empujones que recibía por la espalda, y con una expresión neutra pero profunda.

-¿Taehyung? -susurré para mi misma. Él abrió más los ojos con sorpresa, como si me hubiera leído los labios, y capté eso como una afirmación.

Me puse de rodillas en la silla en la que iba sentada, sin querer apartar la mirada de aquella obra de arte que observaban mis ojos, ya que habíamos pasado por su lado ya.

-¡Taehyung! -Grité esta vez más alto. Yoongia parecía haberse dado cuenta de mi alteración y me miró confuso- ¡Parad! ¡Parad! ¡Parad! -les grité a los que me sostenían.

-Princesa Ariesen, ¿Qué hace? -me preguntó Yoongi confundido y les hizo un gesto a los 4 de debajo para que continuaran avanzando.

-¡Taehyung! ¡Taehyung esta ahí! -le grité mientras señalaba detrás de mi. Namjoon también se dio la vuelta alarmado.

Sin pensarlo dos veces y aprovechando que mi transporte estaba quieto, salté y corrí hacia donde lo había visto. Esquivé personas que intentaban acercarse y lo busqué con desesperación. Sin embargo, Taehyung había desaparecido.

-¡Taehyung! -volví a gritar intentando hacerme audible por encima de todos los gritos a mi alrededor. Unos brazos me envolvieron y me detuvieron- ¡Taehyung! -volví a gritar a pleno pulmón. Forcejeé y conseguí zafarme de aquellos brazos, pero otros me detuvieron enseguida.

-¡Ariesen basta! -me gritó Namjoon mientras trataba de alejarme de la multitud.

-¡No Namjoon! ¡He visto a Taehyung! ¡Estaba justo ahí! -Yoongi alcanzó a ayudar a Namjoon a arrastrarme.

-¡Deja de decir tonterias! -me gritó furioso. Una hilera de sangre descendía desde su nariz. Ups, esa debí de ser yo.

-¡De verdad! -intenté volver a deshacerme de ellos, pero solo conseguí que Yoongi me sujetara con más fuerza.

-¡Taehyung esta muerto!





MAYBE REAL ~Taehyung~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora