|Capítulo 24|

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{TORMENTA}

NARRADOR OMNISCIENTE

-No.

-¿Qué?

-Que no. ¿Estas loco?

Judie comprendía como se sentía Ties pero lo que había hecho a sus espaldas sobrepasaba los límites. 

-¿En qué estabas pensando? ¡Es de nuestra mejor amiga de quien estamos hablando! -la rubia comenzaba a perder los estribos. Incluso había subido el tono, algo que pocas veces le pasaba.

-¡Precisamente por eso! -el chico desvió su mirada más allá de su rabiosa acompañante, donde su mejor amiga de toda la vida respiraba acompasádamente, ajena a la discusión- Debemos hacer todo lo que esté en nuestras manos para recuperarla.

Ties sintió que se corazón se le estrujaba en el pecho al percibir las notablemente más delgadas facciones y las sobresalientes ojeras de Ariesen. Desvió su mirada al suelo y suspiró melancólico. 

Al mismo tiempo, Judie pensó en sus palabras. Tenia razón, lo que le estaba ocurriendo a Ariesen no era normal, ni siquiera los doctores comprendían lo ocurrido. Si para intentar ayudarla debía pasar por ser timada por una anciana mentirosa, no dudaría en hacerlo. Eso y muchas cosas más. Ella merecía que por una vez en su tranquila y predecible vida, Judie avanzara a ciegas.

-Hagámoslo -la voz de Judie sonó firme.

Ties alzó el rostro sorprendido- ¿Estas segura? -Judie asintió.

-Solo explícame como es que diste con ella. De hacerlo, asegurémonos de hacerlo bien -Ties sonrió asombrado. Le encantaba esta repentina nueva faceta dominante de su amiga, hacia que su corazón palpitara orgulloso.

-La verdad es que fue un poco raro -comenzó a explicar, procurando centrase en lo que iba a decir y no en el brillo curioso en sus ojos castaños y en su mueca de concentración adorable- Estaba navegando en Internet, intentando informarme sobre la parálisis del sueño, ya que pensé que podría ser el caso de Ariesen, cuando de repente me apareció una ventana de publicidad de una vidente con el numero de teléfono en amarillo fosforito. Como puedes esperarte, no pude contenerme y llamé. Fue raro, como un impulso.

-Ties -susurró Judie intentando contener su ira- ¡¿Me estas diciendo que vamos a jugarnos la vida de Ariesen por una vidente de pacotilla que te sale de publicidad en el ordenador?! -no pudo contenerse por mucho tiempo y Ties tuvo que dar un paso atrás asustado al observar el rostro rojizo de ira de Judie y su vena sobresaliente de la frente, la cual se había inchado en demasía.

-Hola.

Ties y Judie gritaron y botaron en el lugar al mismo tiempo sobresaltados por el repentino saludo y dirigieron sus miradas con la mano en el pecho hacia la entrada de la pequeña habitación de hospital. Una niña de aproximadamente doce años estaba asomada por el marco de la puerta, con su larga cabellera rubia ondulada brillante cayéndole por un lado adornado un un pequeño gancho de unicornio y una gran sonrisa en su rostro aniñado y dulce.

Dio un par de pasos al interior, dejándose ver por completo. Su cuerpo delgado y poco desarrollado todavía, estaba cubierto por un adorable vestido rosa claro con lunares blancos y unas bailarinas de lentejuelas moradas brillantes.

-Eres Ties ¿verdad? -afirmó con su voz aguda señalando al chico. Lo inspeccionó minuciosamente con sus grandes ojos amarillentos para luego pasar a Judie- Y tú Judie.

Esta la observó con desconfianza sin entender como era posible que supiera su nombre.

-Yo soy Mandila. Creo que me has llamado.

MAYBE REAL ~Taehyung~Donde viven las historias. Descúbrelo ahora