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—Dulce ha estado muy ausente estos días —habla Elliot mientras él y yo compartíamos la mesa en la ahora, hora de la comida.

—Lo ha estado desde que llegamos —respondo llevándome un trozo de carne a la boca.

—Así es —suspira y mastica con prisa para después hablar—. Escuché que dejaste tu empleo en la disquera.

Las noticias corrían rápido, era evidente que al estar con Dulce todo este periodo de tiempo, mi despido era muy esperado. Mas no me despidieron, decidí tomarme un largo descanso.

—¿Quién te ha dicho eso?

—Jimin —responde—. Trabajaron juntos...

—No es así. Park Jimin jamás trabajó conmigo, jamás trabajó en Big Hit como piensas.

—Yo no sé nada, Yoongi. Simplemente él me dice las cosas que él cree acertadas...

—Tal como lo mío con su hija —hablé con descaro.

Elliot se incomodó en su asiento y bebió un poco de su copa de vino. Yo sonreí con cierta burla y volví a hablar.

—Sé perfectamente que Park Jimin fue quien abrió la boca. A causa de él sucedieron muchas cosas, Elliot.

—Debo de admitir que desgraciadamente fue así, Yoongi —suspira Elliot—. Pero has estado equivocado con respecto a Jimin. Sus intenciones jamás fueron malas.

—¿Y por qué motivo lo hiso? —observé a Elliot fijamente— Tu hija y yo éramos amantes, Elliot. ¿Crees que Jimin hiso lo que hizo por ayudar? No, por favor —sonreí burlonamente.

Elliot bebió de su copa de vino y suspiró pesadamente, me observó y negó.

—Quise ayudarlos, Yoongi —habló Elliot—. Mi única intención era ayudarlos.

¿De que mierda hablaba este hombre?

Lo observé fijamente y noté como su semblante se nublaba con algún sentimiento de tristeza y pena. Descendió su mirada y llevó su manos a cubrir su rostro.

—¿De qué estás hablando?

Le ataqué con la mirada y observé sus movimientos nerviosos, suspiró nuevamente y golpeó la mesa con cierta desesperación.

—Yoongi —frunció el seño—. Jimin siempre quiso ayudar. Hay algo que tú no sabes y me temo que esto no hará bien.

—¿Por qué me ocultan tanta mierda? Es desesperante tener que lidiar con esta situación de incertidumbre. No sé cómo estuvo todo después de haberme largado de la vida de tu hija. Fue una mierda mi vida, Elliot.

—Yoongi yo, —pausa y me observa fijamente— necesito decirte la verdad sobre algo que no me ha dejado estar en paz conmigo mismo desde hace tres años.

Observa a otro punto en la habitación y lo siento incómodo con el paso de los segundos.

•••

—Maldita sea —bufó molesto Yoongi—. Lo que faltaba.

—Tranquilo, Suga —acarició Dulce a Yoongi por la espalda, intentando tranquilizarlo.

—Ese idiota de Jimin ha visto todo, Dulce. Ha entrado...

—Él no hará nada, Cariño —dijo la chica acercándose más a Yoongi—. Tranquilo.

—¿Qué? Yo no confío en él más, Dulce —Yoongi camina hacia la puerta la habitación de ella pero Dulce le detiene.

—No te vayas aún, Yoongi, por favor.

Sugar Melody | SUGADonde viven las historias. Descúbrelo ahora