{EL DIOS DEL SUEÑO}
Le di un ultimo trago al zumo de frutas y eché la cabeza hacia atrás para que los rayos de sol impactaran directamente en mi rostro. La frescura del agua en mi piel y las cosquillas que hacía esta cuando deslizaba mis pies por la superficie me tranquilizaba.
Eché un vistazo a la bandeja de desayuno que me había traído Judie y me di cuenta de que lo único que quedaba en ella era una solitaria manzana. Sonreí al recordar el sueño y la cogí para inspeccionarla como si se tratara de una joya nunca antes vista.
-Vaya, ¿y ahora también te gustan las manzanas? -expuso una voz conocida a mis espaldas. Me di la vuelta y lo miré sorprendida.
-¿Y tú como sabes que no me gustan las manzanas? -carraspeó la garganta incomodo y acarició su nuca mientras me dedicaba una sonrisa inocente.
-¿Puedo sentarme? -yo asentí no muy segura. Era la primera vez que me dirigía la palabra cuando no estaba obligado ha hacerlo- ¿Qué haces aquí fuera sola desayunando? -me preguntó una vez se sentó al borde del camino de madera a mi lado y mientras se descalzaba para meter sus pálidos pies en el lago también.
-Bueno... -comencé yo mientras jugaba con la manzana en mis manos- resulta que mi hermano esta demasiado ocupado siempre como para hacerme compañía y como aquí todo el mundo me trata como si fuera superior a ellos y estuviera hecha de cristal, prefiero estar en mi soledad -le lancé la manzana a él juguetonamente y cuando la cogió y me miró sorprendido continué- Pero no se que me da que ese no es tu caso, Yoongi.
Él me sonrió de lado con arrogancia y apartó la mirada de mí para dirigirla a como sus pies jugaban con una rama que flotaba en las aguas estancadas. Su cabello largo y castaño oscuro le tapó el rostro ligeramente por el movimiento pero el alzó su mano para esconderlo detrás de su oreja y mirarme de nuevo.
-Siento mucho el como te he tratado hasta ahora, sobre todo lo de ayer -la sinceridad estaba impregnada en sus ojos y sonreí por ello, no sin haber sentido una punzada de dolor al recordar a Taehyung- Aunque esto que estoy haciendo ahora -nos señaló a ambos- no implica que haya dejado de pensar que eres muy rara.
-Esta bien. Se que tu personalidad es algo volátil, pero que en el fondo eres como un osito de peluche -Yoongi sonrió para luego hacer un gesto de indignación exagerada que me hizo reír.
-Tengo una reputación que mantener, ¿sabes? -yo reí aún más fuerte por su comentario.
Moví ligeramente mi pié y le salpiqué sin querer, mojando la parte de abajo de su larga túnica azul oscura.
-Acabas de firmar tu sentencia de muerte -me declaró con tono asesino antes de agacharse y salpicarme con las manos. Yo grité al sentir toda la parte superior del vestido empapado y noté como la fina tela del Hanbok veraniego que llevaba se pegaba a mi pecho.
-Lo-lo siento Princesa -tartamudeó Yoongi mientras se sonrojaba y apartaba la mirada avergonzado.
-Uyyy amigo... ¡Acabas de desatar a la bestia! -le grité. Yoongi me miró alarmado, pero cuando vio que yo también me agachaba al agua para salpicarle repetidas veces tanto con mis manos como con mis pies, sonrió y se unió a la lucha.
Estuvimos así un buen rato hasta que los dos con la respiración agitada y empapados de arriba abajo nos miramos y comenzamos a reírnos el uno del otro como dos locos. Era la primera vez que veía una sonrisa tan dulce de cerca, una sonrisa que me daba una falsa sensación de felicidad.
-¡Yoongi! -gritó alguien entonces a nuestras espaldas.
Los dos giramos al mismo tiempo, encontrándonos a Jin a unos 30 metros con el rostro serio y tenso.
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MAYBE REAL ~Taehyung~
FanfictionAriesen, una joven estudiante de instituto, vive en su propio mundo de fantasía, sin prestar atención al mundo real. Pero, ¿Hasta qué punto es su mundo imaginario? Sus sueños, protagonizados por los 7 miembros de su boyband preferida (BTS), cada vez...