MAYBE REAL ~Taehyung~

|Capítulo 5|

{OBSERVADA}

Miraba el techo de madera pulida de mi amplia habitación como si se tratase de la cosa más interesante que había visto en mi vida.

"Taehyung esta muerto" me repetía una y otra vez mi subconsciente para ayudarme así a asimilarlo. Sin embargo, yo me negaba a hacerlo, uno porque lo había visto con mis propios ojos y dos porque nada tenía ningún sentido.

Después de lo que había pasado en medio de la calle, habían decidido cancelar la ceremonia con la escusa de que la Princesa se encontraba indispuesta. Yo no me quejé, es más, lo agradecí. Nunca me gusto la atención de más en mi persona, me incomodaba.

Luego también estaba el revoltijo de emociones que sentía en mi interior. Y es que, al recibir la noticia de la muerte de Taehyung, sentí que algo dentro de mí se rompía en mil pedazos y me paralizaba completamente, aterrada.

Era un sentimiento que conocía de antemano, con la muerte de mis padres.

Me reprendí a mi misma al comparar la muerte de mis progenitores con la de un idol que ni siquiera conocía en persona, por muy especial que fuera para mí. "¡Si es que ni siquiera a muerto en la vida real!" me recordé a mi misma.

Lo tenía claro, debía investigar sobre el tema, por muy mal que me hiciera sentir. Tenía el presentimiento de que estaba relacionado con el terrible incidente de hace 10 años del que tanto hablaban y esquivaban.

Noté como mis mejillas se humedecían. Suspiré con pesadez y me gire para taparme mejor con el edredón y conciliar el sueño por fin, ignorando las lágrimas que descendían de mis ojos.

Estaba a punto de caer totalmente rendida en el sueño cuando un leve sonido me puso en alerta. Decidí ignorarlo y acomodarme mejor en la cama.

Escuché la puerta abrirse con lentitud y aunque no pude evitar temer, algo en mi interior gritaba que me mantuviera tranquila y quita. No se porqué, pero así lo hice.

Ese alguien desconocido acabo de arrastrar la puerta pero, en los próximos 30 segundos, no se movió, como si estuviera observándome en la lejanía. Entonces avanzó con paso vacilante, no muy seguro de lo que hacía.

El miedo seguía creciendo en mi interior pero, al mismo tiempo, el mismo que lo creaba lo calmaba de una manera que no tenía sentido alguno.

Noté que sus pasos se detenían justo a mi lado, lo suficientemente cerca como para poder oler la fragancia que desprendía aquella persona misteriosa. Olía a tierra mojada después de una sequía.

Un cálido tacto rozó mi mejilla derecha, deshaciéndose así del rastro de lágrimas que había dejado. Después, con las yemas de sus dedos enmarcó mi mandíbula hasta llegar a mi mentón y de allí ascender a mis labios, acariciándolos con cariño.

Suspiró con suavidad, haciéndome saber lo cerca que se encontraban nuestros rostros y, sin poder evitarlo más, abrí mis ojos.

Unos ojos pardos me observaban con admiración. Sus ojos rasgados más grandes de lo habitual, formaban la combinación perfecta con su pelo largo y algo enredado que caía ligeramente en ellos tapándolos un poco. Su nariz, redondita y brillante, estaba decorada con un pequeño lunar y su boca de labios carnosos, formaba un corazón, el cual sabía de sobra que se convertía en un cuadrado en cuanto sonreía.

Al darse cuenta de mi lucidez, se alarmó y se apartó asustado, lo que me desilusionó. Abrió la boca para hablar, pero al darse cuenta que no tenía como justificarse, la cerró e hizo amago de irse.

-Taehyung -susurré algo adormilada. Él se giró de nuevo hacia mí mirándome sorprendido, haciendo que la gruesa capa negra con la que se cubría bailará en el aire. El sueño me conquistó de repente y apenas fui capaz de decir una frase más antes de sucumbir a ella- No te vayas.